Las ciencias sociales

Categoría: Educación

EL ESTUDIO DE LA VIDA SOCIAL

El estudio del hombre en sociedad, desde diferentes enfoques y perspectivas, es el objeto de estudio de las ciencias sociales. Gracias a ellas, se pueden comprender de una manera sistemática y ordenada las relaciones entre el hombre y el medio ambiente, la evolución del proceso histórico de la humanidad, el patrimonio cultural de los pueblos, las relaciones entre los grupos humanos, la influencia de los factores económicos en las sociedades y la utilidad y función de las instituciones políticas.

Todo hombre existe en una época determinada. Vivir en un medio y en un período concreto lo hace ser protagonista de un tiempo histórico. Todo hombre habita en un espacio geográfico, rodeado de un clima, unos recursos y unas formas de vida específicas. Proviene de una familia que hace parte de un grupo social, regido por unas normas y unos valores. Se comunica con los demás a través de su lenguaje que, a la vez, le permite conocer su tradición y su cultura.

Para una mejor comprensión del hombre y de los procesos históricos, sociales y culturales, existe el conjunto de disciplinas que se conoce como ciencias sociales. Se denominan ciencias porque cada una de ellas está constituida por una fusión de conocimientos organizados y objetivos, que han sido el resultado de investigaciones serias y profundas, y se llaman sociales por la naturaleza de su objeto: el hombre en sociedad. Las ciencias sociales se relacionan unas con otras. Los hechos históricos se desarrollan en espacios geográficos. A su vez, los ámbitos geográficos influyen en el proceso histórico de los pueblos, y éstos se hallan conformados por grupos sociales con concepciones, normas y patrones culturales determinados.

El conjunto de disciplinas científicas que se ocupan de estudiar al ser humano y su vida en sociedad, son las ciencias sociales.

Constantemente, la ciencia está avanzando y aportando nuevos conocimientos. Con frecuencia se van elaborando nuevas teorías y planteamientos científicos que muestran el grado de evolución alcanzado por el hombre en cada disciplina. Cada época asimila los resultados científicos de etapas anteriores y aporta diversos aspectos en busca de soluciones a nuevas necesidades. Se diferencian de las ciencias naturales porque éstas estudian al universo natural, su historia y las leyes que lo rigen. Unas y otras son ciencias, porque obtienen sus conocimientos mediante un procedimiento similar: el método científico. Este se basa en la observación de los fenómenos, el intento de explicarlos y la comprobación de la validez de esa explicación.

El objeto de las ciencias sociales

Las ciencias sociales coinciden en un objeto común: el estudio del hombre en sociedad. Todas y cada una centran su atención en el hombre. Lo ubican en un espacio, en un tiempo y un grupo determinados. Plantean una serie de hechos y situaciones en los que el individuo se desenvuelve como parte integrante de una sociedad y lo involucran dentro de una serie de normas y valores a los que tiene que ajustarse.

Las ciencias sociales estudian diversos aspectos de una misma realidad social. Al comprender la significación, la importancia y el aporte a un caso concreto de todas las disciplinas que conforman el área de ciencias sociales, se conocen los valores de una cultura, de un país o de una región. También se identifican los bienes y valores básicos que enriquecen la vida material y espiritual del hombre.

Importancia de las ciencias sociales

Estudiar las ciencias sociales es importante por las siguientes razones:

• Nos permite conocer de forma ordenada y precisa los cambios y conflictos más importantes que ha vivido la humanidad.

• Podemos adquirir una comprensión clara sobre los grandes problemas económicos, políticos, sociales y culturales que han tenido que resolver en distintas épocas los pueblos y las civilizaciones.

• El conocimiento de la historia pasada de los pueblos nos permite sacar algunas conclusiones sobre la forma como éstos resolvieron sus dificultades, lo que puede ser de mucha utilidad para mejorar la sociedad en que vivimos, sin olvidar que los tiempos y las condiciones cambian.

• Muchos de los problemas actuales de la humanidad, como la justicia, la producción y distribución de las riquezas, el desarrollo de la ciencia, también existieron en el pasado; sin embargo, los pueblos siempre encontraron los medios para resolverlos.

