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La Guerra de los Mil días

La Guerra de los Mil días

En los umbrales del siglo XX, Colombia tuvo que afrontar un hecho doloroso: la guerra de los Mil Días, que representó, por sus numerosos muertos, su grado de destrucción y por la crisis económica y política que ocasionó, el mayor desastre de la historia contemporánea nacional. Esta guerra enfrentó a liberales y conservadores, se inició el 17 de octubre de 1899 y culminó el 21 de noviembre de 1902.

Causas de la guerra

Divergencias entre el radicalismo y la Regeneración:

Una de las causas primarias de la guerra fueron las profundas divergencias entre los liberales radicales y el movimiento político de la Regeneración. Los radicales defendieron la federación, la soberanía de los estados, las libertades, la separación entre la Iglesia y el Estado, la libertad de cultos, la educación laica y el librecambismo. Por el contrario, la Regeneración defendió los principios enunciados en la Constitución de 1886, es decir, la centralización política; las amplias facultades del presidente; la reducción de las funciones del Congreso; la oficialización de la religión católica; la supresión de los estados federales, y otras normas contrarias al liberalismo radical.

Caricatura del 2 de octubre de 1890

“Colombia libre – Colombia regenerada”. Caricatura del 2 de octubre de 1890.

Medidas antipopulares y autoritarismo del gobierno:

Algunas medidas tomadas por el gobierno conservador fueron consideradas represivas y persecutorias. Se criticaron las restricciones a la libertad de prensa, la prohibición de los periódicos de la oposición y la cárcel para sus directores. Se denunció, igualmente, la manipulación en la organización electoral y los escasos espacios de participación que se ofrecían a los liberales. Estos apenas tenían representación en la Cámara y fueron excluidos del Senado, de las asambleas departamentales y de los consejos municipales.

El gobierno del vicepresidente Caro hablaba de “banda de facciosos” o “cuadrilla de malhechores” para referirse a los grupos de oposición. Aún más, ante la creencia de una sublevación, Caro desterró al director del liberalismo, el expresidente Santiago Pérez, y sus bienes fueron confiscados. El descontento lo manifestaron los liberales inicialmente en la guerra civil de 1895, pero el gobierno los derrotó en la batalla de la Humareda.

Monumento a los Héroes de la Batalla de la Humareda

Monumento a los Héroes de la Batalla de la Humareda en El Banco (Magdalena).

Búsqueda de reformas constitucionales:

En el año 1897, la convención liberal aprobó un pliego de reformas para la Constitución de 1886, que el gobierno no tuvo en cuenta (algunas de estas reformas sólo se materializarían en 1910). Ante esta negativa, la mayoría liberal apeló a las armas para expresar sus diferencias. Los dirigentes Rafael Uribe Uribe, Foción Soto, Benjamín Herrera y en especial la juventud liberal, se mostraron partidarios de la guerra civil. Por el contrario, expresidentes como Aquileo Parra, Salvador Camacho Roldán y Sergio Camargo, fueron partidarios de la conciliación y la paz.

La crisis económica y el problema de la inflación:

La grave crisis económica de 1899 produjo inflación, ya que hubo necesidad de hacer grandes emisiones de papel moneda de curso forzoso, sin respaldo efectivo. Así mismo, los precios del café bajaron vertiginosamente en el mercado de Nueva York y en el resto del mundo, lo cual repercutió decisivamente en la economía del país.

Desarrollo de la guerra

La guerra se inició en Santander, cuando el líder liberal, Rafael Uribe Uribe, atacó a Bucaramanga, el 12 de noviembre de 1899. Se le unieron la juventud liberal, estudiantes y jóvenes campesinos y obreros. Uribe Uribe ordenó cercar la ciudad, para incomunicarla y dominarla por hambre. Sin embargo, sus jóvenes soldados no estaban preparados para la guerra y fueron eliminados por los soldados veteranos del gobierno, al mando del general Vicente Villamizar, en las entradas y calles de la ciudad. Murieron más de 1.000 jóvenes y 500 cayeron heridos. En este combate se hizo famoso el grito liberal de “Viva la revolución” y la consigna conservadora de “Viva la Virgen de la Concepción”. A partir de entonces, una guerra de montoneras y guerrillas se generalizó en casi todas las regiones de Colombia.

Mapa de las principales batallas de la Guerra de los Mil Días

Lugares de las principales batallas de la Guerra de los Mil Días. Bogotá se muestra como punto de referencia.

Las tropas de los ejércitos estaban conformadas por campesinos, obreros y “las juanas”, mujeres que acompañaban a las tropas y las guerrillas. También estaban integradas por numerosos niños y jóvenes de las escuelas, colegios y universidades. Debido a la escasez de armas de fuego en las tropas liberales, también se utilizaron machetes, macanas, garrotes, lanzas, instrumentos de labranza y piedras.

DIVISIONES EN LOS CONSERVADORES: Los problemas también repercutieron en el conservatismo, pues se ahondaron las diferencias entre nacionalistas e históricos. Estos últimos fueron partidarios de la exclusión de los liberales de la vida pública y defendieron las políticas monetarias de la Regeneración, entre ellas, la emisión del papel moneda. Esta facción siguió las ideas de Rafael Reyes, José Manuel Marroquín y otros. Los nacionalistas estaban liderados por Miguel Antonio Caro y Manuel Antonio Sanclemente y eran partidarios del acercamiento a los liberales, una mayor descentralización administrativa y la eliminación del papel moneda. También surgió un grupo ultracatólico y militarista, que consideró la guerra civil una ocasión perfecta para eliminar de raíz al partido Liberal.

