Arte en la primera mitad del siglo XX

Categoría: Arte & Cultura

En el siglo XX se produce un cambio fundamental en el concepto de arte. El hito que marca el cambio es la Exposición Universal de París, que tuvo lugar del 15 de abril al 12 de noviembre de 1900, y que significó el fin del concepto decimonónico del arte.

Guernica es la pintura de Pablo Picasso cuyo título alude al bombardeo de Guernica
Guernica es la pintura de Pablo Picasso cuyo título alude al bombardeo de Guernica, España, ocurrido el 26 de abril de 1937 en el marco de la Guerra Civil Española. El mural es considerado una de las obras artísticas "icono del siglo XX".

Dos nuevas y trascendentales técnicas: la fotografía y el cine; un cambio profundo en el concepto de sociedad (sociedad del bienestar); y las nuevas tendencias ideológicas serán los responsables. Otra causa directa es el increíble avance tecnológico que se produce a lo largo del siglo. El hombre domina la energía, crea un sinnúmero de máquinas extraordinarias y comienza a contemplar el universo como un nuevo espacio a explorar. Esto hará que los artistas empiecen a concebir su tiempo y espacio más allá de su realidad concreta en un esfuerzo mental creador que les lleva a plasmar diferentes visiones del mundo con una nueva forma de comunicar sus sensaciones.

El fauvismo

El fauvismo es un movimiento surgido en 1905 cuya característica fundamental es que los artistas sólo utilizan tonos puros inventados sin relación con la realidad. Sus composiciones no representaban las formas a través de la luz y la sombra. Este movimiento se desarrollará hasta 1920 y su precedente más directo es el postimpresionismo de Cezane, Van Gogh y Gauguin. La expresión de estas nuevas tendencias cristalizó en la exposición colectiva de jóvenes artistas ofrecida en el Salón de Otoño de París en 1905. Destacó especialmente la figura de Henri Matisse (1869-1954), que investigaba el empleo de los colores puros. Al lado de éste cabe citar los nombres de Georges Braque (1882-1963) (posteriormente principal exponente del cubismo junto con Pablo Picasso), André Derain (1880-1954), Raoul Dufy (1877-1953), Albert Marquet (1875-1947), Othon Friesz (1879-1949) y Maurice de Vlaminck (1876-1958).

Señora de azul, 1937 por Henri Matisse
Señora de azul, 1937 por Henri Matisse, quien fue la máxima figura del fauvismo. Tras una breve época puntillista e impresionista, pronto comienza a valerse únicamente del color.

El cubismo

El cubismo se considera como la revolución más importante del arte moderno y supuso un inédito replanteamiento de la pintura y de la manera con que el espectador se enfrente a ella. Este movimiento valora la expresión primaria de la forma y el volumen reduciéndolos a formas geométricas. Nace con las Demoiselles d'Avignon (1906-1907), de Pablo Picasso (1881-1973), y suele dividirse en dos épocas: una analítica y otra sintética. En la primera etapa los cuerpos se desintegran buscando mostrar sus componentes volumínicos esenciales. El cubismo sintético, desarrollado a partir de 1912-1913, muestra de manera simultánea la forma de un objeto visto desde perspectivas diferentes.

Los primeros cubistas son Pablo Picasso, Georges Braque, Juan Gris (1887- 1927), F. Léger (1881-1955), A. Derain (1880-1954), J. Metzinger (1883-1956), etc. Tras la Primera Guerra Mundial, el movimiento desaparece y cada pintor inicia la búsqueda individual. Así, mientras Picasso y Braque evolucionan por separado, Léger se orienta hacia una representación monumentalista­realista de la vida moderna, y Juan Gris cultiva las naturalezas muertas con una sencillez y una solidez estructural sin fallos.

