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El imperialismo y la repartición del mundo

El imperialismo y la repartición del mundo

Durante la segunda mitad del siglo XIX, el mundo vivió un proceso cultural, económico político y social conocido como imperialismo, el cual fue liderado por Estados Unidos, Japón y las grandes potencias europeas. El imperialismo fue consecuencia de la Revolución industrial; si bien su primera fase se caracterizó por la libre competencia de las pequeñas y medianas empresas, esta evolucionó hacia una segunda fase que se destacó por la concentración del capital, la disminución o eliminación de la competencia y la consolidación de un capitalismo financiero.

La economía mundial y el imperialismo

Durante la Gran Depresión de 1873-1896, el consumo interno de los países industrializados disminuyó, al tiempo que aumentó el excedente de mercancías. Por ello, estos países exportaron sus excedentes hacia países poco industrializados, ante lo cual estos adoptaron políticas proteccionistas para defender sus propios mercados.

Ante la gran competencia, en los países industrializados las empresas con menos avances técnicos quebraron o fueron absorbidas por las grandes industrias. Fue así como se conformaron cárteles o grupos de empresas que defendían sus intereses comerciales y disminuían la competencia, y se consolidaron los trusts o compañías que controlaban el monopolio del mercado sobre un producto o sector de la economía.

Cartel de Standard Oil Trust
La primera combinación que adoptó la forma de trusts fue la "Standard Oil Trust", empresa petrolera fundada en 1882. En 1890 la Ley Sherman declaró ilegales a los trust en los Estados Unidos.

La consolidación de la industria y el comercio exigió importantes aportes de capital con los que sólo contaban los bancos y corporaciones financieras. La unión del capitalismo industrial y el financiero desencadenaron una apertura de nuevos mercados, vinculados al circuito económico europeo y norteamericano. Así, el imperialismo y el colonialismo fueron dos facetas del capitalismo que dieron como resultado una expansión europea por África, Asia y Oceanía.

La repartición de África

La ocupación territorial en este continente se llevó a cabo de la siguiente forma:

- Inglaterra en Egipto, junto con Sierra Leona, Gambia, Costa de Oro y Lagos. Desde Egipto, se expandieron por Sudán, Somalia, Kenia y Uganda.

- Francia en Túnez y Argelia. Luego, continuó su expansión desde Senegal hacia el interior.

- Alemania en Camerún, Togo y Tanganika.

- España en el Sahara occidental y Guinea Ecuatorial.

- Portugal ocupó Guinea, Angola y Mozambique.

- Bélgica e Italia ocuparon el Congo y Somalia.

Mapa de África antes de la Primera Guerra Mundial
Mapa de África antes de la Primera Guerra Mundial

El imperialismo y el colonialismo

Para el siglo XIX, el término imperialismo tuvo un sentido diferente al que se aplicaba en la antigüedad, ya que abarcaba cuestiones económicas como la expansión del capitalismo industrial y financiero de las potencias europeas, Estados Unidos y Japón sobre las zonas “vacías de poder” de África, Asia y Oceanía. También abarcaba la influencia indirecta sobre los países latinoamericanos. Asimismo, comprendió cuestiones ideológicas como el nacionalismo imperante entre las potencias que competían entre ellas.

Por su parte, el colonialismo fue un aspecto dentro del imperialismo y significó la explotación y el control directo del mundo, caracterizada por su atraso científico y técnico, por parte de los países industrializados. Cabe destacar que estos se lanzaron a la conquista del mundo motivados por varios factores:

- Demográficos: El aumento poblacional europeo favoreció una gran migración, sobre todo de los sectores más pobres, a otros continentes.

- Culturales: El colonialismo se justificó como una misión civilizadora a través de la cual se difundía por el mundo la cultura occidental, que se creía superior a la de los pueblos indígenas.

- Religiosos: Dentro del cristianismo europeo y norteamericano, surgió un gran movimiento que tenía como objetivo la difusión del cristianismo por todo el mundo.

- Políticos: El colonialismo surgió como extensión de los nacionalismos. Así, algunas naciones utilizaron la expansión imperial como una manera de olvidar las derrotas y humillaciones. También fue importante la competencia, pues una vez iniciada la adquisición de colonias, ninguna potencia quiso quedarse rezagada en el proceso.

