La Gran Colombia

Categoría: Historia de Colombia

El congreso de Angostura

El Congreso de Angostura, fue el segundo Congreso Constituyente de la República de Venezuela. Inaugurado el 15 de febrero de 1819 por el Libertador Simón Bolívar, bajo la inspiración del Ideario del Generalísimo Francisco de Miranda en la ciudad de Angostura, actual Ciudad Bolívar. Angostura (Santo Tomás de Guayana de Angostura del Orinoco) era el nombre de Ciudad Bolívar antes de 1846. La ciudad está ubicada en el Estado Bolívar, en el sur-oriente de Venezuela, en la ribera sur del río Orinoco. Para 1819, el 15 de febrero, esta ciudad fue el centro de un gran debate.

          
Bandera y escudo de la segunda República de Colombia o Gran Colombia.

En medio de notorias rivalidades impulsadas por la disidencia entre los patriotas como Santiago Mariño, Juan Bautista Arismendi y José Francisco Bermúdez, que se debatían entre la creación de una república oriental o una que abarcará la actual Venezuela; aunado al devastador avance de las fuerzas realistas del jefe español Pablo Morillo hacia el centro del país, el Libertador decidió convocar en Angostura el segundo “Gran Congreso Nacional”, después del instalado en Caracas el 2 de marzo de 1811.

En 1818, a pesar de estar todavía bajo el control español, los ímpetus independentistas continuaron y se reactivaron los ánimos constitucionales y legales. El 15 de febrero de 1819, seis meses antes de la Batalla de Boyacá, se reunieron 26 representantes de los 30 electos, quienes representaban las Provincias de Caracas, Cumaná, Trujillo, Margarita, Barinas, Barcelona, Guayana y de la Nueva Granada. En este Congreso se reunieron representaciones de todas las provincias que estaban en poder de los republicanos. Bolívar estaba convencido de que Venezuela ya se encontraba con el derecho natural de afirmarse como nación soberana y República independiente. De esta manera, según el Libertador se fortalecía el régimen republicano ante la mirada del Imperio español, que aún aspiraba remontar su empresa invasora.

Según los historiadores, Simón Bolívar llegó a la cita en la mañana del día 15 (sobre las 11 a.m. aproximadamente), en medio de una gran ovación y salva de cañonazos. Reunidos todos los participantes en la sala del Congreso, el Libertador pronunció un convincente discurso que duraría cerca de una hora y devendría en uno de sus mayores legados políticos en la historia de la lucha de los pueblos de América Latina.

El Congreso de Angostura, depositario del gobierno independiente, dictó el 17 de diciembre de 1819 la Ley Fundamental, por la cual se creó la República de Colombia, conformada por la Nueva Granada y Venezuela y con la idea de incluir al Ecuador una vez su territo­rio fuera liberado. Simón Bolívar fue nombrado presidente y Francisco Antonio Zea vicepre­sidente de la nueva República. El Congreso dispuso que se construyera una nueva ciudad como capital y que ésta llevara el nombre de Bolívar. Asimismo, en Angostura se deci­dió la convocatoria de un Congreso general para que dictara la Constitución de Colom­bia; debería llevarse a cabo en Villa del Rosa­rio de Cúcuta en 1821. Mientras tanto, cada uno de los dos departamentos quedó bajo el mando de un vicepresidente: para Cundinamarca, que incluía todo el actual territorio colombiano, fue nombrado Francisco de Paula Santander y para Venezuela Juan Germán Roscio.

El Congreso de Cúcuta

Villa del Rosario de Cúcuta fue sede del Congreso que se reunió del 6 de mayo al 13 de octubre de 1821. La instalación del Congreso de Cúcuta tuvo problemas debido a las dificultades en las comunicaciones; la lejanía de donde provenían algunos diputados; el ambiente de guerra en muchos lugares de ambos países; más la exigencia legal de la presencia obligada de las dos terceras partes de los diputados, a fin de que fueran válidas las decisiones que se tomaran. En esos días falleció el vicepresidente de la República Juan Germán Roscio, quien debía instalar el Congreso. Por esta razón Bolívar nombró como nuevo vicepresidente al General Antonio Nariño, quien dictó un decreto el primero de mayo de 1821 en el que se señaló la fecha de iniciación como el 6 de ese mes.

