La India: Del Imperio Gupta al Islam

Categoría: Edad Media

La India: Del imperio Gupta al Islam

La India ha sido un territorio abotagado de sucesivas invasiones y ocupaciones a lo largo de su milenaria historia. Estas invasiones han dejado huellas culturales profundas, convertidas en una variedad de componentes que hoy se traducen en propuestas religiosas y filosóficas que constituyen un verdadero desafío para Occidente. De las etapas existidas en el subcontinente indio, se puede afirmar que, su resplandor cultural se forjó durante los siglos IV y V bajo el Imperio Gupta, que gobernó la India septentrional por más de 200 años.

Dinastía Gupta

En el año 280, Haharaja Gupta fundó la dinastía que lleva su nombre, pero ésta no se consolidó hasta la llegada al trono de su nieto Chandragupta I, cuarenta años después, cuando se inició la llamada “Época clásica” o “Edad de oro” de la India. En ese interregno de casi medio siglo Haharaja y su sucesor, el príncipe Ghatotkacha, consolidaron las bases feudales del reino y desarrollaron una política estrictamente regional, sin manifestar ánimos expansionistas. El cambio de orientación hacia posiciones imperiales se produjo cuando Chandragupta se casó con la princesa Kumaradevi, heredera del poderoso reino de los Licchavi, descendientes de Buda.

El expansionismo de los reyes Gupta

Mapa del Imperio Gupta, siglos IV y V.
Mapa del Imperio Gupta, siglos IV y V.

El príncipe Chandragupta I, quien reinó desde 319 a 335, fijó la capital de su imperio en Pataliputra, tal como seiscientos años antes lo habían hecho los Maurya, y extendió sus dominios a Bengala y la llanura del Ganges. La política expansionista fue continuada por Samadragupta, entre 335 y 375. Por los escritos de Harishena, su ministro y mariscal de campo, se sabe que Samadragupta consolidó su poder sobre los Gupta del norte y que venció a una coalición de nueve reyes en su avance hacia el sur de la India. En una de estas campañas fue derrotado por el rey Vishmugropa de Kanchi.

UN CRONISTA METICULOSO: Harishena, edecán del rey Samadragupta, escribió las hazañas de su señor en cuatro capítulos y las reprodujo en una de las antiguas columnas de Asoka. Estas inscripciones constituyen una fuente de enorme valor histórico. Cuando murió Samadragupta, Harishena censó los estados limítrofes y los reinos tributarios del reino Gupta. Asimismo, estableció relaciones amistosas con los reinos del delta del Ganges y Assam, al este; Nepal y las estribaciones del Himalaya, al norte, y los pueblos fronterizos de Punjab, Rajputana y Malava, al oeste.

Templo Dashavatara dedicado a los avatares del dios Vishnú
Templo Dashavatara dedicado a los avatares del dios Vishnú, construido bajo la dinastía Gupta. 

La muerte de Samadragupta dio paso a la primera crisis del reino. La familia de los Kirada-Kushana planteó aspiraciones dinásticas y cuestionaron a Ramagupta, el legítimo heredero. Éste negoció con sus opositores, pero su hermano asesinó al pretendiente kushana y ocupó el trono con el nombre de Chandragupta II Vikramaditya (“hijo de la fuerza”).

El reinado de Chandragupta II Vikramaditya (375-415) significó una etapa de esplendor. Sometió a los sátrapas occidental (persas y griegos), que aceptaron pagarle tributo, y a los reinos de Malava, Gujerat y Saurashtra. En el año 409, realizó una campaña contra las tribus Kirada-Kushana y llegó al centro de Afganistán y al otro lado del Hindu Kush.

Chandragupta II Vikramaditya heredó su trono a Kumaragupta, quien reinó entre 415 y 455, y mantuvo intacto el vasto imperio forjado por sus antecesores.  Kumaragupta levantó una columna de hierro en Delhi, ésta mide 7,20 m. de alto y tiene un diámetro de 40 cm. El pilar es una gran evidencia del alto nivel de destreza en la extracción y transformación del hierro alcanzado por los antiguos herreros de la India.

pilar de hierro construido por Kumaragupta
Este pilar de hierro construido por Kumaragupta, es la única pieza de lo que queda del templo hindú, que estaba allí antes de ser destruido por Qutb-ud-din Aybak para su mezquita. Las inscripciones han sobrevivido al paso del tiempo.

