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Aztecas: Urbanismo y arquitectura

Tenochtitlán
Ilustración de la ciudad mexica de Tenochtitlán

El pueblo azteca logró superar la adversidad geográfica con creatividad e imaginación. El emplazamiento de la ciudad capital de Tenochtitlán sobre un islote en el centro del lago Texcoco pone en evidencia su gran sentido urbanístico puesto al servicio de la sanidad pública y la conservación del medio ambiente. La ciudad de Tenochtitlán-Tlatelolco se conectaba con los campos, ciudades y el resto de los lagos por una red de calzadas que cumplían diversas funciones: la primera era la de comunicar los distintos centros entre sí; en segundo lugar, servían de diques que separaban las aguas de los distintos lagos, todos ellos de distintas alturas y salinidades.

A trechos, las calzadas estaban interrumpidas por aberturas que permitían el paso de las aguas y de las canoas, ya que el tráfico por agua era muy intenso. Estos vacíos eran superados por puentes de tablas. Cuando por razones defensivas se hacía necesario, dichos puentes podían retirarse. Por otra parte, había una calzada muy importante que también contenía el acueducto de Chapultepec, que traía el agua potable desde el manantial homónimo. Dicho conducto tenía dos canales: uno en servicio mientras el otro se limpiaba; de este modo, jamás faltaba el agua y siempre era de buena calidad.

Durante el sitio de 1521, que concluyó el 13 de agosto con la caída y destrucción de Tenochtitlán, el acueducto fue cortado. Pero Cortés procedió a su reconstrucción al estilo europeo, fue la reparación del acueducto de Chapultepec que encargó a los propios mexicas. El acueducto fue posteriormente reformado y retocado y aún se conservan secciones del acueducto colonial que pueden visitarse, aunque ha perdido su función primordial como fuente de abastecimiento de agua para Ciudad de México.

Ruinas del acueducto de Chapultepec
Ruinas del acueducto de Chapultepec. No se trata del original mexica, sino de una sección del acueducto colonial con un remate artístico moderno.

En la ciudad el agua se obtenía de diferentes maneras: por conductos específicos llegaba a los palacios de los nobles, mientras que la gente común podía obtenerla en los puntos de entrega o comprársela a los aguadores. Había tres tipos de calles: de tierra, de agua y mixtas, con canal y calzada. Muchas de las casas tenían acceso a los canales, lo que permitió un mejor movimiento de las mercaderías. Dentro del contexto urbano, el mercado constituyó uno de los más importantes ejes de la vida social, económica y cultural local.

Las construcciones ceremoniales fueron una característica de las grandes ciudades aztecas, como Tenochtitlán y Tlatelolco. Por lo general, en el centro de la ciudad se hallaba el edificio principal, rodeado de templos menores, juegos de pelota y construcciones diversas. Los templos eran altas pirámides interrumpidas por angostas terrazas. Las casas de la gente del pueblo tenían una sola habitación, eran de planta cuadrada y carecían de ventanas: las de los nobles, en cambio, comprendían varias habitaciones dispuestas alrededor de un patio.

Dado que para los aztecas los dioses importantes vivían en el cielo, constru­yeron sus santuarios e imágenes de una manera simbólica, elevados sobre el ni­vel de los asuntos mundanos. Así, el al­tar o el oratorio se hallaban por encima de los adoradores, quienes permanecían abajo, en la plaza. El templo azteca tenía una plataforma cuyos lados en pendiente escalonada se interrumpían con tres terrazas. La escali­nata era alta y empinada, y concentraba la atención en la piedra de los sacrificios de la cúspide, sobre la cual se extendían los cuerpos de las víctimas, en espera de los cuchillos de los sacerdotes.

Templo Mayor
La construcción del templo principal de este recinto se realizó en siete etapas y alcanzó una altura aproximada de 45 metros. El Templo Mayor fue el centro tributario del Imperio Mexica, un lugar en donde se reunían las ofrendas sagradas y depósitos funerarios; un adoratorio a las deidades de la guerra y la lluvia; y un símbolo de los logros de los aztecas ante sus enemigos.

Arquitectura azteca

Los aztecas disponían de fuertes instalaciones y sistemas de transporte que movilizaban a la población y a los recursos materiales, con el objetivo de levantar magnos edificios que compensaran las necesidades, principalmente religiosas, de sus habitantes. Tenochtitlán, la ciudad capital, simbolizaba el poder azteca. La arquitectura azteca fue similar a la de otras culturas mesoamericanas, conservaba un estricto sentido del orden y de la simetría. Los diseños geométricos y las líneas extensas eran representaciones de dogmas religiosos y del poder del Estado. También, usaron bajorrelieves, muros, plazas y plataformas como medios con los cuales representar a sus dioses e ideales. Algunos templos eran cilíndricos y se asentaban en plataformas cuadrangulares. En ocasiones la puerta de estos tem­plos se hacía en forma de cabeza de serpiente, en tanto que el edificio circular sugería el cuerpo.