Caricatura política de 1805 sobre el reparto del mundo por parte de William Pitt y Napoleón
Caricatura política de 1805 sobre el reparto del mundo por parte de William Pitt y Napoleón

Junto con el avance de las potencias coloniales, los misioneros cristianos llegaron a diferentes partes del mundo para evangelizar. Usualmente se dedicaban a labores caritativas y educativas, que atenuaron la dureza del sistema imperialista. El escocés David Livingstone fue uno de los más destacados exploradores. Su lema de la triple C (cristianismo, comercio y civilización) fue el modelo de colonización.

La repartición del mundo

Desde principios del siglo XIX, Francia e Inglaterra habían iniciado la colonización de Asia y África. De hecho, para la década de 1860, toda la Indochina y el sudeste asiático eran dominados por estos países. Sin embargo, para 1871, la consolidación de extensos imperios, como Alemania, Austria-Hungría, Bélgica, Italia y Rusia, hizo que sintieran interés por lograr una expansión territorial en África y Asia.

La Conferencia de Berlín

Esta conferencia, convocada por el canciller Otto von Bismarck y el rey Leopoldo II de Bélgica en 1884, tuvo como objetivo reglamentar la colonización de África para evitar la confrontación entre potencias. En ella además de repartirse el continente, salvo Etiopía y Liberia, se acordaron dos reglas para la colonización. En primera instancia, los países debían expresar la intención de colonizar un territorio para que fuera aprobada. En segundo lugar, se llevaría a cabo la ocupación efectiva, etapa que trajo múltiples conflictos.

La conferencia de Berlín, según una ilustración de Illustrierte Zeitung.
La conferencia de Berlín, según una ilustración de Illustrierte Zeitung.

En la Conferencia de Berlín, además se lograron las siguientes disposiciones:

- El reconocimiento de la libertad de navegación por los ríos Níger y Congo.

- La libertad de comercio en África central.

- El establecimiento de una nueva doctrina de ocupación, según la cual los habitantes de la costa adquirían el derecho de posesión sobre los territorios ocupados.

El sistema imperial en el mundo

El gobierno de las colonias se desarrolló bajo distintos modelos. Los principales fueron los dominios, los departamentos, el protectorado y el virreinato.

- Los dominios: Sistema administrativo de dominación indirecta practicado por Inglaterra. Se fundamentaba en el fomento de las instituciones indígenas, la autonomía y el respeto, entendiendo que las colonias debían gobernarse ellas mismas. Posteriormente, con el gran número de inmigrantes europeos, se instauró el sistema de autogobierno, como sucedió en Australia, Canadá y Nueva Zelanda.

- Los departamentos: Sistema de dominación directa, practicado por Francia. Se caracterizó por basarse en la doctrina de asimilación, la cual señalaba que los colonos e indígenas eran ciudadanos con derechos, lo que les permitía participar en la administración colonial. Esta se presentó en Argelia, Indochina y Senegal.

- El protectorado: Sistema de gobierno mediante el cual las autoridades autóctonas de un territorio, aceptaban gobernar bajo la dirección de una potencia europea.

Protectorados
Los protectorados eran territorios interesantes por su posición estratégica en los que las metrópolis mantenían un gobierno local títere y una administración propia, aunque controlado por ellos mismos.

- El virreinato: Aplicado por los ingleses en la península del Indostán o India, cuyos estados estaban sometidos al régimen del protectorado, pero dependían directamente de la corona británica.

La resistencia al imperialismo

El avance imperial no estuvo exento de resistencias y conflictos, que fueron del siguiente tipo:

La resistencia dentro de las potencias: Esta era organizada por los partidos socialistas y los movimientos obreros.

Las rebeliones internas: Estaban dirigidas por movimientos o sociedades secretas que defendían los valores culturales y religiosos autóctonos. Este fue el caso de los cipayos en India y los boxers en China.

Los conflictos entre europeos: En la práctica, el establecimiento de una colonia era tan importante en el ámbito político y económico que las naciones estaban dispuestas a violar los acuerdos con tal de obtener más tierras. En este contexto, se presentaron las guerras hispano-norteamericana de 1898, la guerra de los Bóers en 1899 y la ruso-japonesa de 1904. Todas estas confrontaciones fueron preludio de la Primera Guerra Mundial de 1914.

Las guerras de los Bóers
Los bóeres son un grupo de población de ascendencia mayoritariamente neerlandesa, residentes en territorio sudafricano. Las guerras de los Bóers (conocidas como guerras de Liberación, entre los bóeres) fueron dos conflictos armados que tuvieron lugar en Sudáfrica entre el Imperio británico y estos colonos.
Referencia:
Maldonado Zamudio, C. A. (2010). Hipertexto Sociales 8. Editorial Santillana S.A.

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