contadores de paginas web

Islam: Economía

Economía musulmana

Por las rutas del desierto

La Península Arábiga estaba habitada por tribus dispersas, nómadas del desierto (beduinos) y sedentarias, sin que conocieran para el conjunto de ellas, una conducción política y económica unificada. Por lo general, la relación entre estas tribus no siempre transitó caminos de cooperación e intercambio, siendo comunes, por el contrario, la rivalidad, cuando no el conflicto abierto.

Con el tiempo, y a medida que la producción agrícola permitió el abastecimiento de toda la comunidad, las poblaciones del desierto fueron cada vez más abandonando el nomadismo, convirtiéndose también ellas en sedentarias, con la excepción de algunas tribus que mantuvieron las características originales de su cultura pionera.

El desierto era el territorio excluyente de los nómadas. Los agricultores, en cambio, se establecieron sobre todo en el sur, en el actual territorio de Yemen. Era en esa región, precisamente, donde se establecía el enlace entre las mercancías que ingresaban por vía marítima y las grandes caravanas de camellos, que siguiendo una ruta precisa sorteaban los grandes peligros y alcanzaban los centros urbanos que buscaban ansiosamente sus productos.

Caravaneros del Sahara
Caravaneros del Sahara. Los camellos eran los vehículos de transporte y carga por excelencia, ya que su resistencia los hacía ideales para transitar largas distancias bajo condiciones climáticas extremas.

Mahoma, padre del islamismo, justamente compartía como oficio el ser caravanero, oficio que a su vez heredó de su familia. Será en uno de sus tantos viajes con los que solía unir la ciudad de La Meca con otras de su vecindad, que Mahoma recaló en una cueva donde tuvo la fantástica visión del arcángel Gabriel, quien descendió con el mandato divino de convertirlo en el Profeta de la palabra de Dios.

Navegación comercial

El profuso desarrollo del Califato Abasida se tradujo en el incremento de la actividad comercial ultramarina. Particular importancia tuvo la importación de artículos suntuarios, como piedras preciosas y joyería ornamentada en oro y plata. La navegación en el Océano Indico fue una de las rutas más importante de los abasíes.

Comercio portuario

Las actividades en el puerto egipcio de Alejandría se mantuvieron a pesar de las crisis recurrentes del mundo musulmán. Puente estratégico entre Europa y oriente, el puerto alejandrino constituyó el corazón mismo de la ruta marítima comercial de la que dependían unos y otros.

Faro de Alejandría
El Faro de Alejandría fue construido entre 285 a. C. y 247 a. C. en la isla de Pharos, en Alejandría (Egipto), para guiar a los navíos que se dirigían al puerto de la ciudad. Fue derribado por un terremoto a principios del siglo XIV.

En el mercado

Plaza de encuentro de vendedores y peregrinos, el mercado árabe reunía legiones de camellos y hombres que con sus turbantes y túnicas se establecían en tiendas y en caminos de piedra, a la vera de los edificios. Por lo general, se trataba de una zona pre establecida y única, donde la población local acudía en busca de frutos, especias y artesanías, como también de oficios, como barberos.  

Mercaderes y caravaneros solían confluir en tiendas junto a peregrinos que, deseosos de cumplir con su deber religioso, financiaban su viaje vendiendo los productos más apreciados de su tierra. Los comerciantes se apostaban en alguna calle de piedra, bajo la sombra protectora de los edificios de piedra. Uno tras otro, formaban interminables senderos de pacientes vendedores fijos.


Los mercados constituían un punto de sociabilidad inmenso. En donde hombres y mujeres se acercaban no sólo para adquirir productos, sino también para distraerse, conversar y compartir algún juego de mesa. Los productos que los mercaderes ofrecían eran de lo más diversos. Abundaban los frutos regionales, en especial sandías, melones, limones, naranjas, uvas, duraznos y manzanas.

Mercado en el Cairo
Mercado en el Cairo 

El reposo de los mercaderes
 
La región arábiga se convirtió en ruta de caravaneros y mercaderes, cuyas vidas transcurrían como nómadas en el desierto. El desarrollo comercial generó la construcción de posadas para estos comerciantes, por lo general dispuestas en los centros urbanos de partida y recepción. Entre estas construcciones destacan el “caravasar” selyúcida y el "khan" omeya.

La casa del comerciante

En las ciudades, el comercio y las manufacturas se concentraron en barrios separados de la zona residencial, mientras que el barrio del bazar se situaba normalmente en los alrededores de la mezquita más importante, a la vez el centro económico de la ciudad. Los comercios estaban separados por oficios. Cada mercado tenía un vigilante, llamado muhtasib, cuya misión era controlar las medidas y los pesos.

Los khan omeyas

Los establecimientos para el descanso de las caravanas comerciales más antiguos que se conocen son los construidos por los omeyas en Siria y Jordania durante los siglos VII y VIII. Adoptados posteriormente por los abasíes, serían bautizados por los persas como khan. A menudo, los khan eran simples fortificaciones, sin alojamientos, en muchos casos, como en Qasr al-Hayr Ash Sharqi (Siria), estaban en el mismo recinto de los palacios reales.

Qasr al-Hayr Ash Sharqi
Qasr al-Hayr Ash Sharqi, castillo en medio del desierto de Siria. Fue construido por el califa omeya Hisham ibn Abd al-Malik en 728-29, en una zona rica en fauna, en el desierto. Fue utilizado al parecer como reposo caravaneros del desierto de Libia.

Los caravasares selyúcidas

En el siglo XII, los selyúcidas del sultanato de Rum transformaron los khan en caravasares: edificios que, normalmente, incluían, además de alojamiento para los comerciantes, unos baños públicos. Construyeron toda una red en Anatolia, separados por la distancia que recorría una caravana en un día (35 km). El modelo sería adoptado por los otomanos y los safávidas.

