9 de octubre de 1967: Asesinato de Ernesto "Che" Guevara

Categoría: Efemérides

El 9 de octubre de 1967, un día después de ser capturado por el ejército boliviano, el “Che” Guevara fue asesinado en la localidad de La Higuera, Bolivia.

El 8 de octubre de 1967, en una quebrada de los Andes en el sur de Bolivia, se oyó un nutrido fuego: Ernesto "Che" Guevara de la Serna y sus guerrilleros se encontraban rodeados por el ejército boliviano.

Poco menos de un año antes, Guevara y un grupo de cuadros viajaron clandestinamente de Cuba a Bolivia para iniciar una guerra de guerrillas y tumbar al gobierno militar. Guevara y unos 50 guerrilleros se internaron en las montañas. Pocos meses después el ejército boliviano los detectó y empezó una intensa persecución. Para eludirlo, Guevara dividió al grupo en dos, pero jamás pudo reagruparlo; el 31 de agosto el segundo grupo fue aniquilado al cruzar un río.

El 26 de septiembre, el ejército emboscó al resto de los guerrilleros cerca del poblado de La Higuera. Varios guerrilleros cayeron en combate, entre ellos Coco Peredo, Manuel Hernández y Mario Gutiérrez, y el Che quedó herido en una pierna. En 1967, el 8 de octubre, cae herido y es apresado el Che, en la Quebrada del Yuro, cerca del pueblo La Higuera, en Bolivia. Cuando es apresado, este dice a uno de sus captores: "Yo soy el Che Guevara, valgo más vivo que muerto".

Luego, junto con dos combatientes, los llevaron a la escuela del pueblo. El mismo día, 8 de octubre de 1967, en una zona no muy lejana del lugar, en Vallegrande, se encontraba la jefatura de la Octava División del ejército boliviano bajo las órdenes del Coronel Joaquín Zenteno Anaya. En el mismo lugar se encontraba, el Capitán Félix Ramos Medina, cuyo verdadero nombre es Félix Rodríguez Mendigutía. Este es un cubano americano, veterano de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), experto en contra insurgencia, que se encontraba asesorando al ejército boliviano cumpliendo petición de La Paz a Washington.

Al capitán Félix Ramos, le comunican que la radio trajo un mensaje que decía "Papá está cansado". Mensaje en código que significaba: "Che Guevara apresado y herido". El capitán Ramos se comunica con sus superiores de la CIA, da pormenores de lo sucedido y pide confirmación de sus órdenes que eran: apresar al Che vivo. La CIA responde que haga todo lo posible por salvar la vida del prisionero. Washington, sabía que el Che vivo, era una carta de gran valor; un Che muerto, todo lo contrario, se convertiría en leyenda y mártir. Sin embargo, los militares bolivianos no pensaban como Washington.

En la mañana del 9 de octubre, un helicóptero, lleva como pasajeros al coronel Joaquín Zenteno Anaya y al capitán Félix Ramos Medina, que despegó de Vallegrande rumbo a La Higuera. Media hora después, 7:30 A.M., el helicóptero llega a su destino. El Che se encontraba prisionero en una pequeña escuela. En el mismo lugar estaban los cuerpos sin vida de otros guerrilleros caídos en combate: Antonio, cubano, cuyo verdadero nombre era Orlando Pantoja; Arturo, cubano, nombre verdadero René Martínez Tamayo. En otra habitación se encontraba herido el guerrillero boliviano Willy, nombre verdadero Simón Cuba Saravia.

El coronel Zenteno y el capitán Ramos vieron en un extremo de la habitación al Che Guevara. Este mostraba un cuerpo delgado, cabellera larga y sin brillo y en general un aspecto físico muy deteriorado. Sus ropas estaban sucias y harapientas, sus pies estaban envueltos en pedazos de trapos sucios y cueros, amarrados con cordeles, al carecer de botas o zapatos. Estaba atado de pies y manos. El coronel Zenteno intentó varias veces de hablar con el Che. Pero, este no respondió a sus preguntas. Ante la inutilidad del esfuerzo, Zenteno y Ramos abandonaron el lugar.

El capitán Ramos (Félix Rodríguez) dijo: "Comencé a fotografiar todos los documentos ocupados. Después, establecí contacto radial con mi puesto de mando en la CIA. Estaba en esta tarea, cuando se acercó un soldado boliviano que me comunicó, que el cuartel de Vallegrande quería hablar con el oficial de más alta graduación que se encontrara en el lugar. Me identifiqué con el oficial que llamaba y este dio las órdenes a seguir: 500 y 600. Pedí que repitiera las órdenes, claramente escuché las cifras 500 y 600. El número 500 significaba el Che; el 600 ordenaba su muerte".

Poco antes de las 11:00 A.M. regresó el coronel Zenteno. El capitán Ramos le explicó el mensaje recibido de Vallegrande y las instrucciones que tenía de Washington que eran mantener al Che vivo. Washington, trató de convencer a La Paz para que no ejecutaran al Che. La respuesta de La Paz fue que la prensa mundial ya conocía la noticia de que el Che había muerto en combate. Félix Rodríguez dice al respecto, "estaba pensando acerca de la situación, cuando escuché disparos dentro de la escuela donde se encontraba el Che con el otro prisionero Willy. Entré en la habitación donde se encontraba el Che, quien me miró desde el suelo. Me dirigí al otro cuarto y vi a un soldado, arma humeante en las manos, que temeroso me dijo: “Mi capitán, trató de escapar". Willy, expiró y murió.

 

El capitán Ramos recuerda: "Salí de la habitación y miré el reloj: una de la tarde. Caminé hacia donde se encontraban el teniente Pérez y el sargento Mario Terán. El sargento Terán pidió prestada una carabina automática M-2, al teniente Pérez. Le dije a Terán, no le tires a la cara, haciendo seña con la mano del cuello hacia abajo. Terán, caminó rumbo a la escuela y yo encaminé mis pasos a una pequeña colina. Comenzaba a escribir unas notas cuando oí los disparos. Miré el reloj y era la 1:10 de la tarde. El Che había sido ejecutado".

Referencia:
Fernández-Zayas, (s.f.) M. Mundo Latino.