Pablo Ruiz Picasso fotografiado a sus 27 años de edad Las Señoritas de Aviñón
Pablo Ruiz Picasso fotografiado a sus 27 años de edad. Pablo Picasso cultivó muchos de los estilos propios del siglo XX. Uno de ellos fue el cubismo, movimiento inédito considerado como la revolución más importante del arte moderno, en el que destacó de manera sobresaliente. Las Señoritas de Aviñón obra de Picasso conservada en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

El futurismo

El movimiento futurista fue fundado por Marinetti en el año 1909, fecha en que se publicó el manifiesto futurista en Le Figaro. Este nuevo movimiento artístico intentaba expresar el dinamismo de la vida moderna (industrializada). Para ello buscaba la sensación de movimiento y dinamismo, simultaneando las posiciones sucesivas de los cuerpos, pero siempre de tal manera que pudiera ser entendido por el contemplador que lo esté viendo. El futurismo representó a la vanguardia italiana, llegando a convertirse en el arte oficial del Estado fascista. En su primera época, el futurismo luchaba contra la tradición y el pasado, exaltando el dinamismo de la vida moderna y la belleza de las máquinas y de la velocidad, hasta llegar a decir que «una locomotora lanzada a toda velocidad es más hermosa que La victoria de Samotracia».

Desde el primer momento, el futurismo sufrió en sus concepciones plásticas la influencia directa del cubismo. Los pintores más notables de este estilo, que ejecutaban composiciones dinámicas buscando la síntesis de sensaciones y movimiento, fueron Carlo Carra, Umberto Boccioni (Elasticidad, 1912), Severini, Russolo y Balla. Boccioni realizó también importantes esculturas, y el arquitecto Sant'Elia elaboró proyectos urbanísticos en los que concebía las ciudades modernas como gigantescas máquinas.

Formas únicas de continuidad en el espacio
Formas únicas de continuidad en el espacio es una famosa escultura futurista realizada en 1913 por el escultor italiano Umberto Boccioni. La versión original se encuentra en yeso, y algunas fundiciones en bronce póstumas, repartidas por algunos museos del mundo.

En 1917 en Rusia, en plena época de la revolución, el poeta Maiakovski animó una interesante corriente futurista que en cierto modo se encontraba vinculada al constructivismo.

El dadaísmo

El dadaísmo nació en Zurich en 1916, durante la Primera Guerra Mundial, como protesta ante cualquier orden establecido o cualquier sistema racional sujeto a normas. La impaciencia de vivir y la náusea ante la lógica y el lenguaje de la vida moderna provocaron a una serie de artistas, allí arrojados por los avatares de la guerra, a una rebelión en la que lo absurdo y lo grotesco se imponían a los valores estéticos. Al grupo de Zurich, Tristan Tzara (1896-1963), Hans Arp (1887-1966) y otros que atacaban los principios de la vida burguesa, se unieron artistas de Nueva York, como Marcel Duchamp, Man Ray (1890-1976) y F. Picabia (1879-1953), que manifestaron su repudio del arte creando obras escandalosas; de Alemania, como George Grosz (1893-1959), autor de dibujos violentamente sarcásticos, y Max Ernst (1891-1976), que hacía collages, y de París, André Breton (1896-1966), Louis Aragon (1897-1982) y Paul Eluard (1895-1952), agrupados en torno a la revista Littérature.

Nada de ello sabrán los hombres
El movimiento Dadá nace como consecuencia directa de la situación provocada por la guerra. La lógica es totalmente abandonada y lo absurdo y grotesco adquieren un valor estético. Max Ernst cultivó este estilo para pasar luego a ser un surrealista convencido, en la imagen su pintura Nada de ello sabrán los hombres.

El neoplasticismo

El neoplasticismo es una teoría estética amparada por el grupo De Styl fundado por Piet Mondrian (1872-1944) y los arquitectos Jacobus Johannes Oud (1890-1963) y Theo van Doesburg (1883-1931) en Amsterdam. Este movimiento vanguardista neerlandés se distingue por su gran pureza plástica. Preconizaba el equilibrio del estilo como fórmula para resolver los problemas derivados de la dinámica de las tensiones espaciales en todas las expresiones artísticas. En pintura se caracteriza por el empleo de la recta y de los colores primarios (amarillo, rojo y azul) y por su propósito de simplificación y depuración de las formas.

El neoplasticismo es una prolongación del cubismo, debido a su rigor en el análisis y a la limitación de los medios para expresarse: pocos colores y formas geométricas. Del neoplasticismo pasó en 1930 Theo van Doesburg al concretismo (arte concreto). Sinónimo en parte del abstractismo, del concretismo fueron destacados cultivadores los suizos Max Bill (1908), arquitecto y diseñador, y Hans Arp.

