Juegos de mesa: El billar

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Una mesa de billar es dos veces más larga que ancha

El billar es una versión para mesa del croquet, deporte que consiste en golpear bolas de madera o plástico con un mazo, a través de pequeños arcos de metal enterrados en un campo de juego. Aparece en Europa a comienzos del siglo XVIII y fue extraordinariamente apreciado en la corte de Luis XIV rey de Francia, hasta el punto de consagrarle una sala entera en el palacio de Versalles.

Muy pronto, la superficie de madera, con que se hicieron las primeras mesas de billar, fue sustituida, primero por mármol, después por pizarra. Por último, se utilizaron unos paños especiales que permiten el deslizamiento perfecto de las bolas, tal como se puede apreciar hoy día. El taco, que sirve para impulsar la bola, fue perfeccionándose poco a poco. Entre otras cosas, se fijó en su extremo una puntera de cuero para que, de esta manera, no resbalase en el momento de golpear la bola. Todas estas mejoras permiten un mejor rendimiento al jugador.

El billar es una versión para mesa del croquet
La palabra billar, que ya se encontraba en el antiquísimo poema «Roman de la Rose» (siglo XIII), no designaba en su origen el juego que hoy se conoce, sino la barra de madera doblada en forma de cayado que servía para impulsar la bola.

Antiguamente las bolas se llamaban «bochas», y los hoyos donde había que introducirlas, «troneras». Los billares están construidos con gran precisión: la pizarra debe tener un grosor uniforme de 45 milímetros. Sus dimensiones son de 2,845 por 1,442 m. Los tacos se adaptan a cualquier jugador y pesan de 450 a 500 gramos. Las bolas, en número de tres, tienen un diámetro comprendido entre 61 y 61,5 milímetros, su peso oscila entre los 220 y 230 gramos. Son de marfil o de un material sintético que reúna las características de elasticidad del marfil. El 10 de octubre de 1865 el estadounidense John Hyatt y su hermano Isaac obtuvieron su primera patente en la fabricación de bolas de billar a partir de polvo de marfil. Sería el primer paso en una carrera ascendente, ya que su principal hallazgo llegaría unos años más tarde. A raíz de un accidente en su laboratorio sintetizaron el celuloide, el primer material plástico que sustituyó al marfil para fabricar dichas bolas. Patentaron el nuevo material en 1869 y poco después montaron una fábrica para la manufactura y comercialización de su hallazgo, cosechando un éxito notable. Por último, los bordes de la mesa se recubren de bandas de goma en ángulo agudo, lo que proporciona una mayor precisión en el rebote de las bolas.

Dos bolas blancas y una roja

Las reglas del billar pueden llegar a ser muy complicadas, pero en el caso del billar francés son bastante simples: cada jugador elige una bola blanca. Para diferenciarlas, una de ellas lleva dos puntos negros. La bola roja no pertenece a ningún jugador. Cada uno de ellos, cuando le corresponda, debe lanzar la bola de tal manera, que toque las otras dos. Es lo que se denomina una carambola. La regla más elemental deja al jugador la elección de utilizar o no el rebote que proporcionan las bandas de goma. En la regla «a una banda», la bola del que juega debe rebotar en una banda como mínimo antes de tocar la tercera bola. Una de las reglas más conocidas es la que se denomina «a tres bandas»: la bola que juega debe tocar tres bandas antes de llegar a hacer carambola con la última bola.

“El billar salón” óleo sobre lienzo de Jean Georges Béraud
“El billar salón” óleo sobre lienzo de Jean Georges Béraud (1849-1936, Francia). Los jugadores sólo utilizan aquí tres bolas, dos blancas y una roja.

Reglas cada vez más refinadas

En algunas ocasiones, la superficie del billar se divide en zonas delimitadas con tiza. La bola que juega debe cambiar necesariamente de zona después de cada jugada. El recuento de los puntos es fácil. Se marca un punto por carambola lograda y se puede seguir jugando hasta el momento en que se falle. Cuando un jugador dice que hace una media de 20 carambolas, quiere decir que consigue hacer generalmente 20 carambolas seguidas sin fallar. Pueden hacerse «tanteos» mucho más grandes. Si a estas reglas se añaden todas las sutilezas de los billares americano, inglés, ruso, chino, se puede hacer una pequeña idea de la complejidad.

