La ciudad
Vista panorámica de la ciudad de Bogotá, Colombia.
Actualmente la ciudad es el lugar más característico de las sociedades modernas. De hecho, la mitad de la población mundial habita en ellas, lo que da una idea de su importancia. Desde la Revolución Industrial y la aparición de las fábricas se ha producido un gran crecimiento urbano que no ha cesado aún. De esta manera la ciudad ha cobrado gran importancia social y se ha convertido en el centro de actividades comerciales, administrativas, industriales, culturales, sociales, y su expansión es continua.
Sin embargo, hay una diferencia clara entre las ciudades de los países desarrollados y las del Tercer Mundo. Las primeras son más numerosas evitando las grandes aglomeraciones; actualmente, aunque no dejan de crecer, se tiende a una descentralización de las ciudades y a una estabilización de su crecimiento. En el resto de los países las ciudades son menos, pero presentan un enorme y desordenado crecimiento urbano con los consiguientes problemas derivados de este crecimiento.
¿Qué es una ciudad?
Varios son los criterios a seguir, el numérico no tiene valor por sí sólo, ya que hay países en que puede ser considerada “ciudad” cuando cuenta con 10.000 habitantes, por ejemplo. Otros criterios son el funcional, cultural y sociológico. La mezcla de todos ellos puede darnos un primer acercamiento a lo que podríamos definir como ciudad: una agrupación humana en un espacio limitado donde sus construcciones forman un espacio continuo y la gran mayoría de sus habitantes realizan actividades comerciales, industriales o de servicios. Aunque en todas las ciudades se realicen diversas actividades, es muy habitual que tengan funciones más características como, por ejemplo, en una ciudad donde predomine la actividad administrativa y política, o tenga una función comercial por ser lugar de intercambio de mercancías.
Dubái, reconocida como la urbe más cosmopolita del mundo
El espacio de la ciudad
La ciudad está situada en un lugar físico donde se tiene en cuenta el relieve y la hidrografía, es lo que se denomina como emplazamiento. En un principio las ciudades y pueblos se situaban teniendo en cuenta la defensa de la ciudad, por ser cruce de rutas comerciales, por haber agua para los campos agrícolas, etc. Actualmente el crecimiento de las ciudades ha desbordado esos primeros aspectos situándose en emplazamientos contiguos que muchas veces no tienen nada que ver con los aspectos que rodeaban a la ciudad primigenia.
Toda ciudad tiene unos límites y unas condiciones geográficas particulares que la rodean, estos aspectos definen la situación de la ciudad. El desarrollo económico y urbanístico de una ciudad depende en parte de la situación de la ciudad como punto de unión con otras zonas económicas y agrícolas, también son importantes las vías de comunicación, ya que si estas son de difícil circulación será un impedimento para acceder a la ciudad.
Las ciudades actuales
El urbanismo de las ciudades se ve influenciado a lo largo del tiempo no solo por el crecimiento económico y demográfico, o por las modas o tendencias arquitectónicas y urbanísticas; desgraciadamente tienen un papel importante las guerras y su poder de destrucción, y las devastaciones que producen las catástrofes naturales. La destrucción es tal que hay un antes y un después reflejado en las calles y edificios de las ciudades y zonas afectadas. Es lo que sucedió en Europa tras la Segunda Guerra Mundial, y lo que ocurre actualmente con la reconstrucción de las ciudades donde se desarrollan las distintas guerras. Todo esto supone un esfuerzo económico muy grande para la remodelación y reconstrucción de las ciudades y pueblos, y un cambio considerable en la configuración de la ciudad.
Primer bombardeo estadounidense sobre Irak, 21 de marzo de 2003. El complejo presidencial de Sadam Husein arde en llamas. Es el inicio de la invasión que destruirá casi por completo la ciudad de Bagdad y con ella su legado cultural.
