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Grecia: Cuna de la civilización occidental

¿Qué entiende por civilización? Hablamos de civilización occidental y de civilización oriental, ¿en qué se diferencian estas dos civilizaciones? Comenzaremos esta introducción al pensamiento filosófico con los griegos.

La tentación de San Antonio
La tentación de San Antonio, Salvador Dalí, 1946.

Actualmente existen cinco civilizaciones: la islámica, la rusa, la hindú, la del Lejano Oriente y la occidental. Toda civilización está constituida por un conjunto más o menos característico de relaciones culturales. Estas relaciones abarcan todo el campo de la actividad humana, desde la religión hasta la política, desde la manera de saludar hasta la manera de vestir. Sin entrar en largas disquisiciones sobre el concepto de civilización y de cultura, podemos partir del hecho de que entre un francés o español y un chino o hindú hay ciertas diferencias importantes, no sólo en los comportamientos más externos, como el saludo, el vestido o la comida, sino también en la "manera” de ver la vida, de solucionar cierto tipo de problemas humanos, etc. Se trata de dos "estilos” de vida y, consiguientemente, de "pensamiento”.

Nosotros pertenecemos a la civilización occidental, y no a la civilización islámica o hindú. Esto significa que nuestros estilos mentales son distintos, a pesar de que poco a poco vamos entrando en contacto con otros estilos, por ejemplo, el estilo oriental, tal como aparece en las prácticas de meditación trascendental, en el yoga, etc. La civilización occidental no ha existido desde siempre, tampoco apareció de un momento a otro en el escenario de la historia. Las civilizaciones son como los seres vivos, nacen, crecen y pueden morir. Y así como el árbol surge de la semilla, así las civilizaciones surgen de otras civilizaciones anteriores.

Lo que entendemos por civilización occidental se fue gestando a lo largo de muchos siglos, en medio de la civilización griega. De una manera semejante, la civilización islámica se fue gestando durante muchos siglos en medio de la civilización siriaca. La civilización griega y la siriaca han muerto, pero quedan sus retoños, la civilización occidental y la islámica.

Acrópolis de Atenas
Atenas, Grecia. Acrópolis, ruinas antiguas de la ciudadela de la civilización griega con el templo del Partenón.

Los hijos heredan muchas características de los padres. Sin embargo, sería ingenuo creer que son réplica exacta de sus progenitores. Además de la herencia, intervienen muchos otros factores, por ejemplo, el medio en el cual crece el individuo. El ambiente y la fuerza creadora hacen que entre hijos de un mismo padre haya muchas diferencias. Algo semejante podemos decir de la relación de una civilización con otra. La civilización occidental es filial de la civilización griega, de ella heredó ciertas características que la hacen distinta a la civilización islámica, hindú u oriental. Es filial de la civilización griega, sin embargo, no se identifica con ella. Es un nuevo estilo de vida y de pensamiento, nacido en suelo griego.

¿Por qué comenzamos con los primeros pensadores griegos y no con los pensadores de culturas anteriores? Por la sencilla razón de que se trata de una introducción al pensamiento filosófico occidental, que es nuestro estilo de pensamiento, y de que el pensamiento occidental es filial del pensamiento griego, y no del pensamiento chino o japonés. No se puede comprender el presente si no se comprende de alguna manera el pasado. No se puede comprender nuestro estilo de pensamiento, si no se comprende el estilo de pensamiento de los griegos. Grecia es la cuna de la civilización occidental, como Siria es la cuna del islam, o el Indo y el Ganges, la cuna de la civilización hindú.

La época del esplendor de la cultura griega se extiende del siglo VI al siglo IV antes de Cristo. A partir del siglo IV Grecia va perdiendo gradualmente su poder político hasta desaparecer totalmente hacia el siglo II antes de Cristo. Sin embargo, aunque Grecia es sometida por el imperio romano, la cultura griega se apodera del espíritu romano. En las clases de la nobleza romana el griego se convirtió en el idioma usual, los niños tenían como preceptores y maestros a esclavos griegos. A partir del siglo II d.C. el imperio romano va perdiendo poder político ante la presión de los pueblos germanos de los hunos, de los francos, etc. Sin embargo, la cultura grecorromana pasa a los "bárbaros” por intermedio de la evangelización cristiana. El cristianismo, que había nacido en el seno del imperio romano, utiliza el «pensamiento filosófico» griego para expresar su fe. Al transmitir la fe cristiana a través de la predicación, transmite la cultura griega que se había transplantado al imperio romano.

vida cotidiana en Roma
Roma Fue la primera metrópolis multicultural del mundo, con barrios marginales, viviendas de múltiples ocupaciones y zonas de vertedero humano, todo lo cual tendemos a olvidar cuando nos concentramos en sus magníficas columnas y plazas.

La civilización occidental ha seguido, de una manera supremamente esquemática, en los siguientes pasos: civilización griega, cultura greco­romana, expresión «griega» de la fe cristiana, evangelización de los pueblos no-romanos, comunicación del pensamiento griego a través de la evangelización.

En el siglo XVI están ya constituidas las principales naciones europeas: Portugal, España, Francia, Italia, Inglaterra. Todas estas naciones son cristianas. A partir del siglo XVI el mundo occidental conquista a América. Los ingleses y franceses se establecen en las inmensas tierras de Norte América; los españoles y portugueses en Centro y Sur América.

