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Arte en el siglo XIX

Durante todo el siglo XIX el arte sufre una transformación conceptual que le conducirá a un cambio radical en cuanto a conceptos y formas.

El viñedo rojo de Vincent van Gogh
El viñedo rojo de Vincent van Gogh, 1888. Este pintor neerlandés fue uno de los principales exponentes del postimpresionismo, corriente artística de finales del siglo XIX.

Partiendo de una base de estudio clásico, durante todo el siglo XIX comenzarán a sucederse diversos movimientos artísticos, resultado de procesos ideológicos que abarcarán los diferentes campos de las artes, en los que tanto la temática como la composición tradicional serán sustituidas por la imaginación y por nuevas formas de entender la vida.

El romanticismo

Los orígenes más remotos de este movimiento se encuentran en la música y en la literatura alemana e inglesa de finales del siglo XVIII. Surge como una reacción en contra de los esquemas rígidos del clasicismo y recibe un enorme influjo del arte gótico. Sus características fundamentales son la tendencia a lo fantástico, la exaltación del yo y el cultivo de los sentimientos nacionalistas combinados con los nuevos ideales de libertad heredados de la Revolución Francesa.

“La libertad guiando al pueblo” de Eugène Delacroix
“La libertad guiando al pueblo” de Eugène Delacroix, 1830, Museo del Louvre. Obra en la que el pintor exalta la Revolución de 1830 nacida en Francia y que influenció en varios países europeos.

Del gusto por el pasado surge una mezcla de sentimientos estéticos y religiosos que llevará al estudio del paisaje y la naturaleza como algo místico. Napoleón, hombre de baja extracción social que llega a ser emperador, será el héroe de este movimiento. Con su caída, el romanticismo dará un giro hacia el nacionalismo. Cada país buscará sus raíces históricas propias y exaltará sus valores individuales.

La arquitectura romántica viene a ser un movimiento medievalista de imitación del arte gótico. En Francia, Franz Christian Gau (1790-1853) construyó la iglesia Sainte Clotilde en el barrio más elegante del París de la época. Jean Baptiste Antoine Lassus (1807-1857) construye la fachada de Saint-Ouen en Rouen y las iglesias de Saint Nicolas de Moulins y Saint Pierre de Dijon.

Basílica de Santa Clotilde de París. Construida entre 1846 y 1857 por Christian Gau
Basílica de Santa Clotilde de París. Construida entre 1846 y 1857 por Christian Gau.

Eugene Viollet le Duc (1814-1879) será el arquitecto más relevante del momento y destaca por sus libros, a través de los cuales se difundirá el movimiento por toda Europa. En Inglaterra destacan Rukin, Pugin y William Morris. Su obra puede considerarse más ecléctica que romántica. En cuanto a la pintura romántica destacan nombres propios como Delacroix, Géricault, Constable, o Turner.

El realismo

El realismo se desarrolla entre los años 1850 y 1875 como reacción al exceso de anti mentalismo propio del romanticismo y se caracteriza por representar las cosas como son en realidad. Las nuevas ideologías sociales, el nacimiento de la fotografía y el desarrollo científico serán sus bases doctrinales. Surge en Francia, y pronto se difundirá por el resto de Europa. Entre sus figuras más destacadas se encuentran Gustave Courbet (1819-1877), con El entierro de Ornans, obra que refleja la dura vida del trabajador; Honore Daumier (1808-1879) cuya característica es la satirización de sus personajes, y J. F. Millet (1814- 1875), observador de la vida y del mundo del labrador, lo que refleja en obras como El ángelus y Las espigadoras.

“Entierro en Ornans”
“Entierro en Ornans” del pintor francés Gustave Courbet. 1849. Museo de Orsay, de París. ​Esta pintura marcó el nacimiento del verdadero realismo.

El impresionismo

Este movimiento se desarrolla en Francia entre los años 1860 y 1886 como una nueva corriente artística que rompe con el realismo. La nueva concepción del artista era intentar transmitir el ritmo cambiante de las cosas, bajo la influencia de lo espontáneamente percibido y utilizando la vibración de la luz. Así intentaban exponer las impresiones que el artista experimentaba al observar la naturaleza.

El origen del término «impresionismo» es peyorativo, pues fue dado por un crítico al ver la obra de Claude Monet Impression, soleil levant expuesta en la sala del fotógrafo Nadar. Entre los principales exponentes de este movimiento figuran Edouard Manet (1832-1883), Claude Monet (1840-1926), Camille Pissarro (1830-1903), Alfred Sisley (1839-1899), Auguste Renoir (1841-1919) y Edgard Degas (1834-1917), grupo que expuso hasta en siete ocasiones por su cuenta, apartado siempre de los ambientes oficiales de los salones parisienses, y todas ellas con una crítica adversa.

“Impresión, sol naciente”
“Impresión, sol naciente” es una pintura del francés Claude Monet, que dio su nombre al movimiento impresionista. Se encuentra en el Museo Marmottan Monet de París.

La separación en 1880 de Monet, Renoir y Sisley resquebrajó el ideal comunitario de estos exploradores de la luz y de la naturaleza, y a partir de 1886 cada pintor siguió su camino personal. Próxima al impresionismo se encuentra la pintura luminista levantina del español Joaquín Sorolla. La temática de su obra está encauzada hacia las escenas de pescadores trabajando y las de playa. En algunos de sus cuadros como “¡Aún dicen que el pescado es caro!” cultivó el tema anecdótico.

