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Fray Matías Abad

Religioso franciscano español (Cueto, provincia de Santander - Urabá, 30 de enero de 1649). Murió después de ser martirizado por parte de los indios urabaes. Fray Matías Abad es considerado el «protomártir» franciscano del Nuevo Reino de Granada y el fundador de las misiones del Chocó.

Franciscanos en Cartagena.

Hijo de Toribio Abad y Catalina de Higuera, dejó su solar nativo y se vino al Nuevo Reino de Granada como civil, en año que se desconoce. Se ejercitó en el oficio de minero en las minas de Santa Ana, jurisdicción de Mariquita, antes de su ingreso a la Orden Franciscana. De sus antecedentes en la comunidad antes de 1648 sólo se sabe que sirvió el oficio de limosnero conventual, con la confianza de sus superiores en razón «de su virtuoso proceder». En 1648 fray Matías se encontraba en Cartagena como morador del convento de Loreto, conocido como el convento grande de San Francisco; allí trabó estrecha amistad con el gobernador Pedro Zapata, a cuyo favor e influencia se debió el que después pudiera poner por obra su viejo deseo de ir a «dar a conocer la fe de Nuestro Señor Jesucristo a los bárbaros infieles que habitan las provincias del Chocó». El mismo gobernador ponderaba la «virtud, talento y discreción» de fray Matías, y su conocimiento de las tierras del Chocó. La ocasión propicia para que se pusiera por obra la acción evangélica del franciscano fue la orden de traslado que le vino a don Pedro Zapata para que, dejando la plaza de Cartagena, se pasara a la de Antioquia, a donde el funcionario se trasladó el 2 de abril de 1648, llevando en su compañía a fray Matías.

El 21 de julio del mismo año el misionero ya se encontraba en la ciudad de Antioquia donde aguardaba «por horas» la inminente entrada a las provincias del Chocó, a donde finalmente se encaminó el 24 de agosto en compañía de fray Miguel Romero, religioso de San Juan de Dios. Los incidentes del viaje los relató fray Matías en tres cartas de distintas fechas. El encuentro con los indios chocoes fue exitoso, pues resultaron muy receptivos y acogedores, a tal punto que el fraile pudo informar que «está fácil la pacificación», refiriéndose a que podía establecerse entre ellos. Se conserva una especie de diario suyo escrito entre el martes 12 de enero de 1649 y el domingo 17 del mismo mes, en el cual anotaba su navegación por el río Atrato en compañía de 23 indios, buscando salir al mar por las costas de Urabá. El 30 de enero saltaron a tierra y fueron al encuentro de dos capuchinos que catequizaban a los indios de aquella región, pero se toparon con los indios urabaes, mortales enemigos de los chocoes, que los embistieron con lanzas y segaron las vidas de fray Matías y fray Miguel Romero.

Los restos mortales de fray Matías fueron llevados a Cartagena, con la lanza, señal de su martirio, donde se veneraron por más de dos siglos en el templo del convento grande de San Francisco.

Referencia:
Mantilla, L. C. (2007). Biografías 1. Gran Enciclopedia de Colombia. Círculo de Lectores S.A.