Otro rasgo que caracteriza la ciudad actual es la aparición de áreas suburbanas que se anexionan a la ciudad, muchas de ellas procedentes de zonas limítrofes a la ciudad que se ven absorbidas por ésta. Pueden ser de distintos tipos: hortícolas, cuando tienen campos de cultivo cuyos productos abastecen parte de las necesidades de la ciudad; industriales, cuando surgen en torno a una gran fábrica o zona industrial; ciudades o barrios dormitorios, zonas de la ciudad alejadas del centro urbano y de las zonas de trabajo, muchas veces barrios grandes masificados de baja calidad arquitectónica habitados por obreros o clases medias bajas que muy pronto se deterioran y adolecen de buenos servicios públicos; zonas residenciales del extrarradio, son las viviendas unifamiliares de las clases medias y alta que se extienden por grandes zonas del extrarradio con pequeños centros urbanos, formadas principalmente por zonas comerciales y de ocio para abastecer a las urbanizaciones colindantes.
El crecimiento en todos los sentidos de la ciudad
Cuando una ciudad sobrepasa los límites y forma otros núcleos a su alrededor, estableciéndose un gran conjunto urbano, estamos ante una aglomeración. Si por otra parte esta ciudad necesita de otras más cercanas para establecer lazos económicos y comerciales, se produce una conurbación, estos lazos suelen completarse con relaciones culturales, sociales y político-administrativas. Esta relación puede ser entre ciudades de parecida categoría como es el caso de la conurbación del norte de Francia, entre las ciudades de Lille, Roubais y Tourcoing, o entre ciudades donde la relación sea de dependencia donde haya una ciudad principal y otras secundarias (ciudades dormitorio). Así pues, la conurbación es la unión de varias áreas urbanas debido a su crecimiento, de tal manera que las ciudades implicadas se integran espacialmente, aunque las distintas unidades que lo componen mantienen su independencia funcional y dinámica.
Ejemplo de megalópolis en Estados Unidos. Las megalópolis suelen estar formadas por conurbaciones de grandes ciudades.
Con el tiempo muchas ciudades han tenido un crecimiento tan desmesurado que se ha formado un continuo urbano donde se yuxtaponen a lo largo de muchos kilómetros, polígonos industriales, núcleos urbanos, zonas residenciales, zonas rurales, etc.; apoyada, por una tupida red de transportes y unidos por vínculos económicos múltiples, es lo que se conoce como megalópolis. Varios ejemplos de esto son el litoral Atlántico de Estados Unidos, entre Bastan y Washington donde se incluyen Nueva York, Filadelfia y Baltimor, Kiehin en Japón formado por Tokio y Yokohama, Rhin-Ruhr en Alemania que incluye Kól, Düsseldorf y Ruhrgebiet, etc.
La ciudad europea
Es habitual que muchas de las ciudades europeas conserven su centro histórico o parte de este restaurado muchas veces para viviendas, también es el núcleo administrativo y financiero. Otra zona de este tipo de ciudad es el ensanche en forma de damero, con avenidas anchas, y grandes espacios y plazas, son las viviendas de las clases medias-altas con importantes zonas comerciales compuestas por numerosas tiendas especializadas. A estas zonas hay que sumar las zonas residenciales antes descritas, los polígonos industriales cada vez más alejados del centro urbano para descongestionar la ciudad, las zonas de viviendas periféricas (chalés, adosados, etc.).
Polígono industrial San Rafael en Almería, España. Las oportunidades de empleo que generan estos complejos industriales son imanes que atraen a los trabajadores e impulsan el crecimiento de las comunidades locales.
La ciudad norteamericana
En este tipo de ciudades se diferencia muy bien los diversos sectores que la componen: el centro de negocios que comparte espacio con los antiguos barrios de viviendas. En la ciudad se concentran las actividades comerciales y las oficinas. Los barrios periféricos son los denominados “ghettos” donde se concentra una gran parte de la población más desfavorecida principalmente inmigrantes y afroamericanos.
Las zonas residenciales de los alrededores son los extensos barrios de viviendas unifamiliares, alejados de los centros de trabajo por lo que cuentan con una importante red de comunicaciones y transporte para acceder a las zonas de trabajo, lo que genera uno de los males de las ciudades, los atascos y embotellamientos en las horas punta.