El postimpresionismo

Bajo este término suele agruparse la obra de pintores tan diversos como Paul Cézanne (1839-1906), Paul Gauguin (1848-1903), Vincent van Gogh (1853- 1890), Henri de Toulouse-Lautrec (1864-1901) y otros artistas que en uno o en otro momento figuraron entre los llamados impresionistas, pero que más tarde servirían de puente a tendencias posteriores como el cubismo y el expresionismo, ya en el siglo siguiente.

La noche estrellada es la obra maestra del pintor postimpresionista Vincent van Gogh
La noche estrellada es la obra maestra del pintor postimpresionista Vincent van Gogh. El cuadro muestra la vista exterior durante la noche desde la ventana del cuarto del sanatorio de Saint-Rémy-de-Provence, donde se recluyó hacia el final de su vida.

Puntillismo, neoimpresionismo o divisionismo son términos que se utilizan para designar lo que podría considerarse como una exacerbación del impresionismo. Sus representantes principales son Georges Seurat (1859-1891), cuya obra más célebre es Un domingo de verano en la Grande Jatte, y Paul Signac (11 de noviembre de 1863-15 de agosto de 1935). El propósito de Seurat era aplicar a la pintura la teoría del contraste simultáneo de los colores postulada por el químico M. E. Chevreul (1786-1889). Para los puntillistas, la espontaneidad preconizada por los impresionistas resultaba excesiva por lo que encarnaron una corriente antiintuitiva y cientificista que pretendía monumentalizar el impresionismo. En Alemania se adscriben a la corriente impresionista Max Liebermann (1847-1935), Max Slevogt (1868-1932) y Lavis Corinth (1858-1925).

El postimpresionismo incidía más en el color y sus posibilidades que el impresionismo, exagerándolo con colores planos (en el caso de Toulouse-Lautrec) o cambiándolos intencionadamente (arena rosa o caballos azules) en el caso de Gauguin. Para todos ellos, un retrato fiel o un paisaje podía ser obtenido mediante la fotografía; ellos pretendían otra estética.

Morning, Interior (1890), de Maximilien Luce
El Puntillismo es una técnica impresionista que consistente en la yuxtaposición de los colores sobre el lienzo, de modo que producen un nuevo tono al fundirse en la retina del espectador. Morning, Interior (1890), de Maximilien Luce.

Simbolismo

Este movimiento literario y artístico nació en Francia alrededor del año 1885 como un intento de fundir elementos de la percepción sensorial y elementos espirituales (el arte como expresión de la idea). El simbolismo, formulado por el poeta Jean Moréas (1865-1910) en 1886 a través de un manifiesto publicado en el diario Le Figaro, suponía una reacción frente al naturalismo y al impresionismo, y a él se adscribieron nombres como Gustave Moreau (1826-1898), Odilon Redan (1840-1916), Puvis de Chabannes (1824-1898) y Paul Gauguin (1848-1903). La influencia de este último se reflejó más tarde en el grupo de los «nabis» y en el fauvismo, mientras que los dos primeros fueron considerados por los surrealistas como precursores de su movimiento.

La muerte del sepulturero del suizo Carlos Schwabe
La muerte del sepulturero del suizo Carlos Schwabe, es un compendio visual de motivos simbolistas.

El modernismo: arquitectura y diseño modernista

Paralelamente a todo este conjunto de estilos pictóricos que se desarrollan a lo largo del siglo XIX, nace a finales de este siglo un estilo renovador, particularmente en la arquitectura y en las artes decorativas, que incluye corrientes de diferentes países que coinciden en el mismo estilo: art nouveau, modern style, jugendsil, liberty, etc. El modernismo se caracteriza por su refinado gusto estético, y su origen se encuentra en el movimiento inglés arts & crafts (artes y oficios) cuyo precursor fue William Morris, que abogaba por el uso de prácticas artesanales frente al maquinismo invasor.

Dentro del modernismo caben figuras tan diversas como C. R. Mackintosh, escocés; Antonio Gaudí, español; A. M. Mucha (1860-1939), checoslovaco; A. Beardsley (1872-1898), inglés; L. H. Sullivan (1856-1924), estadounidense; H. Guimard (1867-1942), francés; Otto Wagner (1841-1918), austríaco, y otros. Muchos de ellos son arquitectos, pero diseñan igualmente muebles (Mackintosh y Gaudí), carteles (Mucha y J. M. Olbrich, 1867-1908), ilustraciones (Beardsley), textiles, ediciones ilustradas, etc.

Antonio Gaudí (1852-1926) es el máximo exponente del modernismo imaginativo, que recrea motivos naturales misteriosos: grutas, fauces de animales, cubiertas de tejas que recuerdan la piel de un animal prehistórico, huesos, etc.

La Villa Quijano conocida como El Capricho
“Palacio de Gaudí”. La Villa Quijano conocida como El Capricho, es un edificio modernista proyectado por Antoni Gaudí y construido entre 1883 y 1885. Esta obra pertenece a la etapa orientalista de Gaudí (1883-1888), período en que realizó varias obras de marcado gusto oriental, inspiradas en el arte del Próximo y Lejano Oriente.

Referencia:
Zamora, M. A. (2004). Arte. Enciclopedia Global Interactiva. Grupo Cultural S.A.