• Ayudan a comprender mejor el mundo que vivimos hoy, los peligros que amenazan a la humanidad; también a creer que el ser humano siempre será el protagonista de la historia.

¿Cuáles son las ciencias sociales?

Son numerosas y nos permiten recuperar el proceso evolutivo que ha tenido la humanidad. Un mismo fenómeno social puede involucrar en forma simultánea elementos psicológicos, antropológicos, económicos, geográficos, históricos o políticos. Por ejemplo. la crisis familiar que actualmente se presenta en casi todos los países del mundo es un problema de interés para todas las ciencias sociales, que intentan buscar explicaciones, respuestas y soluciones a dicha crisis.

Es muy amplio el conjunto de ciencias que estudian las diversas actividades del hombre y analizan los fenómenos sociales. Esa amplitud de las ciencias y su diversificación ha hecho que se presenten criterios distintos respecto a su clasificación. Para muchos científicos depende de las técnicas y métodos empleados; para otros, del estudio de aspectos particulares de un mismo grupo o del conjunto de aspectos de una colectividad.

La historia

La podemos entender y analizar en un doble significado:

• La Historia como un proceso de desarrollo de la humanidad, iniciado en el mismo momento en que apareció el ser humano sobre la Tierra; por tanto, continúa actualmente, siendo nosotros protagonistas del mismo, y mantiene una proyección hacia el futuro. Este complejo proceso abarca todos los pensamientos, realizaciones, logros, fracasos y expectativas del ser humano.

• La Historia, como una de las ciencias humanas, es la disciplina que se ocupa de la reconstrucción analítica de los hechos y procesos del pasado. En esa tarea, los historiadores e historiadoras aplican una metodología investigativa, que comprende unos pasos generales:

1. Formulación de una pregunta o hipótesis acerca de lo que sucedió en el pasado; 2. Búsqueda de unas fuentes, que ofrezcan la mayor información con respecto al tema tratado; 3. Realización de un análisis crítico de las fuentes, clasificándolas y evaluándolas para reconstruir imaginariamente los hechos; 4. Clasificación de los hechos de acuerdo con su naturaleza (política, social, económica, cultural...), mediante la aplicación de unos conceptos, y 5. Exposición y comunicación de los resultados del conocimiento histórico.

Con esta doble perspectiva, la Historia permite a la humanidad, por un lado, avanzar en la comprensión y explicación del pasado, al acercarse a los orígenes de los fenómenos sociales, y por otro, proporciona herramientas para la comprensión del presente y aumenta las posibilidades de saber hacia dónde se dirige el género humano.

La historia es la ciencia encargada de estudiar en forma metódica todo el pasado y el presente de la humanidad. La importancia de conocer e interpretar el pasado de la humanidad consiste en que nos permite comprender muchos de los problemas actuales.

La historia, a través de un conocimiento profundo del pasado, facilita la investigación de los hechos y fenómenos del presente. Su estudio permite apreciar diversos procesos por los que han pasado las sociedades en sus aspectos político, social, cultural, económico, religioso, jurídico e intelectual.

El objeto de la ciencia histórica es el estudio del cambio de las sociedades humanas a través del tiempo, cuyo protagonista ha sido el hombre. Gracias a la historia, los individuos saben que el estado de la sociedad actual es el resultado de la acción continua y colectiva de las generaciones pasadas, en estrecha relación las unas con las otras.

La historia no es sólo la presentación cronológica de los hechos, ni el conocimiento biográfico de grandes personajes. Por la historia sabemos cómo se ha desarrollado el mundo, cómo se han creado las naciones, cómo ha sido el proceso de formación de los pueblos, cuál ha sido la razón de ser de las religiones y por qué el pensamiento y las ideas ocupan un papel importante en la humanidad.

Desarrollo de la Ciencia Histórica

La Historia, como la mayoría de las ciencias, tiene su origen en la antigua Grecia, en el siglo V a. C. Inicialmente Heródoto (con su obra Historias, en nueve volúmenes) relató diversos hechos de la vida griega, pero considerando que los dioses decidían el curso de la Historia. Más adelante, Tucídides (autor de Las guerras del Peloponeso) se concentró en las similitudes y analogías que se presentaban entre los hechos pasados y los venideros.