La batalla de Peralonso

Acaeció entre el 15 y el 17 de diciembre de 1899. Fue el gran triunfo liberal, cuyo ejército estaba comandado por Rafael Uribe Uribe, Benjamín Herrera y Justo Durán. Sus 5.000 soldados, mal armados, se enfrentaron a 8.000 conservadores, comandados por los generales Ramón González Valencia y Aurelio Parra, en cercanías al río Peralonso, al norte de Cúcuta. Cuando las tropas liberales estaban desanimadas, Uribe Uribe, al frente de once voluntarios y seguido por el grueso de la tropa, cruzó el puente del río, dispersando al ejército conservador. Murieron 700 soldados gobiernistas y 900 cayeron prisioneros. Los liberales perdieron 750 hombres, entre muertos y heridos.

Benjamín Herrera (1850-1924) y Rafael Uribe Uribe (1859-1914)

Benjamín Herrera (1850-1924) y Rafael Uribe Uribe (1859-1914)

Este fue el primer triunfo del liberalismo en la guerra. A él le siguieron las tomas de Gramalote y Terán, dos baluartes conservadores. Las tropas victoriosas se encontraron en Pamplona con las fuerzas liberales del general Gabriel Vargas Santos, quien fue nombrado director supremo de la guerra y presidente provisional de Colombia.

La batalla de Palonegro

Se realizó cerca de Bucaramanga, entre el 11 y el 25 de mayo de 1900. El ejército gobiernista, comandado por los generales Próspero Pinzón y Enrique Arboleda, estaba compuesto por 18.000 soldados. El ejército liberal, integrado por 8.000 soldados, era liderado por los generales Gabriel Vargas Santos, Rafael Uribe Uribe, Benjamín Herrera y Luis Ulloa. Esta batalla se extendió sin tregua durante 15 días y noches, en un campo de 26 kilómetros cuadrados. “Empujen, muchachos, para que se acabe esto”, fue la frase que se hizo célebre durante esta batalla, considerada la más cruel y sangrienta de la historia colombiana. En ella murieron cerca de 2.500 soldados, de los cuales 1.500 eran liberales y 1.000 conservadores. Terminó con el triunfo de las fuerzas del gobierno, las cuales entraron triunfalmente en la ciudad de Bucaramanga.

Soldados liberales en vísperas de la batalla de Palonegro

Soldados liberales en vísperas de la batalla de Palonegro

Los liberales, por su parte, se dispersaron y mantuvieron su guerra de guerrillas. Uribe Uribe siguió la lucha en la costa Atlántica; los generales Vargas Santos y Benjamín Herrera continuaron la guerra en la costa Atlántica y Panamá y el general Rafael Leal se quedó en Cúcuta al mando de 500 hombres. Otros grupos conformaron guerrillas en Santander, Magdalena, Cauca, Tolima y otras regiones.

Golpe de Estado al presidente Sanclemente

Al interior del gobierno conservador, existían tensiones entre Manuel Antonio Sanclemente, de orientación nacionalista, y el vicepresidente José Manuel Marroquín, apoyado por los históricos. Estos últimos dieron un golpe de Estado el 31 de julio de 1900, permitiendo el ascenso al poder de Marroquín, quien intensificó la guerra.

Unidades de la guardia cívica, 1900.

Unidades de la guardia cívica, formada por Personal de correos y telégrafos, que actuaron durante el golpe de Estado al presidente Marroquín, el 31 de julio de 1900.

Culminación de la guerra de los Mil Días

En 1902 la guerra de guerrillas se había extendido por todo el país y era imperioso alcanzar la paz. El gobierno dio el indulto a los alzados en armas, facilitando la conciliación y los tratados para la culminación de la guerra. El Tratado de Neerlandia, firmado el 24 de octubre de 1902, puso fin a la guerra en la costa Atlántica.

El tratado Wisconsin fue firmado por los generales Víctor Manuel Salazar y Alfredo Vásquez Cobo, en nombre del gobierno, y Lucas Caballero y Eusebio A. Morales, en nombre de la revolución, el 21 de noviembre de 1902. Recibió la aprobación del general Benjamín Herrera, director de la revolución, y del ministro de Guerra, Nicolás Perdomo. El Tratado de Wisconsin estableció la libertad de los prisioneros de guerra y la amnistía a los alzados en armas.

Buque norteamericano Wisconsin

A bordo del buque norteamericano Wisconsin, se firmó un nuevo tratado, en el que se pactó el cese definitivo de hostilidades.

Consecuencias de la guerra

La guerra significó la muerte de 100.000 colombianos, la destrucción de valiosos paisajes y riquezas naturales, la ruina de las cosechas, el fracaso de la industria, el cese de las exportaciones e importaciones, la generalización del hambre y la miseria y la pérdida de la vergüenza y la moral del país. Adicionalmente, trajo su consecuencia más funesta: la separación de Panamá.

Referencia:
Nuestra Historia. (2012). Casa Editorial El Tiempo.

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