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Revolución Francesa: La República Jacobina y el Período del Terror

La Guillotina en el Período del Terror

El 21 de septiembre de 1792 se proclama la Primera República Francesa, por orden de la Convención Nacional, asamblea de carácter constituyente que congregó los poderes ejecutivo y legislativo del Estado francés desde septiembre de 1792 al 30 de octubre de 1795. En la Convención existían distintas opiniones políticas: La Montaña, formados por jacobinos, dantonistas y otros grupos radicales; los girondinos, enemistados con los anteriores por la violencia y la ejecución del rey Luis XVI; y la mayoría, llamada La llanura, que se inclinaba a uno u otro de los dos bandos, según conviniera.

Los girondinos

Llamados así, por provenir de una región del sur de Francia denominada Gironda. En su mayoría eran miembros intelectuales de la rica burguesía del mundo de los negocios de los puertos costeros. Tenían una visión federalista del Estado y creían que lo mejor para Francia era una monarquía constitucional, por lo que no estaban de acuerdo con la ejecución de Luis XVI. Ello condujo a que los denominaran como moderados dentro del proceso revolucionario. Fueron liderados en su momento por Jacques Pierre Brissot.

Representación de los girondinos con su líder Jacques Pierre Brissot

Representación de los girondinos con su líder Jacques Pierre Brissot

Los jacobinos

Miembros de un grupo político llamado Club de los Jacobinos, cuya sede se encontraba en París. Representaban a la burguesía media y a los sans culottes (clases populares, artesanos y campesinos). Eran republicanos y defensores de la soberanía popular, su visión de la indivisibilidad de la nación los llevaba a propugnar un estado fuertemente centralizado. Querían que todos los ciudadanos sin importar la clase social tuviesen derecho al voto. Adoptaron las ideas ilustradas de Jean Jacques Rousseau sobre la “Democracia”, por ello quisieron acabar de forma radical con cualquier vestigio del antiguo régimen, pensando en la formación de una nueva Francia. Su máximo representante fue Maximiliano Robespierre.

Maximilien Robespierre en 1785, óleo de Pierre Roch Vigneron. Busto de terracota de Robespierre, por Deseine, 1792 (castillo de Vizille).

Maximilien Robespierre en 1785, óleo de Pierre Roch Vigneron. Busto de terracota de Robespierre, por Deseine, 1792 (castillo de Vizille).

Entre 1792 y 1794 Francia se vio envuelta en guerras internas y externas, y los jacobinos adquirieron gran poder, a tal punto que, en junio de 1793, instauraron la República Jacobina. El 2 de junio de 1793, los sans-culottes armados en una insurrección, más 80.000 hombres de la guardia nacional, dirigidos por François Hanriot, rodearon la Convención Nacional y exigieron la destitución de los diputados girondinos. Tras un breve debate, los miembros de la Convención trataron de abandonar el recinto, pero Hanriot gritó: ¡Artilleros, a vuestros puestos! y así, los diputados comprendieron cuán justo era que volvieran a la sala de sesiones y decretaran el arresto domiciliario de 29 diputados girondinos, entre ellos el propio Brissot, además de los ministros Clavière y Lebrun y los miembros de la comisión de los Doce. La Convención Nacional quedó así en manos de los jacobinos.

La Convención rodeada por la Guardia Nacional

La Convención rodeada por la Guardia Nacional

Maximiliano Robespierre y sus colaboradores instauraron lo que se conoce como el período del terror, pues persiguió a toda persona que fuera sospechosa de moderación llevándola a la guillotina. A pesar de sus excesos, la mano dura de los jacobinos evitó la desintegración del país, pues reprimió la rebelión interna contrarrevolucionaria y rechazó a los ejércitos invasores de Prusia e Inglaterra.

Período del Terror

Los jacobinos gobernaron desde junio de 1793 hasta julio de 1794, imponiendo el “Reinado del Terror”. El Terror se instauró en un principio para salvaguardar la República amenazada por la guerra civil contrarrevolucionaria, y por la guerra que las monarquías extranjeras mantenían en las fronteras del país. Maximiliano Robespierre empezó a gobernar a Francia de una forma autocrática, sumiendo al país en un período de persecuciones políticas, incertidumbre generalizada y continuas ejecuciones por traición, sedición, conspiración, entre muchos otros crímenes.

Robespierre controló el Comité de Salvación Pública, verdadero órgano de gobierno de la nación compuesto por 12 miembros de la Convención y aplicó una política destinada a contrarrestar tanto el peligro exterior como el interior a través de tres medidas: Leva en masa, todos los hombres útiles de entre 18 y 25 años fueron reclutados, creando un poderoso ejército; Ley del “máximo general”, que pone un límite fijo a los precios y a los salarios, lo que frenó momentáneamente la inflación; El Terror, toda persona sospechosa de no apoyar la república fue guillotinada.

«Las armas de los radicales» (1819), caricatura del inglés George Cruikshank.

«Las armas de los radicales» (1819), caricatura del inglés George Cruikshank. Haciendo alusión a la guillotina, ya que muchas personas fueron enviadas a ella injustamente, a veces solo por meras sospechas o por el simple hecho de ser adineradas.

En este período, se presenta un Robespierre muy distinto al característico “Defensor del Pueblo” como se le conocía, en su lugar emerge un personaje autoritario, decidido a purificar a Francia de cualquier opositor a la Revolución, justificando el uso de la Pena de Muerte a la que tanto se había opuesto en el pasado. A tal punto llega su intolerancia, que manda a guillotinar a Georges Jacques Danton, amigo suyo y líder revolucionario que quería encontrar soluciones para acabar pacíficamente con el Gran Terror.

El 5 de abril de 1794 son guillotinados Georges Jacques Danton y sus partidarios (Camille Desmoulins, Pierre Nicolas Philippeaux, Jean-François Lacroix –o Delacroix- y otros), opuestos a la política terrorista del aparato del Estado, que habían sido arrestados el 30 de marzo por orden del Comité de Salud Pública tras acusárseles desde la Convención de complicidad con los enemigos de la República y de conspirar para restablecer la monarquía y destruir la representación nacional y el gobierno revolucionario.

Esto desata divisiones políticas en la Convención Nacional que hacen declarar a Robespierre impedido en sus acciones, siendo encarcelado y después ejecutado (28 de julio de 1794 - 10 de Termidor) con muchos de sus colaboradores jacobinos en la misma guillotina que uso para aniquilar a quienes creía enemigos de la Revolución. Con su ejecución acaba la república jacobina, y empiezan a ser perseguidos todos aquellos que se consideren sospechosos de “robespierrismo”, continuando con la cadena de terror.

Detención de Robespierre en la Convención Nacional

Detención de Robespierre en la Convención Nacional

Este período, supuso la muerte de miles de personas en la guillotina, muchas de ellas artesanos y campesinos, convirtiendo las calles de París en ríos de sangre, por donde rodaban cabezas y cuerpos por separado, haciendo imposible la vida cotidiana por el horror y la insalubridad que ello provocaba.

Referencias:
Galindo Neira, L. E. (2007). Nuevas Ciencias Sociales 8. Editorial Santillana S.A.
Montenegro, A. (1992). Historia y Geografía del MundoEditorial Norma S.A.
Rueda, W. Borja, J. y Lavacude, K. (2004). Contextos Sociales 8Editorial Santillana S.A.

Edad Moderna