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Dos maestros: Bach y Haendel

El período barroco culminó con Johann Sebastián Bach (1685-1750) y Federico Haendel (1685-1759), dos gigantescas fi­guras en las que se manifestó el florecimiento de la polifonía. Desde este período en adelante los compositores dan mayor importancia a la música profana y a las composiciones para ins­trumentos de cuerda, que a la música litúrgica y coral.

BACH

Bach

En una de las pocas ocasiones en que Bach calificó las obras de su vida, cuentan sus biógrafos que exclamó con sencillez: "Trabajé duramente". En efecto, la obra de Bach asombra por sus proporciones. La Sociedad Bach necesitó cuarenta y seis años para reunir y publicar toda su música que, cuando se dio fin a la tarea, llenaba sesenta enormes volúmenes. Toda esta música fue compuesta por Bach mientras ocupaba diversos cargos como los de organista, director de orquesta, director musical de los oficios religiosos y hasta maestro de escuela.

Johann Sebastián Bach nació el 21 de marzo de 1685, el mismo año que Georg Friedrich Händel y Domenico Scarlatti, en Eisenach (Turingia), actual Alemania. La fecha de su nacimiento corresponde al calendario juliano, pues los alemanes aún no habían adoptado el calendario gregoriano, por el cual la fecha corresponde al 31 de marzo.

Su familia era depositaria de una vasta tradición musical y había dado a lo largo de varias generaciones un buen plantel de compositores e intérpretes. Durante doscientos años, los antepasados de Bach ocuparon múltiples cargos municipales y cortesanos como organistas, violinistas cantores y profesores, aunque ninguno de ellos llegaría a alcanzar un especial renombre. Sin embargo, su apellido era en Turingia sinónimo de arte musical; hablar de los Bach era hablar de música.

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Johann Sebastián Bach.

Bach nunca se consideró un genio, ni superior a un artesano industrioso que cumplía sus tareas cotidianas, poniendo en ellas lo mejor de sí mismo. Y así como él no se consideraba un genio, sus hijos tampoco lo hicieron y poco después de su muerte, el mundo musical olvidó casi por completo la obra de este hombre, que afortunadamente se redescubrió en 1829, cuando en Berlín se volvió a escuchar "La Pasión según San Mateo", bajo la dirección de Félix Mendelssohn. La grandeza de esta obra dio al mundo la primera indicación de la magnitud del maestro a quien prácticamente se había olvidado. Cuatro años después se inter­pretó "La Pasión según San Juan" y desde ese momento en adelante se trabajó en redescu­brir todo lo que el gran compo­sitor había escrito.

Durante más de medio siglo, los hijos de Bach, Karl Phllipp Emanuel y Johann Christian fueron considerados como los más grandes de la familia Bach. Y esto se explica por el hecho de que Juan Sebastián apareció al final de una época de la historia de la música, que era la polifonía o contrapunto, en que se hacía hincapié en el despliegue simul­táneo de varias melodías, todas ellas de igual importancia. Des­pués de Bach sobrevino la edad de la homofonía, que destaca una melodía sobre su acompañamiento. Como la música de Bach era el producto de una era pretérita, sus contemporáneos lo encontraban anticuado y sus sucesores lo catalogaron como un representante de un arte en de­cadencia. Los "conciertos Brandeburgueses" fueron tasados en diez céntimos cada uno, cantidad que ayer y hoy es ridícula. Otros de sus manuscritos sirvieron como papel de envolver en las carnicerías de Leipzig. Bach empezará a perder visión, probablemente por una diabetes sin tratar, y morirá el 17 de julio
jul./28 de julio de 1750greg., con 65 años, tras someterse a una fallida operación de ocular.

Sus obras

Las principales obras de Bach están agrupadas en música coral: "La Pasión según San Mateo", "La Pasión según San Juan" que se presenta al público por primera vez en Leipzig (Austria), en la iglesia de San Nicolás en Viernes Santo, el 7 de abril de 1724, "Misa en Si Menor" y "Cantatas para iglesia". Música orquestal: Seis conciertos Brandeburgueses, cuatro Suites, Concierto en Re Menor para Piano y Orquesta, conciertos en La Menor y Mi Mayor, para violín y orquesta, Concierto en Re Menor para dos violines y orquesta. Música para piano, clave y clavicordio: seis Suites francesas, seis Suites inglesas, seis partitas. Música de cámara: Seis Sonatas para violín y clave, tres Sonatas para violín sin acompañamiento, tres partitas para violín sin acompañamiento. Música para órgano: Tocata y fuga en Re Menor, Fantasía y fuga en Sol Menor, Tocata en Do Mayor.

