contadores de paginas web

Egipto: Ubicación geográfica

El país de Quimit

La región del Nilo fue llamada por los naturales Quimit, que significa la "tie­rra negra", para diferenciarla de la tierra roja o el desier­to. Los griegos lo llamaron Egipto, vocablo tal vez tomado de Acupta, palacio de la diosa Pta. El gran esplendor artístico y cultural que alcanzó esta cultura fue posible gracias a que el río Nilo, cuando se desbordaba, depositaba un fértil limo que hacía la tierra cultivable. Todos los años, con una regularidad increíble en el mes de julio, el río subía de nivel.

Ubicación geográfica de la civilización egipcia en el mapamundi

El territorio que ocupaba el Antiguo Egipto estaba constituido por una estrecha franja correspondiente al valle del río Nilo, en el noreste de África. Este río nace en los lagos Victoria y Alberto y desemboca en forma de delta en el Mar Mediterráneo. Tan solo 60 Km de ancho y 1200 Km de largo constituían este valle de tierras fértiles rodeado en gran parte por el desierto del Sahara.

Paisaje Natural

Egipto, ocupa el extremo nororiental del continente africano. Limita al norte con el Mar Mediterráneo; al sur con la actual Re­pública de Sudán; al oriente con Israel y el Mar Rojo, y al occidente con el desierto de Libia.

Más del 90% del territorio es de­sértico; al oriente se extiende el Desierto de Arabia y al occidente el Desierto de Sahara (Libia), que se prolonga hasta el Océano Atlántico. En el centro existe un estrecho valle por donde corre el río Nilo. Nace en el centro de Africa y hacia el final de su curso atraviesa el árido territorio de Egipto. Al oriente del valle, cuya anchura no sobrepasa los 35 km., el paisaje natural varía; el desierto de arena es reemplazado por moles rocosas totalmente carentes de vegetación que se elevan a medida que avan­zan haría el oriente, hasta formar una cordillera estrecha, despobla­da y de suelo calcinado: la Cordi­llera Arábica.

Ubicación de Egipto en África
Ubicación de Egipto en África

El Valle de Nilo se ensancha a unos 260 km. de la desembocadura del río, dando lugar a una región de tierras de gran fertilidad, gracias a las crecientes periódicas. Esta extensa llanura, densamente culti­vada y poblada, forma el famoso Delta del Nilo. Los desiertos que rodean la estrecha llanura del Nilo y las cataratas de dicho río dieron cierta protección a Egipto contra las invasiones de otros pueblos.
 
El Egipto de que nos ocuparemos es propiamente el valle del Nilo, comprende tres partes principales: el Alto o Tebaida, ca­pital Tebas; el Medio o Heptanómida, capital Menfis; y el Bajo o Delta, capital Sais. En el Valle y en el Delta, se concentró la cultura, la actividad y la economía de Egipto. Fuera de esta región, en el Alto Egipto, se en­cuentra el desierto sin vida vege­tal, debido a la escasez de lluvias y al clima con temperaturas hasta de 50° C. en verano y 15° C. en in­vierno. Las precipitaciones pluvia­les aumentan a medida que se des­ciende hacia el mar. En Egipto Medio y en el Delta, las temperaturas disminuyen notablemente (27° C. en verano y 13° C. en invierno). En las zonas desérticas son frecuentes las tempestades de arena, que oscurecen el ambiente y lo invaden todo (casas, campos, culti­vos) haciendo prácticamente irres­pirable el aire.

La flora ofrece vegetación sil­vestre solamente en la llanura del Delta; el loto, la flor tradicional del Antiguo Egipto, está hoy casi extinguida; el papiro sólo se en­cuentra en el Delta; las palmeras ofrecen un remanso de sombra y refrescan el ambiente en los oasis del desierto.

La fauna, está representada por pocas especies: dromedarios (uti­lizados como medio típico de transporte en el desierto), búfalos, cha­cales, cocodrilos, serpientes, esca­rabajos, langostas migratorias y escorpiones.

Río Nilo
Gracias a la obtención de lino y trigo Egipto tuvo una buena relación diplomática con otros países, y a menudo contribuía a la estabilidad económica del país.

La hidrografía es muy pobre; el desierto carece de cursos superfi­ciales de agua; en los oasis, forma­dos generalmente por depresiones naturales, la capa de humus de es­casa profundidad, permite el culti­vo de palmeras, cítricos y olivos. Pero gracias al Nilo, el río más largo del mundo (6671 km.), Egip­to subsiste; y su influencia tal que, sin él, Egipto sería un desierto desconsolador y la nación jamás habría podido subsistir. Merced a los des­hielos de los montes de Abisinia y debi­do a las lluvias torrenciales de las re­giones altas del sur, el río en el mes de julio inunda el suelo, sus aguas inun­dan periódicamente extensas zonas del valle que le sirve de cauce, proporcionando a las tierras la humedad necesaria y el limo fertili­zante para los cultivos. Las poblaciones rodeadas de palmeras flotan entonces sobre los collados. En septiembre el río vuelve a su cauce natural, después de haber fecundado la tierra; apresúrense entonces los agricultores a regar sus semillas que, después de cuatro meses, rinden frutos. Las aguas del Nilo toman sucesivamente diversos matices, llegando según ellos a recibir el río las denominaciones de Nilo Azul, Nilo Verde y Nilo Rojo. El fenóme­no anterior explica por qué los habitantes del Antiguo Egipto divinizaron el río que para ellos era vital.

