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Egipto: Los nomos

Los nomos, organización territorial de Egipto Antiguo

Durante el período neolítico de la historia de Egipto, cuando una serie de poblaciones nómadas se establecieron en el fértil valle del Nilo, se repartieron el territorio e iniciaron un modo de vida sedentario, se pusieron las bases de la futura organización administrativa del reino faraónico, dividida en unidades territoriales conocidas como nomos. Esta estructura se consolidará y mantendrá durante todo el período de la historia del Antiguo Egipto.

El término nomos fue acuñado por los historiadores griegos (entre ellos Heródoto) para referirse a los distritos en los que se subdividía el reino egipcio. Durante el Reino Antiguo, su número era de 38, cantidad que se incrementó hasta llegar a los 42 en épocas posteriores (22 en el Alto Egipto y 20 en el Bajo Egipto). Esos mismos historiadores llamaron nomarcas (“el que abre los canales”) a los gobernadores de cada distrito, tanto si eran funcionarios reales como si se trataba de gobernadores con cargo hereditario más o menos independientes del poder central.

Nomos del Alto Egipto

Nomos del Alto Egipto

Dentro de cada nomo, el nomarca era el responsable de la irrigación, de mejorar el rendimiento agrícola, de recaudar impuestos y de fijar de nuevo los límites de las propiedades tras la inundación anual. Gracias a la progresiva unificación de los nomos se gestó la creación de los dos reinos del Alto y Bajo Egipto, hasta que Narmer, el primer faraón de Egipto, consiguió juntarlos.

Nomos del Bajo Egipto

Nomos del Bajo Egipto

El reino unificado conservó estas subunidades territoriales, conocidas como “sepat” o “hesp” en egipcio. Además del nomarca responsable de su administración y gobierno, cada sepat tenía una capital, unas divinidades protectoras, unos usos religiosos, unas festividades locales y unos centros de culto propios, como el de Osiris en Abidos o el de Ptah en Menfis.

Dibujo del símbolo del nomo del Orix (16º nomo del Alto Egipto) encontrado en la tumba del nomarca Khnumhotep.

Dibujo del símbolo del nomo del Orix (16º nomo del Alto Egipto) encontrado en la tumba del nomarca Khnumhotep. Entrada a la tumba de Khnumhotep en Beni Hasan. Reinado de Amenemhat I.

Los nomarcas que dependían del faraón (su número variaba en función del poder que ostentara en cada momento el gobierno central) debían pasar informes y rendir cuentas ante el visir, el cargo administrative más alto del Antiguo Egipto (en egipcio, Chaty). Este cargo fue instituido oficialmente por Seneferu (IV Dinastía) para Nefermaat, el primer visir conocido, aunque sus funciones se remontaban varias generaciones atrás, pues ya Imhotep las había desempeñado para Djoser.

Las responsabilidades del visir (“el que es la voluntad del amo, los oídos y los ojos del faraón”) eran enormes, ya que estaba al frente de la administración central. Como “ministro del interior” recibía los informes de los nomarcas y organizaba los cuerpos de seguridad; tenía además funciones de ministro de justicia y era el responsable de las finanzas del reino.

Relieve de Kagemni

Relieve de Kagemni en su mastaba. Kagemni fue uno de los chatys (visires) de Teti, el primer faraón de la sexta dinastía egipcia.

Referencia:
Emse Edapp, S.L. (2016). El Antiguo Egipto y las Primeras Civilizaciones. Bonalletra Alcompás.

Edad Antigua