HAENDEL

Federico Haendel nació en Halle, Sajonia, el 23 de febrero de 1685. Desde la edad de siete años se manifestó en él con intensidad la necesidad de tocar el órgano y en una de estas oportunidades fue visto por el duque de Sajonia, quien se comprometió a ayudarlo en sus estudios musicales. Ya adulto, Haendel se hizo cargo del órgano de la Iglesia Luterana de Halle y de ahí en adelante empezó su carrera ascendente como compositor e intérprete.

 Federico Haendel

Dos veces en su vida Haendel vio derrumbarse completamente la posición musical, aparentemente inexpugnable, de que go­zaba. Cuando ya tenía más de cincuenta años tuvo que aban­donar el campo operístico al que se había dedicado exclusiva­mente y con éxito durante muchos años. Al enfrentar este hecho encontró otra esfera en la que cosechó triunfos tanto o más importantes que en la ópera: la del oratorio. Entonces sobrevino el golpe más fuerte de todos. Haendel quedó ciego, pero no se sintió derrotado. Aunque no pudo componer más, siguió siendo el organista incomparable de siempre y dirigió sus grandes oratorios.

A pesar de esta suerte tan voluble, jamás interrumpió su producción musical. Compuso cuarenta y seis óperas, treinta y dos oratorios, más de cien gran­des obras vocales, numerosas piezas dramáticas y muchísimas composiciones instrumentales y orquestales: Rinaldo, ópera estrenada en el Teatro de la Reina de Haymarket (Londres) el 24 de febrero de 1711; Israel en Egipto; Judas Macabeo; Julio César en Egipto, ópera estrenada el 20 de febrero de 1724 en Londres; Ariodante, ópera que se estrenó en el Teatro Covent Garden de Londres el 8 de enero de 1735; Sémele, obra que se estrenó el 10 de febrero de 1744 en el Theatre Royal, Covent Garden, Londres; Alexander Balus, oratorio estrenado el 23 de marzo de 1748 estrenado en el Teatro Covent Garden de Londres; Solomon se cuenta entre los magistrales oratorios que Haendel compuso a finales de la década de los cuarenta del siglo XVIII. Con su espléndido colorismo, su exquisita y muy equilibrada instrumentación, su más que eficaz escritura coral y sus virtuosas páginas para los solistas, Solomon despliega lo mejor del arte del maestro de Halle. La primera representación tuvo lugar el 17 de marzo de 1749 en el Covent Garden de Londres con escaso éxito. 
El oratorio "Theodora" una de sus obras maestras, fue estrenado el 16 de marzo de 1750 en el Covent Garden de Londres, en un acto donde también se estrenó su concierto para órgano en sol menor, op. 7 núm. 5 (HWV 310).

Handel Federico Haendel

Pero lo que más conocemos de Haendel es su "Mesías". El 13 de abril de 1742, en el Great Music Hall de Dublín (Irlanda), los acordes de “El Mesías” sonaron por primera vez en la historia, en un concierto con fines caritativos y ante 700 personas. De él se dice que, aun cuando no fue hombre religioso, en los mo­mentos que escribía la música de este coral estaba poseído de Dios. Al terminar el "Aleluya" dijo a su criado: "Creí ver el cielo ante mí, con el mismo Dios". Muchas veces sus sirvientes lo encontraron llorando mientras anotaba un pasaje piadoso o una frase llena de temor de Dios. Después de terminar el último y monumental "Amén", Haendel le confidenció a su médico que creía que Dios lo había visitado.

Precisamente cuando Haendel dirigía el "Mesías" en Londres, se sintió por primera vez enfermo para no recuperarse más. En ese mo­mento dijo que le gustaría morir un Viernes Santo y su deseo se puede decir que se realizó, ya que falleció en la madrugada del Sábado Santo. La fecha exacta de su muerte fue el 14 de abril de 1759.

Referencia:
Dos maestros:  Bach y Haendel. (s.f.). Icarito, (35), 10-11.