El billar americano o «pool game», es una de las variedades del billar más extendidas actualmente. Sólo en los Estados Unidos cuenta con más de 20 millones de adeptos. Al comenzar la partida se disponen en triángulo 15 bolas numeradas y de diferentes colores. Cada jugador debe intentar con ayuda de la bola blanca, enviar el mayor número posible de bolas los hoyos del billar. No se interrumpe una serie hasta que el jugador falle un golpe o cometa una falta. Hay muchas variantes del pool: el snooker, el juego al ocho, el juego al quince y otros.

Los jugadores acostumbran frotar con tiza el extremo del taco
Los jugadores acostumbran frotar con tiza el extremo del taco, a fin de impedir que resbale cuando golpea.

El Billar Inglés: En el billar inglés el vencedor es el que ha marcado el mayor número de puntos en un tiempo límite: una bola roja en un hoyo vale tres puntos: una blanca, dos puntos; una carambola, también dos puntos.

Billar chino: Mucho más pequeño que el clásico, consta de un tablero de madera y 4 hoyos. Las bolas se han sustituido por fichas que deben pasar por unos puntos concretos de la mesa.

El billar pool: Es billar pool es completamente distinto del billar «clásico». La mesa tiene seis agujeros o buchacas destinados a recoger las bolas. Uno en cada ángulo y otro en la mitad de cada uno de los lados más largos. Hay muchas formas de jugar. Una de las más conocidas consiste en lo siguiente: al principio de la partida se colocan 15 bolas numeradas en un «triángulo» que tiene la función de mantenerlas unidas. La bola número 16 es blanca y sirve para efectuar las carambolas. La utiliza cada jugador por turno. Los jugadores tratan de introducir en orden 1 al 15 las bolas dentro de los tres hoyos que comprende su campo, procurando acumular el mayor número de puntos posible. Al final de la partida, cada jugador suma los puntos que llevan marcadas sus bolas.

La posición del cuerpo

La posición del cuerpo del jugador es decisiva para la consecución de un buen golpe. Debe situarse justamente enfrente de las bolas. Excepto para el jugador zurdo, la mano izquierda se coloca «en puente» sobre el tapete, sirviendo de punto de apoyo. La posición de la mano derecha varía según el golpe que se desee realizar. Cuanto más largo se quiera el golpe, más cerca del extremo del taco hay que situar la mano.

 La posición del jugador de billar es muy importante
La posición del jugador de billar es muy importante. En la imagen el jugador apunta a la bola: para esto, se coloca exactamente en el eje de su objetivo, con la mano izquierda sirviéndole de apoyo.

El efecto

Para comprender el efecto, hay que tener presente que cuando la bola rueda por el tapete, su eje de rotación no es necesariamente horizontal. La mayor parte del tiempo, el movimiento de la bola será complejo. Puede avanzar girando sobre ella misma como un trompo. En el momento de golpear la bola con el taco, se coloca éste ligeramente esquinado de la bola, a derecha o izquierda, con lo que el jugador, al golpear, le imprime un doble movimiento rectilíneo y giratorio.

El retroceso

Se imprime a la bola un efecto inverso para que retroceda: la bola avanza deslizándose por el tapete debido a su propio peso, pero gira en sentido contrario al del avance. Basta entonces que encuentre un obstáculo, una bola, por ejemplo, para que el movimiento rectilíneo se anule y el efecto retroactivo la haga regresar hacia su punto de partida, lo que, además de espectacular, puede ser también útil para conseguir algunos puntos.

Cálculo del efecto de billar
Cálculo del efecto de billar: (1) Perpendicular o Masificado, (2) Salto, (3) Hundido, (4) Completo o Centrado, (5) Retro.

REFERENCIA:
BERLOQUIN, P. (2000). Enciclopedia temática “La clave del saber”. Editorial Printer Colombiana.