Nariño leyó el discurso inaugural y declaró instalado legítimamente el Congreso General de Colombia o Congreso de Cúcuta, como depositario de la soberanía nacional. Este Congreso r
atificó la Ley Funda­mental decretada en Angostura; fue fundamental para la definición de las estructuras constitucionales, políticas, sociales, económicas y culturales de la República, mediante la aprobación de la Constitución de Cúcuta o Constitución de la Gran Colombia el 30 de agosto de 1821 y refrendada el 6 de octubre por el Libertador.

El texto (de carácter centralista) compuesto de diez títu­los, estipulaba que el poder legislativo que­daba conformado por dos cámaras, que el ejecutivo tendría a la cabeza un presidente nombrado por cuatro años con posibilidad de ser reelegido por una sola vez; que el poder judicial sería presidido por una Alta Corte de Justicia. En disposiciones posterio­res, el Congreso organizó el territorio en siete departamentos (Cundinamarca, Boyacá, Cauca, Magdalena, Venezuela, Orinoco y Zulia), quedando la ciudad de Bogotá como capital provisional y sede del gobier­no central. Bolívar fue ratificado en la presidencia y Francisco de Paula Santander quedó nombrado como vicepresidente de la República.


Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander y otros próceres de la independencia saliendo del Templo Histórico de Cúcuta, que los albergó al momento de sesionar en el Congreso, para redactar la Constitución.

Mientras Santander organizaba el gobier­no en Bogotá, Bolívar reinició sus campañas militares contra los españoles. Primero fue Venezuela, la que logró su independencia definitiva en la batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821; los habitantes de Panamá, al saber de la victoria de Carabobo y enterados de la campaña que sobre el istmo prepararía Bolívar desde Cartagena, se sublevaron alcanzando su emancipación en forma in­cruenta y solicitaron su anexión a Colombia, hecho que se verificó el 28 de noviem­bre de 1821; luego Ecuador, que alcanzó la libertad con la batalla de Pichincha el 24 de mayo de 1822, fue incorporado a la República. De esta manera, en 1822 quedó integra­da la que después sería llamada por los historiadores Gran Colombia.


Carta de la República de Colombia dividida en 12 departamentos en 1824. Tomado del “Atlas físico y político de la República de Venezuela”, 1840.

El gobierno de Colombia escuchó las peti­ciones de ayuda que le hacían los peruanos y comisionó a Bolívar para que llevara los ejércitos al sur. La colaboración fue funda­mental y en las batallas de Junín (6 de agos­to de 1824) y Ayacucho (9 de diciembre de 1824) se definió en favor de la independen­cia la suerte del viejo virreinato. El Alto Perú, sin embargo, no deseaba formar parte de la nueva República. Para solucionar este problema se convocó un Congreso, el cual se reunió en Chuquisaca el 6 de agosto de 1825, que finalmente decidió la creación de una nueva nación bajo la denominación de Re­pública Bolívar (Bolivia).
 
El Libertador re­dactó una constitución a petición de la asamblea, que sería conocida como Constitución Boliviana y que fue causa de profun­das críticas y desavenencias en los años pos­teriores. En ella, Bolívar formulaba un sistema que tendría a la cabeza un presiden­te vitalicio, quien era irresponsable de sus actos ante el Congreso y que además nom­braba al sucesor; el legislativo quedaba compuesto por tres cámaras (senadores, tribu­nos y censores), que serían electas por todos aquellos que supieran leer, escribir y ejercie­ran alguna industria.

Bolívar y Sucre
Ilustración de Simón Bolívar y Antonio José de Sucre después de haber firmado la primera constitución de Bolivia en 1826.