El medio geográfico de Egipto, apellidado el país de los con­trastes, refleja sus accidentes en el carácter de sus moradores: las inundaciones del río sometidas a períodos tan fijos, les dio la idea de un universo organizado e influyó en la recta orga­nización de su gobierno. El cielo perennemente azul, les dio la idea de la eternidad, tan predominante en todas sus actua­ciones. A causa de ser Egipto geográficamente una nación casi aislada, fue un pueblo relativamente pacífico; necesitaba asociarse para sus construcciones y de hecho lo hizo.
 
El clima de Egipto y la fertilidad del Valle y del Delta son tan propi­cios, que permiten obtener tres cosechas anuales: una en invierno, otra en verano y otra en otoño, lo que explica el por qué se desarrolló en ese territorio una de las más trascendentales civilizaciones de la Historia.
 
Un valle lleno de vida

Ubicación de Egipto y el recorrido del río Nilo
Ubicación de Egipto y el recorrido del río Nilo

Los pobladores que se ubicaron en los valles del río Nilo desde el V al IV milenio a. C. formaron comunidades pequeñas dedicadas a la agricultura, la cerámica, la me­talurgia y la ganadería. Estas primeras comunidades se difundieron por el sur o Alto Egipto y por el norte o Bajo Egipto. Los egipcios cultivaban cereales y lino; domestica­ban animales; cazaban, y pescaban. También fabricaban herramientas en piedra y cobre, y comerciaban con co­munidades del Mediterráneo oriental y Mesopotamia.
 
Los egipcios, al igual que los pueblos de Mesopotamia, también aprendieron a controlar las crecidas del río y de­sarrollaron sistemas de riego que facilitaron el desarro­llo agrario. Las cosechas se guardaban en grandes vasijas de cerámica que estimularon la artesanía entre la pobla­ción. Los egipcios no contaron con grandes bosques ni ya­cimientos de cobre, por esta razón siempre iban en busca de madera al Líbano y al Sinaí donde obtenían el cobre.
 
La población egipcia
 
Sobre la raza que constituyó la primitiva población de los egipcios, aunque se afirma haber sido muy mezclada, sobre todo en el Delta, se asegura el predominio de los semíticos. Los gran­diosos monumentos de aquel pueblo revelan una raza dotada de poderosos esfuerzos y sorprendente actividad mental. El número de habitantes de Egipto antiguo pasaba de ocho millones.
 
Según las efigies antiguas de los egipcios, aparecen ellos bien formados, de fornidos hombros y caderas estrechas, ojos grandes, labios gruesos y fisonomía apacible. Eran alegres y dóciles.
 
Los egipcios una vez cumplida su misión, perdieron su liber­tad y olvidaron la religión, el idioma y la cultura de sus antepasados. La sentencia de Hermes Trismegistos se ha cumplido: «Quemi, Quemi, de todo tu saber y tu gloria no quedarán más que tus monumentos tallados en la piedra». Pero éstos son tales que inmortalizaron la memoria de los antiguos moradores del Egipto.


Ubicación geográfica

El referente para la Ubicación geográfica de la civilización egipcia es el río Nilo. Pero ésta paradigmática cultura ocupó por muchos siglos no sólo parte del continente africano sino también el extremo occidental de Asia, gracias a sus campañas de conquista durante el Imperio Medio y el Imperio Nuevo.


Mapa de los tres imperios en la historia de la Civilización de Egipto

El Antiguo Egipto hubiera sido impensable sin el río Nilo. Sus crecientes periódicas y la fertilidad de las tierras que atravesaba su curso alimentaron no sólo una estructura económica y política, sino también una concepción de la vida y de la muerte. El gran desarrollo de la agricultura facilitó la sedentarización de las tribus de la región y su fusión en una sociedad que bregó, no sin contradicciones, por ser homogénea y mantenerse unida a lo largo de los siglos.

Todos los años, con una regularidad asombrosa, hacia mediados de julio, el río Nilo comenzaba a subir. La creciente cubría las tierras arenosas y, al retirarse, dejaba una capa de barro oscuro. Los egipcios lo llamaban "tierra negra". En ella satisfacían todas las necesidades que planteaba su vida diaria, desde los granos que se transformarían en pan, hasta las flores de loto que se convertirían en perfume. El mismo limo nutría las cañas de junco, de las cuales surgía el papiro, donde se asentó la impronta de una civilización sin parangón en la historia.


Ilustración que muestra la importancia del río Nilo para la agricultura egipcia

El clima de Egipto es desértico, de inviernos tibios y veranos muy calurosos. En verano las altas temperaturas son mitigadas por los vientos etesios, que soplan desde el Mediterráneo atraídos por la zona de bajas presiones del interior África. En invierno sopla el “khamsin” viento ardiente y cargado de electricidad procedente del sudeste.

El imperio del Nilo no se cons­truyó fácilmente, sino en medio de grandes conflictos internos. El Bajo, el Medio y el Alto Egipto eran tres regiones de características diferentes, que tardaron en fusionarse en un solo imperio. Mantener la unidad territorial fue una de las tareas más duras de los faraones.


Tres regiones de la civilización egipcia.

El Delta del Nilo, cuyos terrenos eran los más fértiles, concentraron en el Bajo Egipto la mayor cantidad de riqueza. Además, era la llave que conectaba al imperio con el Mediterráneo, escenario por excelencia del gran tráfico comercial y norte preferencial de las barcas que circulaban por el sagrado Nilo. En la Biblia, el Mar Rojo es llamado Mar de los Juncos. A través de sus aguas se produjo la salida de Egipto del pueblo judío, esclavo de los faraones. Ese episodio fue la base de la celebración de la Pascua.

Referencias:
GIMENO, D. (2008). Grandes Civilizaciones de la Historia. Antiguo Egipto. Editorial Sol 90.
MONTENEGRO GONZÁLES, A. (1994). Civilización 6. Editorial Norma S.A.
 

Edad Antigua