Las principales rutas comerciales

Los reinos islámicos impulsores de las posadas caravaneras controlaban buena parte de las cuatro rutas terrestres que, junto a la marítima de las especias, configuraban los ejes de intercambio comercial del período: la ruta del oro (norte de África), la del incienso (Arabia) y la de la seda (Asia central).

Principales rutas comerciales musulmanas en la Edad Media
Principales rutas comerciales musulmanas en la Edad Media

Los árabes musulmanes enviaban a China coral y marfil, que había sido adquirido previamente en África oriental. De Extremo Oriente importaban porcelanas, telas de seda y papeles finos. Hacia Europa occidental, los árabes enviaban artesanías en metal, requeridas por la nobleza.

Economía actual del mundo musulmán

La extracción de petróleo y de gas natural son las principales actividades económicas de los países musulmanes de la Península Arábiga. La región también tiene un activo sector de la construcción y muchas ciudades reflejan la riqueza generada por el petróleo. En el sector servicios predominan las actividades financieras y técnicas que sirven a la actividad petrolera. En áreas rurales se desarrollan las artesanías tradicionales, como la confección de alfombras.

En Egipto, muchos agricultores, aún usan métodos tradicionales para cultivar algodón, maíz, arroz, azúcar, frutas y verduras. Egipto es el mayor productor de dátiles de todo el mundo. Otro cultivo importante es el berseem, un tipo de trébol que se cultiva como alimento para animales. Egipto es además uno de los mayores productores de algodón en el mundo, muchas personas se encuentran empleados en la industria textil hilando, tejiendo y tiñendo el algodón de fina calidad para fabricar prendas de vestir y otros productos. Por otra parte, casi el 99% de los egipcios vive en el valle o en el delta del río Nilo, siendo línea vital que proporciona agua para la agricultura, las industrias y para uso doméstico. Cuando se construyó la represa de Aswan en el Nilo, ésta dio origen a la reserva más grande del mundo, el lago Nasser.

La represa de Asuán
La represa de Asuán es una megaconstrucción diseñada en 1956, y construida entre los años 1959 y 1970 entre los gobiernos egipcio y soviético.

Libia posee una economía basada en la producción de petróleo y gas. El petróleo constituye el 99% de las exportaciones del país. Antes del descubrimiento del petróleo, las exportaciones de Libia eran solo juncos y la chatarra. A la par con el desarrollo de la industria petrolera, también han crecido las ciudades del país, proporcionando más casas, trabajos y servicios. Alrededor del 85% de la población vive en las ciudades, antes muchos vivían en el campo como agricultores nómadas.

Por su parte, la economía de Marruecos depende de tres factores: el turismo, la agricultura y los fosfatos. Los productos agrícolas constituyen un tercio de las exportaciones. Los cultivos principales son los cereales, verdura, frutas cítricas y dátiles. En cuanto los fosfatos, Marruecos es el tercer productor mundial, los que se utilizan para elaborar productos químicos y fertilizantes. Grandes fábricas procesan fosfatos para su exportación.

Argelia es un país musulmán en su mayoría, que no puede producir los cultivos suficientes para alimentar a su población que va en rápido aumento y tiene que importar aproximadamente tres cuartas partes del alimento que necesita. Sin embargo, cerca de la mitad de la población vive de la agricultura. Sus principales cultivos son los cereales, frutas, aceitunas, tabaco, higos y dátiles. A nivel mundial Argelia es uno de los principales proveedores de caucho, el cual se elabora a partir de la corteza del alcornoque. Grandes reservas de petróleo y gas determinan eficientemente la economía de este país, Argelia abastece de gas a Francia y España.

Planta de gas en el desierto de Argelia
Planta de gas en el desierto de Argelia

Los árabes de los pantanos han cazado y pescado en los pantanos del sur de Irak durante más de 5000 años. Actualmente su estilo de vida se ve amenazado por la decisión de drenar los pantanos y utilizar el agua para riego de cultivos. La fauna y medio ambiente únicos de estos pantanos también tienden a desaparecer. Los recursos naturales más importantes de Irak son el petróleo y el gas natural. La producción de petróleo a gran escala comenzó en 1945 y actualmente controla la economía. Debido a que Irak posee una salida hacia el mar solo a través de un corto estrecho en las costas del Golfo Pérsico, sus exportaciones de petróleo dependen del tendido de tuberías a través de Turquía, Siria y Arabia Saudita.

En Irán, también es el petróleo, el principal producto de exportación. Menos de la mitad del campo iraní es adecuado para la agricultura. Los métodos tradicionales de irrigación incluyen las represas, pozos y los qanats. Un qanat es un canal subterráneo que lleva agua desde una fuente a un área cultivable. Algunos qanats tienen más de 40 km (25 millas de longitud). En los últimos años Irán ha estado haciendo esfuerzos por ser menos dependiente de los productos alimenticios importados, volviéndose hacia una mayor cantidad de cultivos propios, como los cereales, el té y el algodón. Son muchas las familias de agricultores que aún siguen criando ganado vacuno, ovejas y cabras.

La exportación de alfombras ocupa el segundo renglón económico después de la de petróleo en Irán.
Cada una de las alfombras está compuesta por miles de trozos de lana liada en sofisticados diseños. La exportación de alfombras ocupa en Irán el segundo renglón económico después del petróleo.
 

Referencias:
GALINDO NEIRA, L. E. (2007). Nuevas Ciencias Sociales 7. Editorial Santillana S.A.
GIMENO, D. (2008). Grandes Civilizaciones de la Historia. Islam. Editorial Sol 90.
MONTENEGRO GONZÁLES, A. (1994). Civilización 7. Editorial Norma S.A.