La preocupación por "contar los hechos" se mantuvo siglos después en Roma. Polibio (Historia de Roma, entre el 221 y el 146 a.C.), Julio César (La guerra de las Galias) y Tácito (anales, historia) mantuvieron la tradición de relatar una serie de hechos en una especie de memoria, que en muchas ocasiones no se ajustaba a la verdad.

Después de la caída del Imperio Romano y a lo largo de la Edad Media, el privilegio de recopilar los hechos queda en manos de los monjes, quienes en la soledad de sus monasterios escriben diversos Anales y relatos de vidas ejemplares de religiosos y guerreros.

A partir del siglo XV, con la formación de las naciones, la Historia se convirtió en una disciplina desempeñada por intelectuales cercanos a los gobiernos. Habrá que esperar hasta el siglo XIX para que la Historia adquiera su carácter científico, gracias a los aportes de diversos investigadores, como Leopold von Ranke, Jules Michelet, Carlos Marx y Francois Simiand, entre otros, que aportaron el conocimiento a través de fuentes, el protagonismo del pueblo en los procesos históricos, el análisis del proceso productivo, los aportes de otras disciplinas.

Les Annales

La Escuela de los Annales, denominada así, por la revista Annales d'histoire économique et sociale, fundada en 1929 por Lucien Febvre y Marc Bloch.

Finalmente, serán los historiadores franceses, liderados por Marc Bloch y Lucien Febvre, quienes darán el definitivo impulso a la investigación histórica, cuando en 1929 fundan la revista Anales de Historia Económica y Social, en la cual promueven el estudio histórico de la sociedad, a partir de la comprensión y explicación del pasado de cada pueblo en todas sus facetas. Se superaba así la tradición de la historia de anécdotas, episodios y hechos centrados en lo político, lo heroico y lo militar, pero completamente desligados de otras dimensiones del ser humano. La nueva historia ha rescatado, entonces, tanto a sectores olvidados en los grandes procesos históricos (la mujer, los trabajadores, los campesinos), como a expresiones humanas rara vez tenidas en cuenta para explicar la realidad histórica (lo cotidiano, el arte popular, las tradiciones, las fiestas populares y las creencias colectivas).

Historia y prehistoria

La historia de la humanidad comenzó hace unos 3 millones de años, cuando aparecieron los primeros homínidos, es decir, los antepasados más antiguos del hombre y de los cuales los investigadores han encontrado algunos restos. Si comparamos la historia de la Tierra, que tiene unos 4.500 millones de años, con la historia de la humanidad, podemos concluir que el ser humano es nuevo sobre el planeta y su historia es reciente.

Los historiadores, al examinar los documentos escritos y los restos encontrados como base para conocer la vida económica, social y cultural de los pueblos antiguos, dividieron la historia en dos grandes momentos: La prehistoria, encargada de estudiar al ser humano y su cultura desde su aparición hasta la escritura, y la historia propiamente dicha, a partir de la existencia de esta. Ahora bien, la invención de la escritura hace unos 4500 años significó para la humanidad la posibilidad de describir, contar e informar sobre los modos de vivir y pensar de los pueblos a través de registros escritos.

Fuentes de la historia

¿De dónde obtiene el historiador los datos históricos?

Las fuentes de información histórica son básicamente tres. Los documentos escritos (para el estudio de la historia reciente, también sirven como fuentes los documentos gráficos, como las películas y fotografías), los restos materiales y la tradición oral.

Los Documentos escritos. Ofrecen buena parte de la información que requieren los historiadores pero plantean un problema: es necesario determinar si la información que aportan es verídica. Puede tratarse de una versión dictada por intereses específicos, o puede ser fruto de la imaginación de su autor. En consecuencia, el historiador debe corroborar la veracidad de sus fuentes.

Los restos materiales de las culturas. Los utensilios, objetos y herramientas de uso cotidiano, las edificaciones, las esculturas, las pinturas, en fin, cualquier elemento producido por los miembros de una determinada sociedad, brinda información indispensable para la reconstrucción de su historia.

