contadores de paginas web

Imperio Carolingio: Carlomagno

Busto relicario de Carlos Magno
Busto relicario de Carlomagno.

Carlos I el Grande, llamado Carlomagno, sucedió a Pipino el Breve, su padre, y compartió el gobierno del reino franco con su hermano Carlomán, hasta 771. También fue rey nominal de los lombardos entre 774 y 814, consagrado por la Iglesia de Roma, asumió como Sacro Emperador de Occidente desde 800 hasta 814. Fundó el Imperio Carolingio, entidad política que fue considerada como la restauración del Imperio Romano de Occidente y que, con el tiempo, se transformaría en el llamado Sacro Imperio Romano Germánico, en 962, cuando Otón I asumió el trono imperial.

Hijo del rey Pipino y de Bertrada de Laon, su fecha y lugar exacto de nacimiento es desconocido por los historiadores, quienes han dado varias suposiciones, el 1 de abril de 747, el 15 de abril de ese mismo año o el 1 de abril de 748. La mayoría de hipótesis sostienen que Carlomagno nació en Herstal, ciudad natal de su padre, de donde eran originarias las dinastías carolingia y merovingia. Herstal es una ciudad ubicada en la actual Bélgica.

La fecha de su fallecimiento es contada a la historia por Eginardo: “Murió el veintiocho de enero, el séptimo día desde que cayó en cama, a las nueve de la mañana, tras participar de la eucaristía, en su septuagésimo segundo año de vida y el cuadragésimo séptimo de su reinado”.

Muerte de Carlomagno
“Muerte de Carlomagno” Autor Anónimo, siglo XV Museo de Chantilly.

Carlomagno falleció en la mañana del 28 de enero de 814, en Aquisgrán, a causa de una pleuritis y esa misma noche, según las crónicas de la época, ya había recibido sepultura en la catedral de su ciudad predilecta. Desde entonces y a lo largo de los siglos, la búsqueda de su sepultura se convirtió en una obsesión tanto para monarcas posteriores como para Otón III, dos siglos después de su muerte, y para el emperador Federico Barbaroja otros 50 años más tarde.

Fue tanta esta obsesión que Oto de Lomello, conde del palacio de Aquisgrán en época de Otón III, presumiría que él y el emperador Otón habían descubierto la tumba de Carlomagno; según Oto, sentaron al emperador en un trono, le vistieron con una corona y un cetro de celebración y cubrieron con ostentosas ropas su cuerpo incorrupto. Ya en 1165, el emperador Federico I abrió de nuevo la tumba y trasladó el cuerpo a un sarcófago que emplazó debajo del suelo de la catedral. En 1215, Federico II volvería a introducirle en un ataúd de oro y plata.

Una descripción de Carlomagno

Poco se sabe de la niñez y juventud de Carlomagno, su biógrafo Eginardo escribió lo siguiente: “Sería disparatado, creo yo, escribir una sola palabra respecto al nacimiento y la infancia de Carlos, o incluso sobre sus primeros años, ya que nunca se escribió nada al respecto y no existe nadie con vida que pueda dar información de ello. En consecuencia, decidí pasar esto por alto y dedicarme de inmediato a su persona, sus obras y otros hechos de su vida que merecen ser relatados y divulgados, y me referiré primero a sus acciones locales y en el extranjero, luego sobre su persona y actividades, y por último acerca de su gobierno y muerte, sin omitir nada que merezca o sea necesario conocer”.

 Retrato de Carlomagno
Retrato de Carlomagno, por Alberto Durero. Se pintó varios siglos tras su muerte.

Eginardo, nació en 775, vivió en la corte de Carlomagno y después se integró a la corte de Luis el Piadoso en donde se ocupó de la educación de su hijo mayor, Lotario. En su obra “Vida de Carlomagno” da la siguiente descripción del emperador: “Era hombre de formas robustas y proporcionadas, de elevada aunque no desmedida estatura, pues medía siete veces la longitud de sus pies. La parte superior de su cabeza era redonda y los ojos muy grandes y vivaces. La nariz un poco más grande que lo regular y el cabello de hermoso color rubio. El rostro de su expresión, alegre y afable. Su aspecto era majestuoso y digno, llamando la atención por su continente varonil y tenía un timbre de voz clara y sonora. Su espada siempre pendiente del cinto, tenía la empuñadura de oro o de plata. En las solemnidades se presentaba con un traje entretejido de oro y zapatos cubiertos de piedras preciosas. Llevaba el manto sujeto con un broche de oro y en la cabeza una diadema del mismo metal con piedras preciosas”.