Skandagupta fue el sucesor de Kumaragupta y último gran rey Gupta. En su corto período en el poder (455-467) enfrentó a los hunos, derrotó a los Pushyamitras (pueblo que ocupaba territorio de la India central) y emitió varios tipos de monedas de oro, con las que financiaba la guerra. Después de su muerte, el trono tuvo un período de inestabilidad, al que llegó Budhagupta en 476 y mantuvo hasta 495.

A la muerte de Budhagupta, el lmperio Gupta se vio sumido en intrincadas crisis sucesorias. En una violenta campaña militar, los Gupta aniquilaron a los reinos Kushana del norte, pero su victoria resultó contraproducente, ya que eliminaron el único obstáculo que los separaba de los temibles hunos. Éstos, procedentes en oleadas de Asia Central, aprovecharon para intensificar sus ataques y avanzar sobre los Gupta, quienes perdieron gran cantidad de territorios.

La “India Clásica”

La gran actividad cultural desarrollada en las épocas del imperio de los Gupta hizo que dicho período fuera conocido como el de la India Clásica. Bajo la dinastía Gupta se produjo un gran florecimiento de la ciencia, la filosofía, la escultura, la arquitectura, la literatura y la danza. Si bien el budismo impregnó toda esta efervescencia cultural, los Gupta se caracterizaron por su gran tolerancia religiosa que permitió el surgimiento de un rico sincretismo. Pese a ser claramente expansionistas, los emperadores de la dinastía Gupta supieron también arbitrar los medios diplomáticos para establecer prósperas alianzas con los reinos vecinos.

La estupa (templo budista) de Borobudur in Java, Indonesia
La estupa (templo budista) de Borobudur in Java, Indonesia demuestra la influencia del imperio Gupta en toda la región.

La arquitectura del sur

Los reyes Chalukya y Pallava, aliados y tributarios de los emperadores Gupta realizaron una gran labor arquitectónica en el sur de la India. Petadakal, la antigua capital chalukya, alberga un excepcional conjunto de grandes templos, como los de Virupaksa y de Malikarjuna. Los reyes Pallava se dedicaron a guerrear constantemente con sus vecinos, los reyes Chalukya, lo que facilitó la tarea de los Gupta para dominar a unos y otros. La primera referencia que hay de los Pallava se halla en una inscripción en sánscrito grabada en una bandeja de cobre del siglo III-IV.

Período de transición

Al frente de los pequeños reinos surgidos de las cenizas del Imperio Gupta, se impuso un señorío feudal, que entró en estrechas alianzas con los “rajputs”, especie de nobles militares que disponían de tropa propia y a menudo actuaban como ejércitos mercenarios. Durante esta época los intentos por forjar un nuevo imperio fracasaron. Fueron los musulmanes quienes más tarde recompusieron el espíritu nacional hindú, aunque al abrigo de una religión nueva: el monoteísmo del islam.

Los musulmanes arriban a la India
Los musulmanes arribaron cuando el reino de Harscha Vardana (606-647) último exponente de la decadencia Gupta, caía y, a lo largo del siglo VIII, se expandieron por todo el subcontinente.

En la temprana Edad Media hindú, los brahmanes, que bajo los Maurya y los Gupta habían sido desplazados por los monasterios y los monjes budistas, recuperaron parte del poder perdido. Las dinastías Chalukya, Chola y Pallavas, aun en medio de sus constantes enfrentamientos, auspiciaron este renacimiento brahmánico, que se tradujo en un esplendor arquitectónico. Los musulmanes no llegaron a esta zona, así que los edificios pudieron conservarse en toda su belleza.