La ciudad en Iberoamérica
Lo que caracteriza a la ciudad iberoamericana es la gran población que se concentra en ellas, las capitales de México, Guatemala o Haití, por ejemplo, representan más del 80% de la población de estos estados. Muchas de ellas de origen colonial aún guardan vestigios de su construcción, casas, iglesias y palacios de raigambre hispana. Unas tienen su origen al haber sido importantes puertos de conexión con el continente europeo, Buenos Aires, Cartagena, Valparaíso, y otras nacieron por tener cerca importantes zonas mineras, Bogotá, La Paz, Quito.
Cartagena de Indias, Colombia. A partir de su fundación en el siglo XVI y durante toda la época colonial española, Cartagena de Indias fue uno de los puertos más importantes de América.
El crecimiento de las ciudades se ha ido produciendo según lo que estas ofrecían, bien minas y más adelante actividades industriales como la boliviana Potosí, las ciudades industriales como Redonda en Brasil o Chimbote en Perú. El problema surge cuando el crecimiento desmesurado no es absorbido por la ciudad produciéndose enormes problemas de marginación, desempleo, pobreza, mendicidad infantil, emergencias sanitarias, delincuencia, etc.
Las ciudades en Asia
Las ciudades asiáticas no han seguido ninguna planificación previa por lo que se caracterizan por ser desordenadas y caóticas, además de estar densamente pobladas. En algunas de ellas aún se conserva el barrio colonial europeo, separado del resto de la ciudad, caracterizado por un crecimiento desordenado según las pautas socio-económicas. Así en el centro de la ciudad las viviendas de las clases adineradas, en la periferia los barrios obreros en una disposición caótica, con estrechas calles, donde muchas familias viven hacinadas en humildes casas de una habitación. Las grandes diferencias económicas marcan grandes contrastes que pueden observarse muy bien en ciudades como Calcuta, Bombay, Nueva Delhi en la India, o Bangkok en Tailandia, o Seúl en Corea, por ejemplo.
Una particularidad de estas ciudades es el denominado Bund, que hoy representa el centro comercial más importante de la ciudad caracterizado por ser un núcleo de rascacielos a la manera occidental, es el caso, por ejemplo, de Singapur. En China el estado comunista ha planificado el asentamiento de nuevas ciudades en vastas extensiones con núcleos residenciales, aunque su desarrollo no ha evitado el crecimiento de ciudades como Pekín o Tianjin.
Tianjin Es una de las ciudades más pobladas de China, con más de 4 millones de habitantes en 170 kilómetros cuadrados.
Las ciudades en África
Hay que diferenciar entre las ciudades del norte de África y las del África negra. En las primeras, las ciudades son herederas de la tradición musulmana y árabe por lo que destacan aún muchas de las actividades artesanales, uno de sus rasgos más característicos. Aunque también generan una dinámica industrial proveniente del mundo occidental, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XX.
Sus ciudades muestran en el centro histórico el complicado trazado antiguo de calles musulmanas y luego zonas modernas como cualquier otra ciudad. Con zonas industriales y muchas de las características descritas en las ciudades asiáticas. La conurbación más importante de esta zona es la que hay en Egipto formada principalmente por la ciudad de El Cairo. En Marruecos, Rabat es un ejemplo de ciudad norteafricana moderna.
Muchas de las ciudades del África negra cuentan con escasas actividades urbanas. Casi todas son las que crearon los colonialistas como centros administrativos y políticos, entre todas ellas destacan varias ciudades de Sudáfrica y Golfo de Guinea, verdaderos centros industriales y comerciales. El resto de ciudades africanas cuenta con escasa infraestructura urbanística, y aunque no están muy pobladas el grado de crecimiento es muy alto debido al éxodo rural continuo que obliga a campesinos y agricultores a buscar mejores condiciones de vida que no encuentran cuando llegan a la ciudad, ya que existe una diferencia muy grande entre los escasos puestos de trabajo y el gran número de habitantes en edad de trabajar. Esta inmigración se instala en arrabales de ínfimas condiciones, la zona intermedia que existe entre la ciudad y el mundo rural africano. Un panorama así encontramos en los núcleos de Sudán, o en ciudades del África occidental.
Johannesburgo Sudáfrica. Esta ciudad es una de las 40 áreas metropolitanas más grandes del mundo y una de las únicas tres de África oficialmente denominadas "ciudad global" (clasificada como una ciudad de clase mundial); las otras dos son El Cairo y Ciudad del Cabo.