La mítica batalla de Roncesvalles

Carlomagno, rey de los francos, se había adentrado en tierras hispanas acudiendo a la llamada del gobernador de Zaragoza, Sulaymán al-Arabi, quien se había rebelado contra el califa Abderramán I. El emperador quería apoyarle en su sublevación a cambio de la entrega de la plaza de Zaragoza. En su avance, Carlomagno destruyó las murallas de Pamplona para asegurar su regreso en caso de fracasar en Zaragoza. El plan de Carlomagno se vio frustrado, pues Sulaymán se negó a entregar Zaragoza. El emperador carolingio debió regresar a su país a través del paso pirenaico de Roncesvalles.

Representación de la Batalla de Roncesvalles
Representación de la Batalla de Roncesvalles (Navarra).

El 15 de agosto de 778, a su cruce por el desfiladero de Valcarlos, la retaguardia del ejército franco, unos 20.000 soldados liderados por Roldán, sobrino de Carlomagno, fue atacada por contingentes árabes que contaban con el apoyo de tribus vasconas. Este suceso histórico fue el origen de la leyenda recogida en “El Cantar de Roldán” que cuenta cómo este valiente caballero hizo sonar su olifante de marfil para advertir del peligro -aun a riesgo de delatar su propia posición- al grueso del ejército, que descansaba apostado en Valcarlos. En la versión del cantar de gesta, Carlomagno creyó oír el olifante de Roldán, pero su asistente Ganelón lo convenció de que se trataba de un aviso sin importancia.

Roldán, que murió en el combate, arrojó al agua su gloriosa espada “Durandarte” a fin de que no cayera en manos del enemigo. La batalla de Roncesvalles, aunque no se tradujo en una clara victoria para el emperador Carlomagno, sirvió para frenar el avance del Islam sobre Europa central a través de los Pirineos.

El emperador Carlomagno llorando la muerte de Roldán
El emperador Carlomagno llorando la muerte de Roldán.

La coronación más importante

Convocado por el Papa León III, que se sentía amenazado por la nobleza romana, Carlomagno acudió prestamente a Roma y, con una demostración de poder, lo ratificó en el cargo de Sumo Pontífice. El Papa lo recibió con todos los honores y, en una ceremonia de gran solemnidad, lo coronó como Emperador de Occidente. De este modo, Carlomagno se convirtió en protector de la cristiandad y se situó por encima del poder eclesiástico.

El Papa León III coronó a Carlomagno como Emperador de Occidente empleando la fórmula de “Romanum Gobernans Imperium”. Esto motivó el inmediato enfriamiento de sus relaciones con el Imperio Bizantino. En cambio, el califato abásida, enemigo mortal de Bizancio, le ofreció su respaldo y envío una embajada a Aquisgrán. Al poco tiempo, el emperador bizantino Miguel I Rangabe reconoció a Carlomagno como emperador de Occidente a través de un tratado firmado en Aquisgrán.

Coronación de Carlomagno por León III
Coronación de Carlomagno por León III.

La ciudad de Aquisgrán

La ciudad de Aquisgrán fue originariamente un asentamiento celta, conquistada posteriormente por los romanos. Pero, por encima de todo, fue la ciudad de Carlomagno. En ella nació y allí estableció su gobierno, convirtiéndola en el centro cultural más importante del momento. Los historiadores la consideran la cuna del Renacimiento carolingio. La  relevancia de Aquisgrán se hace evidente si se piensa que, entre los años 813 y 1531, en ella fueron coronados 32 emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico. El ayuntamiento fue construido sobre las ruinas del palacio de Carlomagno en 1353. El presbiterio de la catedral se empezó a construir en el siglo XII y se terminó en el XIV. Allí está conservado el trono de Carlomagno y también su tumba. En 1978 la UNESCO la declaró Patrimonio Mundial.

Catedral de Aquisgrán
Catedral de Aquisgrán: La catedral de Aquisgrán es una de las obras arquitectónicas mejor conservadas de la época carolingia. Fue una de las primeras construcciones religiosas con cúpula al norte de los Alpes y alberga las grandes reliquias de Aquisgrán.