Durante las diferentes épocas del imperio, los aztecas añadieron nuevas técnicas y materiales a sus estructuras. Ejemplos de la monumentalidad y grandeza de los aztecas se hacen evidentes en el Templo Mayor, cuya plaza podía dar cabida a 8,000 personas, y en el mercado de Tlatelolco, que podía albergar a 20,000 personas en los días de mercado. La adaptación arquitectónica azteca y su ingenio pueden verse en Malinalco, donde hay un templo que fue esculpido en la roca misma y que quedó integrado a una montaña. Malinalco es un conjunto irregular de construcciones templarias excavadas en la roca madre, compuesto por seis unidades de las que cuatro al menos presentan una forma circular. Es un tipo de construcción religiosa que tiene la función de expresar el poder militar y religioso de los aztecas.

Pirámides

El estilo arquitectónico más común entre los aztecas son los templos piramidales de planta cuadrada o rectangular con una sola escalinata de acceso en la parte frontal, delimitada por dos alfardas lisas. Muchas de las pirámides de Tenochtitlán seguían este modelo. Otro modelo relativamente frecuente es la pirámide de planta circular que tradicionalmente se ha atribuido a Quetzalcóatl, deidad principal. Las más conocidas son la de Calixtlahuaca y la de la estación de metro de Pino Suárez. Otra construcción muy característica de los aztecas es un tipo de plataforma decorada con calaveras, que constituían la base del tzompantli, estructura donde se acumulaban los cráneos de los sacrificados.

templo-mayor
Recreación pictórica de cómo pudo haber sido el Templo Mayor y sus alrededores en la época de la Conquista. Destaca también el Templo de Quetzalcóatl de forma circular.

 

LAS CIUDADES COMO CENTROS MILITARES Y CULTURALES

Monte Albán: “Una ciudad en la montaña”

Centro militar y cultural, la ciudad de Monte Albán fue construida en la cima de una montaña nivelada de manera artificial. Sobresale por sus canchas para el juego de pelota y numerosas plataformas y tem­plos, entre los que se destaca el Templo de los Danzantes, construido alrededor del año 500 a.C., de donde data la fecha de fundación de la ciudad. Se calcula que llegó a albergar a unas 35.000 personas. Fue un escenario de rituales y ceremonias religiosas. Ésta fortaleza guarda numerosas tallas realizadas en superficies rectangulares, algunas representan aspectos de la vida cotidiana y la religión. Monte Albán fue la capital clásica de los zapotecas. Junto a las ciudades de Tula, El Tajín y Tehotihuacán, conforma un complejo arqueológico y arquitectónico de gran riqueza, gracias al cual se puede determinar el esplendor de las civilizaciones de Mesoamérica.

Monte Albán
Vista actual de la antigua ciudad de Monte Albán.

Teotihuacán y el Tajín

Centros urbanos y ceremoniales, las ciudades de Teotihuacán y El Tajín sintetizan el mayor esplendor del período clásico de la cultura mesoamericana. Ambas remontan su desarrollo inicial al siglo I, alcanzando la primera su mayor apogeo entre el V y el VI, y la segunda, entre el VII y el X. Una y otra tienen en común una arquitectura de excepción, cuyas principales manifestaciones son la prolifera­ción de palacios y templos.

Situado al norte de la actual ciudad de Veracruz, el centro ceremonial de El Tajín fue el corazón de la cultura totonaca, que se mantuvo en la región hasta la llegada de los conquistadores españoles. Conocida como la Ciudad Sagrada del Dios del Trueno, constituye la más extraordinaria manifestación de la cultura local. Comprende una serie de construcciones como canchas de juego de pelota, palacios y templos, entre los que se destaca la Pirámide de los Nichos.

Teotihuacán El Tajín

Teotihuacán                                                                                 El Tajín

En Teotihuacán se alzó la Pirámide del Sol como mayor construcción de la ciudad. Orientada al punto exacto del horizonte donde se oculta el sol cada 13 de agosto, en la cúspide había un templo y un ídolo. Una gruta subterránea llevaba a cuatro puertas dispuestas en forma de pétalo de flor, que permitían el acceso a otras salas. Su escalinata tiene unos 260 escalones.

Tula

La caída de Teotihuacán marcó el inicio de la migración de pueblos fronterizos hacia el centro de México. Entre ellos se destacaron los toltecas, quienes levantaron su ciudad capital, Tula, hacia mediados del siglo IX. Los toltecas heredaron en principio el culto del dios Quetzalcóatl, pero en el 987 fue prohibido y sus seguidores, desterrados al Yucatán. Hacia el año 1050, Tula se había convertido en una ciudad de grandes proporciones, capital de un imperio que dominaba el centro de México y extendía su influencia a regiones muy alejadas. El centro ceremonial de Tula exhibía monumentales pirámides de piedra. Según una tradición, la genialidad de sus construcciones y obras artísticas se debía a que ponían el corazón en su trabajo.