La tradición oral. La información transmitida de generación a generación sobre hechos pasados, también constituye una fuente de datos. Sin embargo, la tradición oral tiene una limitación: la memoria de las personas; con el paso del tiempo los hechos o sucesos pueden ser olvidados o modificados por quien los narra, de ahí que los historiadores acudan fundamentalmente a los documentos escritos o a los restos culturales.

El trabajo de historiadores (as)

El hombre o la mujer de ciencia consagrado al estudio del pasado humano, no puede limitarse a reconstruir los acontecimientos históricos. Debe intentar comprenderlos e interpretarlos. En otras palabras, tiene que analizar la importancia de tales hechos, explicar sus causas, sus consecuencias y la manera como se relacionan con otros sucesos. Por eso el historiador se apoya en las diversas ciencias sociales.

Tres son los fundamentos sobre los cuales se basa la actividad de los historiadores: la observación, el análisis y la comparación. Al aplicarlos sobre diferentes fuentes, escritas o restos culturales, el historiador reconstruye la vida de una comunidad ofreciendo una conclusión sobre ésta y sus consecuencias en el presente. Para que los resultados de la labor investigativa de los historiadores sean correctos, es muy importante que el historiador compruebe la veracidad de las fuentes informativas y la autenticidad de los restos culturales.

Las dificultades del historiador

No siempre es fácil reconstruir los hechos del pasado e interpretarlos. A veces el esfuerzo es como armar un rompecabezas sin tener todas las piezas o sin saber qué imagen resultará. La tarea del historiador tiene alguna semejanza con la experiencia que tuviste al intentar reconstruir la imagen de un animal poco común, a partir de un conjunto de datos.

La investigación historiográfica permite recoger datos, pero son sólo eso mientras no sean interpretados. Por eso a veces obtenemos imágenes borrosas del pasado. Varios historiadores pueden llegar a distintas conclusiones partiendo de la misma información.

La cronología histórica

En el estudio de la historia el tiempo es un factor importantísimo que permite reconstruir los acontecimientos pasados en el orden en el cual sucedieron. Para el trabajo histórico existen diferentes mediciones del tiempo según su duración.

a) El tiempo corto. Se mide con el reloj y se cuenta en horas, minutos y segundos.

b) El tiempo largo. Se mide con el calendario. Lo contamos en años, meses, semanas y días, con los cuales se establecen las fechas.

c) Los períodos y las eras. Conforman una tercera manera de computar el tiempo y se cuentan por centenares, miles y millones de años.

El cómputo de las fechas

La cronología se vale de hechos significativos como punto de referencia para computar las fechas. En los países del mundo occidental numeramos cada año a partir del nacimiento de Jesucristo.

Según este calendario pasamos del año 2000. En un texto de historia esa fecha puede aparecer registrada de la siguiente manera: 2000 d.C., lo cual significa año 2000 después de Cristo. También puedes encontrar, en textos más antiguos, las letras a.D., en lugar de d.C. Ellas corresponden a las iniciales de Anno Domini, palabras latinas que significan" Año del Señor".

Si se trata de fechar acontecimientos ocurridos antes del nacimiento de Cristo, se hace indicando el número de años, siglos o milenios que faltaban para que ello sucediera. Por ejemplo, los escritos más antiguos conocidos datan de 4000 años antes del nacimiento de Jesús, fecha que registramos así: 4000 a.C.

Eje cronológico

Fuentes de la prehistoria

Como la prehistoria estudia al ser humano antes de la invención de la escritura, sus fuentes son anteriores a la misma. Veamos:

Los objetos como restos de piedras, lanzas, hachas, utensilios que fueron utilizados por los primitivos. Los fósiles de los seres vivientes contemporáneos de los primitivos: animales y vegetales. Las capas de la corteza terrestre en las que se encuentran rastros o yacimientos de fósiles. Las manifestaciones artísticas como las pinturas.