Decoración de una oficina al estilo Piet Mondrian
Decoración de una oficina al estilo Piet Mondrian

El expresionismo

El expresionismo nace a finales del siglo XIX como movimiento opuesto al realismo. En un principio con este término se designaba a cualquier tendencia vanguardista, pero pronto se aplicará a la obra de inspiración espontánea, violenta, apasionada y rebelde. Este movimiento se caracteriza por intentar expresar el mundo de las vivencias y angustias interiores del artista de modo brusco e inquietante. Muchos artistas del norte de Europa se encuadran en esta tendencia nacida con Van Gogh, Munch y Ensor. En 1905 apareció el grupo alemán Die Brücke, compuesto por Nolde, Otto Müller, Bleyl, Kirchner y otros, que utilizaban colores violentos y sintetizaban los aspectos formales. En 1911, el Blaue Reitter, de Kandinsky, Marc y otros, practicó la abstracción y un lirismo más sensitivo que intelectual. Hubo también artistas independientes de tono expresionista, como Oskar Kokoschka, y Max Beckmann (1884-1950).

El grito es el título de cuatro cuadros del noruego Edvard Munch
El grito es el título de cuatro cuadros del noruego Edvard Munch (1863-1944). La versión más famosa se encuentra en la Galería Nacional de Noruega.

El surrealismo

El surrealismo es un movimiento literario y artístico nacido en el año 1924 en Francia bajo el patrocinio de André Breton mediante el Manifiesto del surrealismo. Según Breton, el surrealismo es «automatismo psíquico puro con el que se propone expresar el funcionamiento real del pensamiento». Lo característico de este movimiento es la ausencia de controles racionales sobre la expresión.

Por ello trata de plasmar imágenes psíquicas del subconsciente y el inconsciente por oposición a lo objetivo. Así pues, los surrealistas defienden lo inconsciente y lo imaginario, la locura y el sueño, a lo que se añade la desmitificación del papel del artista. En su intento de sobrepasar lo real, de provocar la sorpresa y la casualidad, de liberar el pensamiento, idearon nuevas técnicas y pronto aparecieron nuevos adeptos.

Los surrealistas publicaron diversas revistas: La revolution surréaliste, Le surrealisme au service de la revolution, Minotaure, Grand leu, entre otros, y celebraron exposiciones colectivas, con lo que el surrealismo se extendió por todo el mundo, atrayendo a nuevos artistas como Salvador Dalí (1904-1989), R. Magritte (1898-1967), A. Giacometti (1910-1966), R. Penrose (1900-1984) y otros.

Salvador Felipe Jacinto Dalí  El fantasma de Vermeer de Delft que puede ser usado como una mesa
Salvador Felipe Jacinto Dalí y su obra El fantasma de Vermeer de Delft que puede ser usado como una mesa. Salvador Dalí fue un pintor, escultor, grabador, escenógrafo y escritor español del siglo XX, a quien se le considera uno de los máximos representantes del surrealismo.

Escultura: las vanguardias escultóricas

En este siglo, Estados Unidos será el país que mejor desarrolle la vanguardia artística por varias razones: el no tener un pasado realista tan condicionante, la mayor fluidez de dinero y el no vivir las guerras en suelo propio, lo que provocó la emigración de muchos artistas a este país. El primer movimiento vanguardista que rompe con el arte oficial y el realismo será el cubismo.

En este sentido, Constantin Brancusi (1875-1957) esculpe en 1908 El beso, sintetizando el gesto en dos figuras cúbicas, de enorme diferencia con el de Rodin, sólo ocho años anterior. Otro hito será Mujer paseando (1912), de Alexander Archipenko, la primera escultura planteada con un agujero. En ella el artista comienza un diálogo entre la forma (volumen) y el espacio (ausencia de materia), que también forma parte del cubismo. Este recurso del vacío o hueco será una conquista de la escultura que el arte contemporáneo ya nunca olvidará. Al año siguiente, Marcel Duchamp inicia su técnica de los ready mades, que consistía fundamentalmente en la utilización de objetos de producción industrial presentándolos como si fueran obras de arte y cambiándolos de significado.

La fuente es uno de los ready-mades de Duchamp
La fuente es uno de los ready-mades de Duchamp. Los ready-mades son objetos que han sido producidos en serie, normalmente destinados a un uso utilitario y ajenos al arte que se transforman en obras de arte por el mero hecho de que el artista los elija y les cambie el nombre, los firme o simplemente los presente a una exposición artística.

Referencia:
Zamora, M. A. (2004). Arte. Enciclopedia Global Interactiva. Grupo Cultural S.A.