Eva María Duarte, más conocida como Eva Perón, la carismática esposa del presidente argentino Juan Domingo Perón, ha muerto de cáncer a los 33 años. Como primera dama de Argentina, fue la más singular y seductora embajadora de su país ante el mundo y la adoración de los pobres descamisados, cuyos derechos defendió siempre.
Nacida en una familia humilde, a los quince años de edad se trasladó a la ciudad de Buenos Aires para dedicarse a la actuación, alcanzando cierto renombre en el teatro, el cine y los radioteatros. Conoció a Juan Domingo Perón en 1944, cuando coincidieron en un acto vinculado con la ayuda a las víctimas del terremoto de San Juan, en el célebre estadio Luna Park de la ciudad de Buenos Aires; su talento dramático le sirvió de gran ayuda en la política. En 1945, cuando su marido fue detenido por traición, Eva lanzó por radio una apasionada arenga a los trabajadores, que se movilizaron y obtuvieron su liberación. Ya con Perón en la presidencia, Eva dirigió en la sombra los ministerios de Sanidad y Trabajo. En 1947, Eva Perón dio un gran impulso al voto femenino, algo que consiguió tras la sanción de la ley que permitió votar a todas las mujeres argentinas. También consiguió la legalización del divorcio y mejoras educativas. Pero Evita también tuvo sus detractores: a ojos de muchos fue en parte culpable de la corrupción y la brutalidad del régimen peronista. La imagen de Evita trascendió fronteras para convertirse en uno de los iconos mundiales del siglo XX.