Métodos de datación

Un método para conocer la edad de las rocas o de los fósiles es establecer su edad relativa, es decir, su antigüedad respecto a la de otros materiales. Esto depende del estrato del subsuelo del cual provenga el elemento estudiado. Pero este método tiene muchas limitaciones.

Los científicos hoy prefieren establecer fechas absolutas, esto es, la edad aproximada de un elemento, sin tener que compararlo con otros. Para ello emplean métodos de medición de la radioactividad en los restos de los organismos vivos. Uno de los más comunes ha sido el método del carbono 14. Todos los seres vivientes absorben carbono 14 de la atmósfera, pero al morir cesa la absorción y entonces el carbono 14 empieza a desintegrarse y a formar nitrógeno. Como el régimen de desintegración es conocido por los científicos (el carbono 14 tarda 5.730 años en perder la mitad de su radioactividad) la edad de las substancias orgánicas puede determinarse midiendo el radiocarbono que todavía contienen.

La Historia no actúa sola

Por la variedad de aspectos que comprende el desarrollo de la humanidad, las historiadoras e historiadores deben recurrir a los descubrimientos de otras disciplinas científicas, cuyos datos les permiten reconstruir de manera más completa el pasado. Con esta idea, las ciencias que mayor información aportan para la investigación histórica son:

• La geología, la estratigrafía y la paleontología, la cuales permiten localizar, fechar e interpretar los retos orgánicos fosilizados. Por su parte, la antropología física aporta los rasgos biológicos del ser humano. Estas contribuciones, propias de las Ciencias Naturales, facilitan la reconstrucción ideal de los ambientes en los cuales posiblemente vivieron los grupos humanos muy antiguos.

• La estadística aporta, desde las Matemáticas, herramientas para los procesos de cuantificación de los hechos, especialmente con el desarrollo de la llamada historia serial.

• Las otras ciencias humanas también aportan informaciones clave: la geografía contribuye con los estudios del paisaje y las relaciones humanas en esos ambientes; la antropología cultural, con conceptos culturales y formas de vida de las sociedades; la demografía, con los procesos de crecimiento o disminución de la población; la economía muestra el funcionamiento de uno de los rasgos típicos del ser humano: la producción; la sicología y la sociología, con sus estudios sobre los comportamientos individual y colectivo de los seres humanos, y la lingüística, con los análisis de las diferentes formas de comunicación que se producen entre los humanos.

• Tambíen, la cronología permite la interpretación y ubicación temporal de los hechos, y la cartografía facilita la representación, en mapas, de procesos históricos.

Geografía

La geografía es la ciencia que localiza los hechos, explica las relaciones entre el entorno y los grupos humanos, identifica las influencias recíprocas entre el hombre y el medio ambiente y analiza la combinación de factores humanos y naturales en los paisajes, pasado y las acciones de los hombres a través del tiempo; es reconstruir procesos, costumbres y creencias de hombres de otras épocas, de vidas anónimas individuales que hicieron parte de grupos sociales y que con su acción lograron cambios que provocaron grandes acontecimientos.

Su objeto lo constituye el espacio geográfico, en el cual intervienen variedad de elementos y fenómenos que tienen interdependencia con los hechos humanos. A través de su estudio se conoce el origen de los fenómenos que se desarrollan en la superficie terrestre y se explican las relaciones espaciales de los fenómenos históricos.

El espacio geográfico

El espacio geográfico es el conjunto de elementos naturales y de elementos humanos, donde la vida humana es posible.

La geografía es una ciencia dinámica, que nos permite adquirir nociones de otros pueblos, apreciar los recursos de los países, establecer sus problemas y el aporte y la contribución de cada uno al patrimonio común de la humanidad. La geografía no es sólo la descripción física del paisaje; es el estudio de los vínculos del hombre con el medio ambiente en que se encuentra inmerso. Es determinar las ventajas, problemas e inconvenientes de un país a través del análisis de elementos como el clima, el relieve, la hidrografía, la vegetación y los recursos naturales.

Economía

La economía es la ciencia que estudia los recursos disponibles de los pueblos. Por medio de ella conocemos la forma como los hombres, a través del tiempo y en las distintas sociedades, han buscado satisfacer sus necesidades. La economía aclara el modo como la sociedad y el hombre distribuyen y consumen los recursos naturales para las colectividades e identifica los factores que influyen en los mismos.