Tula
Vista panorámica de 360° de Tula, como se ve desde la Pirámide de Tlahuizcalpantecuhtli.

Tlatelolco

Tlatelolco (en náhuatl “terraza o montón de tierra redondeado”) fue una ciudad fundada por los tlatelolcas, tribu mexicas que se separó de los tenochcas, fundadores de Tenochtitlan. Tlatelolco se encontraba en un islote al norte de ésta ciudad, dentro del lago de Texcoco. Allí se hallaba el tianguis (mercado) más importante de toda Mesoamérica, donde se comercializaba todo tipo de mercancías locales y de las zonas más apartadas. De la antigua ciudad solo quedan los restos de algunos edificios que constituyen lo que actualmente se conoce como zona arqueológica de Tlatelolco. La ciudad fue saqueada y destruida por los conquistadores, quienes usaron las piedras para construir el templo de Santiago sobre los restos de los antiguos teōcalli prehispánicos.


El mercado de Tlatelolco fue visitado por Hernán Cortés antes de la guerra de conquista. En el sitio tuvo lugar la última y decisiva batalla contra los mexicas el 13 de agosto de 1521 cuando el derrotado Cuauhtémoc fue obligado a capitular ante Cortés.

Tlatelolco
Vista actual de la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco: al frente y al centro lo que queda de las construcciones  pre hispánicas, atrás el Templo de Santiago Apóstol muestra de la arquitectura colonial  y a la derecha al fondo, el ex-edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores muestra de la arquitectura moderna y seriamente dañado por el sismo de 1985.

Tenochtitlán

Capital del imperio azteca, Tenochtitlán fue la ciudad más poderosa de Mesoamérica, y una de las más grandes del mundo (para su época). Fundada en 1325, llegó a albergar en su momento de mayor esplendor a unos 250.000 habitantes. En su centro se destaca el recinto sagrado, eje de la vida religiosa local, que contemplaba numerosas edificaciones destinadas a la educación, residencia y ceremonias de la clase dirigente. También estaba el Templo Mayor, sitial por excelencia donde se realizaban los sacrificios humanos. El 13 de agosto de 1521 fue destruida por los conquistadores españoles al mando de Hernán Cortés, y posteriormente reconstruida según la estética europea.

Edificada sobre el islote central del lago Texcoco, Tenochtitlán se unía a otras islas por medio de una eficiente red de canales y puentes, conformando en su totalidad un conjunto de seis ciudades. También construyeron islotes artificiales, las chinampas, utilizando la misma vegetación del lago, lodo y raíces. En un principio las chinampas fueron utilizadas como campos de cultivo, pero posteriormente sumaron viviendas y fueron unidas con puentes.

Tenochtitlán
Recreación pictográfica de la vista aérea de la gran ciudad mexica y sus grandes lagos.

Los puntos de referencia son:

1.    Centro Ceremonial, sede del Templo Mayor
2.    Centro comercial y ceremonial de Tlatelolco
3.    Calzada a Tlacopan y Tacuba
4.    Calzada a Tepeyacac
5.    Calzada a Iztapalapa y Xochimilco
6.    Cerro del Peñón parcialmente sumergido
7.    Albarrada de Netzahualcoyotl
8.    Lago de Texcoco
9.    Lago de México
10.  Ciudad de Texcoco

El Templo Mayor era el corazón de la ciudad, sus amplias escalinatas conducían a dos templetes rituales donde se realizaban sacrificios consagrados a Tláloc y a Huitzilopochtli. La base se hallaba decorada con figuras talladas. La realización de sacrificios implicaba la utilización de una serie de elementos que se encontraban en el altar superior del Templo Mayor. Entre ellos se destacaban un brasero con incienso, una urna para guardar los punzones y varios cuencos para recoger la sangre vertida. Completaban los utensilios la piedra sacrificial y el recipiente para los corazones de las víctimas. Los aztecas levantaron 25 templos de forma piramidal. Trataron de esta manera de reproducir la silueta de las montañas y emular en sus templos el rito de la ascensión a los cielos. Además fabricaron objetos piramidales para uso hogareño, trasladando sus rituales también al ámbito privado.

Referencias:
GIMENO, D. (2008). Grandes Civilizaciones de la Historia. Imperio Azteca. Editorial Sol 90.
MONTENEGRO GONZÁLES, A. (1994). Civilización 6. Editorial Norma S.A.
 
 
 
 
 
 
 
 

Edad Antigua