Geográficamente, la civilización occidental comprende todas las naciones de Europa occidental y las naciones del continente americano. Sin embargo, es preciso tener en cuenta que las civilizaciones no tienen fronteras como las naciones.

civilización occidental siglo XXI

Hoy en día, gracias a la posibilidad de contacto de una civilización con otra, por medio de los instrumentos de comunicación como la radio, el cine, la prensa, la televisión, la red, etc., se puede hablar del comienzo de una nueva civilización «mundial», donde las diferencias de estilos de vida y de pensamiento se van haciendo cada vez más tenues. Esto no quita el hecho que justifica por qué toda introducción a la cultura occidental deba comenzar, de alguna manera, con la cultura griega: la civilización occidental, como contrapuesta a las otras civilizaciones actualmente existentes, es filial de la civilización griega.

Dijimos al principio que toda diferencia de civilización implica una diferencia de «estilos» de vida y de pensamiento. La caracterización de nuestro estilo de pensamiento occidental sería el punto de llegada de las reflexiones que conforman nuestra introducción al pensamiento filosófico. Estamos estudiando el pasado para comprender mejor el presente. Sin embargo, con el fin de ayudar a entender lo que se quiere decir con civilización occidental, podemos señalar las siguientes características como las más relevantes del estilo de pensamiento occidental en contraposición al estilo de pensamiento oriental: el pensamiento occidental es más lógico que intuitivo, más especulativo que práctico, más racional que afectivo. El pensamiento oriental, en cambio, es más intuitivo que lógico, más práctico (vital) que especulativo, más afectivo que racional. El pensamiento occidental es dinámico, el pensamiento oriental estático. La mística es más propia de oriente, la ascética de occidente.

El historiador inglés Arnold J. Toynbee enumera 21 civilizaciones en su “Estudio de La Historia". Entre estas civilizaciones existe una relación de parentesco, una civilización puede ser paterna o filial de otra civilización. Así, la civilización occidental es filial de la civilización helénica (griega), y la civilización helénica es a su vez filial de una civilización anterior, la minoica. Algunas civilizaciones han permanecido estériles o «detenidas», por ejemplo, las civilizaciones de los polinesios, esquimales, etc.

Arnold J. Toynbee

Enumeramos a continuación las 21 civilizaciones discernibles históricamente, sin que esta enumeración implique que aceptamos la interpretación histórica de Toynbee.

1.            Egipcíaca             13.         Arábica               

2.            Andina                  14.         Del Lejano Oriente         

3.            Sínica                   15.         Del Lejano Oriente, vástago japonés

4.            Minoica                 16.         Indica

5.            Sumérica              17.         Hindú   

6.            Maya                     18.         Helénica             

7.            Yucateca               19.         Cristiana Ortodoxa        

8.            Mejicana                20.         Cristiana Ortodoxa, vástago ruso             

9.            Hitita                      21.         Occidental         

10.         Siriaca                                 

11.         Babilónica          

12.         Iránica

Llamemos a esta sociedad, cuyos límites espaciales hemos estado estudiando, Cristiandad Occidental; y, tan pronto como enfocamos nuestra imagen mental de ella, encontrándole un nombre, las imágenes y nombres de sus contrapartes en el mundo contemporáneo se centran junto a ella, especialmente si fijamos nuestra atención en el plano cultural. En este plano podemos distinguir inequívocamente otras cuatro sociedades de la misma especie que la nuestra:

1. Una sociedad Cristiana Ortodoxa en la Europa Sudoriental y Rusia.

2. Una sociedad Islámica, con su foco en la zona árida que se extiende diagonalmente a través de África septentrional y el Medio Oriente, desde el Atlántico hasta el lado exterior de la Muralla de China.

3. Una sociedad Hindú en el subcontinente tropical de la India.

4. Una sociedad del Lejano Oriente en las regiones subtropical y templada, entre la zona árida y el Pacífico (Arnold J. Toynbee. Estudio de la Historia).

Esta investigación nos ha puesto en condiciones de obtener una conclusión positiva respecto a la extensión hacia atrás en el tiempo de nuestra Sociedad Occidental. La vida de esa sociedad, aunque más larga que la de cualquier nación perteneciente a ella, no lo ha sido tanto como el espacio de tiempo durante el cual ha estado en existencia la especie de la que es ella una representante. Al seguir su historia hasta sus orígenes, tropezamos con la última fase de otra sociedad, cuyos orígenes se hallan evidentemente mucho más atrás en el pasado. La continuidad de la historia, para emplear una frase aceptada, no es continuidad como la representada por la vida de un individuo aislado. Es más bien una continuidad formada por las vidas de generaciones sucesivas, con lo que nuestra Sociedad Occidental se relaciona con la sociedad Helénica, de una manera comparable a la relación de un hijo con su padre (Arnold J. Toynbee, Estudio de la Historia).

La tesis de la unidad de civilización es una errónea concepción a la que han sido llevados los historiadores occidentales modernos por la influencia de su ambiente social. El rasgo que los despista es el hecho de que, en los tiempos modernos, nuestra propia Civilización Occidental, ha arrojado la red de su sistema económico alrededor del mundo y, a esta unificación económica sobre una base occidental, ha sido una unificación política que ha ido casi tan lejos pues aunque las conquistas de los ejércitos y gobiernos occidentales no han sido tan extensivas ni tan completas como las conquistas de los manufactureros y técnicos de occidente, es sin embargo un hecho que todos los Estados del mundo contemporáneo forman parte de un solo sistema político de origen occidental.

jóvenes

Estos son hechos sorprendentes, pero considerados como prueba de la unidad de civilización, constituyen una opinión superficial. Aunque los mapas económicos y políticos han sido ahora occidentalizados, el mapa cultural sigue siendo sustancialmente lo que era antes de que nuestra Sociedad Occidental comenzara su carrera de conquista económica y política. En el plano cultural, para aquellos que tienen ojos para ver, son aún claros los lineamientos de las cuatro civilizaciones vivas no-occidentales (Arnold J. Toynbee, Estudio de la Historia).

Referencia:
Vélez, F. (1985). Filosofía 1. Educar Editores S.A.