La educación vial en la ciudad
La vida en las ciudades modernas evoluciona constantemente y uno de los factores que contribuyen a esta evolución es la necesidad de desplazamiento que tiene el hombre de nuestro tiempo. Debido al gran aumento demográfico, las distancias son cada vez mayores. Los hombres de negocios se tienen que desplazar de un extremo a otro de nuestra geografía. Colegios, campos de deportes, amigos, todo se encuentra, con frecuencia, lejos. La utilidad de los vehículos es tal, que se han convertido en una necesidad apremiante.
Cada vez es mayor el número de los que circulan por nuestras vías. Esto crea un problema: el de la circulación, que es cada vez más complicada, y para facilitarla se han construido redes de carreteras y ferrocarril, redes viarias que enlazan ciudades lejanas (autopistas, autovías), ciudades próximas (carreteras nacionales), pueblos (carreteras comarcales) y, dentro de los núcleos urbanos, calles y avenidas, con un trazado amplio e inteligente. Todas estas vías se regulan con unas normas de circulación claras y concretas. En general, se llama vía pública a todo camino que se puede utilizar para circular.
Calle o vía urbana es la vía pública que se encuentra en el casco de una población. Su característica más importante es la de tener edificios a ambos lados situados a una distancia entre sí que no puede superar los 500 metros. A los lados de estas vías urbanas hay una zona reservada a los peatones, que se llama acera, andén o paseo. Entre estas dos zonas peatonales se encuentra la calzada, que es la parte reservada a los vehículos y animales. Las calzadas pueden estar divididas en tramos longitudinales, debidamente señalizados en el suelo, que se llaman carriles y que tienen que tener una anchura que permita la circulación de una fila de automóviles. Dentro de la calzada se suelen encontrar refugios para peatones. Saliendo de los núcleos de población se encuentran las carreteras o vías interurbanas, a cuyos lados puede haber edificios, pero siempre que se encuentren a una distancia de más de 500 metros.
Nudo de autopistas en Los Ángeles, Estados Unidos.
En la época actual donde la rapidez es un rasgo fundamental ha sido necesario crear nuevos sistemas viarios: las autopistas, vías especialmente diseñadas para la circulación rápida de automóviles, y las autovías, que, sin ser autopistas, se distinguen de éstas en que la entrada en ellas se hace de manera directa, en tanto que a la autopista se accede por una vía lateral que permite el ingreso del automóvil en la corriente circulatoria de forma gradual y sin parada.
Las normas internacionales se rigen por un código de circulación
Se llama código de circulación al conjunto de normas que sirven para regular el desplazamiento de vehículos. Sin embargo, hay unas normas de seguridad generales que son válidas para la conducción de cualquier tipo de vehículo, ya que están basadas en una buena educación vial y una buena convivencia entre las personas. Así, no hay que molestar a los demás, ya que la vía pública es de todos; por tanto, todo lo que en ella se hace tiene que ser positivo para no entorpecer la circulación, no hay que sorprender a los demás conductores con una maniobra brusca, antes de efectuar dicha maniobra hay que comprobar si existe algún peligro; hay que advertir de cualquier maniobra o desplazamiento que varíe la dirección del vehículo, no basta con una advertencia, sino que, además, hay que hacerla con tiempo y distancia suficientes a fin de que resulten visibles.
Estas señales pueden ser: con los brazos o luminosas. Las señales con los brazos más usadas son, brazo izquierdo extendido: desviación hacia ese lado; brazo izquierdo levantado: desviación a la derecha; brazo izquierdo extendido y con la palma de la mano hacia atrás: se indica que se inicia la marcha atrás. Las señales luminosas: las luces son de color blanco o amarillo en la parte delantera y rojas en la parte trasera. Los indicadores de dirección, intermitentes, que son de color amarillo, y las luces de marcha atrás, que son blancas o amarillas.
Señales de transito
Las señales de tráfico están constituidas por el conjunto de elementos destinados a advertir, regular e informar a los usuarios de las vías públicas. Sus funciones, por tanto, serán: advertir de posibles peligros, ordenar la circulación según las circunstancias, recordar alguna prescripción del código de circulación y proporcionar a los usuarios de las vías una información suficiente.
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