Los amoríos de Carlomagno

Se sabe que Carlomagno mantuvo rela­ciones con una joven noble llamada Himiltrudis, naciendo de esta relación un hijo llamado Pipino el Jorobado. Hacia 770 se casó con Desiderata, hija de Desiderio, el rey de los longobardos, a la que repudió por motivos desconocidos. Su segunda esposa fue Hildelgarda, mujer noble de origen suabo, con la que tuvo 9 hijos. A la muerte de Hildelgarda, en 783, se casó con Fastrada, de origen germánico, con quien tuvo dos hijas, Teodorada y Hiltrudis, mientras que una concubina le daba otra hija de nombre Rodaida. De nuevo viudo en 794, contrajo matrimonio con la alamana Liutgarda, con la que no tuvo hi­jos. Al fallecer ésta. Carlomagno se relacionó con cuatro concu­binas Madelgarda, con quien tuvo a Rotilda, Gersvinda, madre de Adeltrius, Regina, que tuvo dos hijos, Drogón y Hugo, y Adelinda, con la que tuvo a Teodorico.

Hildegarda de Vinzgouw
Hildegarda de Vinzgouw: En 771 Hildegarda, de sólo 13 años, contrajo nupcias con Carlomagno, quien había repudiado a su esposa Desiderata. Hildegarda, promovió la construcción de numerosas iglesias, así como del monasterio de Reichenau y de la abadía de Kempten. Colaboró a manos llenas con estos y otros conventos.

Carlomagno y los doce pares

“La historia del emperador Carlomagno y de los doce pares de Francia” es un libro de caballerías originariamente escrito en francés y cuya traducción al castellano, publicada en Sevilla en 1525, tuvo un notable éxito de venta. Relata el enfrentamiento bélico de Carlomagno con un ejército pagano dirigido por el almirante Balán y su hijo Fierabrás, rey de Alejandría. Éste es vencido en combate por Oliveros, uno de los paladines de la corte carolingia, y posteriormente se bautiza. Sin embargo, Oliveros y otros cuatro caballeros caen prisioneros del almirante Balán y son encerrados en una torre, donde los visita la bella Floripes, hermana de Fierabrás. La joven, enamorada de un caballero de la corte carolingia llamado Guido de Borgoña, los ayuda a escapar de su prisión y les da refugio en sus aposentos.

Por su parte, Carlomagno envía a siete de los doce pares de Francia, encabezados por su sobrino Roldán, a negociar con el almirante Balán sobre la libertad de los prisioneros, pero el pagano ordena encarcelarlos con los otros. Floripes logra que le sean entregados los nuevos cautivos, entre los que figura Guido de Borgoña, y los reúne con los otros cinco. Al descubrirse lo ocurrido, los doce se enfrentan con los “infieles” y después de muchas incidencias, logran enviar a uno de ellos, Ricarte de Normandía, a dar aviso a Carlomagno de la situación en que se hallan. Finalmente, los ejércitos del emperador logran vencer al almirante, que se niega a bautizarse y es ejecutado, mientras Floripes se casa con Guido de Borgoña.

 Floripes, escultura en la plaza Patrón Joaquim Lopes
Floripes, escultura en la plaza Patrón Joaquim Lopes. Olhão, Portugal.

Carlomagno renovador cultural

En el plano cultural Carlomagno impulsó la recuperación del espíritu romano, perdido en los siglos anteriores, mediante lo que se ha llamado "Renacimiento carolingio". Una de sus primeras medidas fue crear una escritura común y homogénea en todo el imperio -la minúscula Carolina-, que facilitó la difusión de la escritura y la lectura. Además, emprendió la construcción de grandes conjuntos monásticos y catedralicios que le servirían de base para la cristianización de los distintos pueblos sometidos. También organizó territorialmente la administra­ción religiosa y creó importantes escuelas y academias como centros promotores de su revolución cultural.

Carlomagno creó el “condado” como unidad administrativa básica del imperio, a cargo de un “conde”, y fundó varias marcas (llamadas burgos), cada una de las cuales estaba al mando de un marqués. También creó la Escuela Palatina en Aquisgrán, a cuyo frente puso a Alcuino de York, uno de los más importantes eruditos de su tiempo, quien incentivó la traducción de textos siendo este su principal aporte a la cultura carolingia. “Vita Karoli Magni” (Vida de Carlomagno) es la biografía más completa del emperador, escrita por Eginardo (775-840). A la muerte de Carlomagno, su imperio se desmembró.

Estatua de Carlomagno en el Palacio de Versalles
Estatua de Carlomagno en el Palacio de Versalles.

Referencias:
GALINDO NEIRA, L. E. (2007). Nuevas Ciencias Sociales 7. Editorial Santillana S.A.
GIMENO, D. (2008). Grandes Civilizaciones de la Historia. Imperio Carolingio. Editorial Sol 90.
MONTENEGRO GONZÁLES, A. (1994). Civilización 7. Editorial Norma S.A.