Psicología

La psicología es la ciencia que permite conocer las actitudes y comportamientos de los individuos y la influencia de factores internos y externos en la formación de su personalidad. La psicología analiza las causas que determinan la conducta social del individuo; interpreta las mentalidades colectivas e identifica las creencias, los patrones culturales, las tradiciones y las circunstancias que influyen en la vida de una sociedad.

Lingüística

La lingüística, como ciencia de la comunicación, estudia el lenguaje en cuanto instrumento de expresión, por medio del cual manifestamos nuestras ideas, y como elemento básico en el proceso de socialización. Las lenguas se transmiten de una generación a otra. Presentan variaciones según el medio geográfico, el tiempo, los grupos humanos y la forma de representar las ideas.

Política

La ciencia política estudia los Estados desde el punto de vista de la autoridad, de las instituciones y de la administración. Su análisis permite conocer las normas jurídicas que rigen la vida en comunidad, el funcionamiento del Estado y las autoridades que lo representan. A través de su estudio se intenta aproximar a los ciudadanos a su país y a que sientan que hacen parte de una nación. Este sentido de pertenencia se afianza con determinados actos como la elección de gobernantes, que vienen a constituir su aporte a la historia. Su objetivo es formar al individuo dentro de unas normas y valores que le permitan comprender sus derechos y deberes y ejercerlos adecuadamente en sociedad.

Antropología

La antropología es la ciencia que se interesa en el hombre desde el punto de vista físico y cultural. Describe su origen, su evolución y establece comparaciones entre los pueblos primitivos y sus culturas. Por su estudio se conoce cuáles han sido las técnicas y los procedimientos ideados por el hombre en diversos lugares para enfrentarse a su medio natural, y las expresiones, tradiciones y formas de vida de los pueblos primitivos. Su aporte es valioso para el conocimiento de las culturas prehistóricas.

Arte y filosofía

Las artes son manifestaciones estéticas, más que ciencias sociales; pero se integran a estas disciplinas por ser expresiones humanas vinculadas a un tiempo y a un espacio determinados. El hombre, en todas las épocas, ha mostrado su sentido de lo bello y su concepción del mundo a través de formas como la pintura, la música, la arquitectura, la escultura, la literatura, la danza o la cerámica. Al hacer arte con los elementos que su medio le proporciona -madera, barro, piedra, palabras, colores, etc.-, proyecta la cultura de su pueblo. Crear arte es una necesidad del ser humano y un valioso testimonio. El estudio de las obras de arte muestra cómo el impulso creador del hombre se plasma y deja huella en todos los lugares y tiempos, lo cual facilita su estudio siglos o milenios después.

La filosofía, por su parte, es la disciplina que se pregunta por la esencia de las cosas y cómo el hombre llega a conocerlas. Muchos pueblos han desarrollado una filosofía que nos permite comprender lo que pensaban sobre el quehacer humano en el mundo.

Otras ciencias sociales

Además de las anteriores, existen otras disciplinas cuyo objeto de estudio es también el hombre y sus relaciones con el medio y con los demás.

La sociología estudia las relaciones entre grupos humanos y las instituciones políticas, socioeconómicas y culturales que rigen la vida de los grupos. Es una ciencia que interpreta la realidad social cambiante en la que vive el hombre, buscando las causas que generan los cambios y la resistencia a los mismos.

La demografía estudia cuantitativamente la población humana y el aumento o descenso de la población. Se relaciona con la economía, ya que el auge o la decadencia económica influyen en la variación de la natalidad y la mortalidad de los pueblos.

La cívica es una disciplina que informa sobre la organización institucional de un país y le enseña al individuo su responsabilidad como miembro de una sociedad que comparte normas y valores. La comprensión de éstos genera deberes y derechos del ciudadano.

Referencias:
De León Monsalvo, A. (1999). Nueva Generación. El Sello Editorial.
Montenegro González, A. (1992). Civilización. Grupo Editorial Norma.