En el período de transición a la invasión musulmana, cobraron relevancia tres reinos: el de Pratihara, en el oeste; el de Rashtrakuta, en la región del Decán; y el de Pala, hegemónico en el este. La caída de la monarquía Pratihara significó el desmoronamiento del último baluarte de la cultura hindú frente al lslam, que alcanzó su máximo poder a comienzos del siglo X. Enfrentados entre sí, los tres reinos no pudieron hacer frente a los musulmanes, quienes contaron con el apoyo de las tribus provenientes de Asia Central, las que, carentes de una cultura propia desarrollada por su propia condición de nómadas, se islamizaron rápidamente.

Imperios medievales en la India: Pala, Pratihara y Rashtrakuta.
Imperios medievales en la India: Pala, Pratihara y Rashtrakuta.

Dinastía Pratihara (siglos VIII y IX): Bajo el gobierno de esta dinastía, recuperó poder la antigua casta de los brahmanes.

Dinastía Rashtrakuta (siglos VI a X): Los reyes de esta dinastía favorecieron el culto de la diosa Indrani, habitualmente acompañada por un león.

Dinastía Pala (siglos VIII a XII): El primer rey de la dinastía budista de los Pala, el rey Gopala I, llegó al poder en el año 750 en Gaur, tras un proceso electoral.

La dinastía Chola

La dinastía Chola, de origen tamil, gobernó en la India meridional hasta el siglo XIII. Entre los años 980 y 1150, el imperio Chola ocupó íntegramente el sur del subcontinente, abarcando del este al oeste de costa a costa, teniendo como frontera al norte una línea irregular a lo largo del río Tungabhadra y la frontera del reino de Vengi. Aunque Vengi tenía una existencia política separada, estuvo siempre muy ligado al Imperio Chola, por lo cual el dominio de Chola fue ampliado entonces hasta las orillas del río Godavari. Los Chola continuaron las tradiciones de templo-edificio de la dinastía de los Pallava y contribuyeron al diseño del templo de Dravidian. El chola Aditya I construyó un buen número de templos dedicados al dios Shiva a lo largo de las riberas del río Kaveri. Hacia finales del siglo IX, los pueblos de la India meridional habían desarrollado una actividad marítima y comercial intensa.

 La arquitectura de Dravidian es una expresión en diseño del templo hindú
La arquitectura de Dravidian es una expresión en diseño del templo hindú que surgió en la parte sur de la India. Consiste, en templos hindúes donde la característica dominante es la alta gopura, una torre ornamental situada sobre la entrada al recinto del templo. En la imagen, gopura de uno de los templos del complejo arquitectónico de Meenakshi Amman en Madurai, India.

La llegada del Islam

Las constantes guerras entre los diversos reinos y señoríos hindúes facilitaron el avance del Islam, que dominó la India entre 1192 y 1526. El primer acosador musulmán fue Mahmud de Ghazni (979-1030), quien llevó a cabo varios ataques desde el 998. Este líder musulmán, lideró una serie de campañas contra los “rajput” que eran el sostén de muchos pequeños reinos. Gran parte de estos nobles militares, que de hecho se habían convertido en mercenarios, no dudaron en abrazar el islam.

Abu'r-Raihan Muhammad Ibn Ahmad Al-Beruni

En el último cuarto del siglo XII Muhammad de Ghor invadió los valles de los ríos Indo y Ganges y conquistó Ghazni, Multan, Sindh, Lahore y Delhi. Uno de sus generales, su antiguo esclavo, Qutab-ud-din Aybak impuso violentamente la ley del Corán y proclamó el Sultanato de Delhi, siendo él, el primer sultán de Delhi. Cinco dinastías diferentes se sucedieron en el sultanato: la Slave (1206-1290), la Kahlji (1290-1320), la Tughalaq (1320-1413), la Sayyid (1414-1451) y la Lody (1451-1526). Las dos últimas, debilitadas por las rencillas internas, no pudieron mantener la unidad territorial y el sultanato sucumbió bajo el avance de los mogoles, provenientes de las estepas de Asia Central.

Sultanato de Delhi
Sultanato de Delhi

Referencia:
GIMENO, D. (2008). Grandes Civilizaciones de la Historia. India. Editorial Sol 90.