Mientras Bolívar realizaba sus campañas militares, Santander emprendió la difícil ta­rea de organizar un gobierno bajo condicio­nes más que precarias. Por una parte, el país llevaba once años de guerras continuas que habían acabado con fortunas y reducido la actividad productiva al mínimo; de otra parte, la experiencia administrativa era casi nula y el país apenas contaba con algunas personas que supieran leer y escribir. A lo anterior hay que sumar el costo en hombres y dinero que representó la continuación de la guerra con España hasta 1824. Sin embar­go, el gobierno de Bogotá emprendió labores de fomento a la agricultura y a la industria, reformó e incentivó la educación bajo los principios benthamistas, arregló códigos y dictó numerosas leyes referentes a infinidad de asuntos; en fin, consiguió fondos me­diante el recurso a los empréstitos externos e internos. Estas labores fueron llevadas a cabo por un ejecutivo que contaba para este trabajo con las secretarías del Inte­rior, Guerra y Marina, Hacienda y Relaciones Exteriores, además de un Consejo de Gobierno.
 
La estabilidad del nuevo régimen no duró mucho tiempo. Algunos grupos de venezola­nos no aceptaron la designación de Bogotá como capital y revivieron la idea federalista. Al mismo tiempo, se gestó en algunas men­tes un proyecto monárquico que fue ofreci­do a Bolívar luego de conocerse en Colom­bia el texto de la Constitución boliviana. Las pugnas y críticas contra el régimen de Santander no pasaron de la palabra hasta 1826, año en que el general José Antonio Páez (1790-1873) se rebeló en Venezuela.


José Antonio Páez Herrera de Mendoza Xaimes de Agüero. Dirigente de la separación de Venezuela en 1830.

Bolívar regresó rápidamente del Perú (1826), reasumió la presidencia en Bogotá y partió para Venezuela; allí indultó a Páez y terminó por aceptar que la Consti­tución de Cúcuta debía ser revisada. De todos estos hechos resultó una profunda enemistad entre Bolívar y Santander, que se tradujo en el surgimiento de facciones políticas irreconciliables. Para dar solución a estos problemas, el Congreso aceptó adelan­tar para 1828 el término de diez años pres­crito en Cúcuta para reformar la Constitu­ción. En efecto, entre el 9 de abril y el 10 de junio de 1828 se reunió en la ciudad de Ocaña una convención, la que nada pudo arreglar por el retiro de los bolivaristas.

Colombia se convulsionó hasta el punto de solicitar la dictadura para Bolívar. Este la asumió en agosto de 1828. Los santanderistas recurrieron al principio de rebelión y varios atentados se planearon contra el Libertador. La noche del 25 de septiembre de 1828 fracasó en Bogotá el principal intento contra la dictadura, conocido como la Conspiración Septembrina, que atenta contra la vida de Simón Bolívar en el Palacio Presidencial que evita al huir por una ventana. 
Resultan sospechosos Francisco de Paula Santander y Mariano Ospina Rodríguez, hecho que fortaleció al régimen y significó el fusilamiento de varios de los implicados y el destierro de otros, entre ellos Santander. Los militares quedaron al mando de la nación y una nueva guerra civil comenzó.

Final de la República

Los años 1829 y 1830 marcan el final de la
República. El 20 de enero de 1830 se instala el último Congreso de la Gran Colombia, bajo la presidencia de Antonio José de Sucre.

El Congreso Admirable fue convocado, mediante un decreto por el Libertador Presidente el 24 de diciembre de 1828, sin embargo, la sección preparatoria fue el 2 de enero y la inaugural instaurada por Bolívar el 20 de enero de 1830 en la ciudad de Bogotá. Simón Bolívar convoco al Congreso, para intentar conciliar las facciones que se habían credo en la Republica, y evitar a toda costa la disolución de la Gran Colombia. El Libertador consideró que en él se reunía «la sabiduría nacional, la esperanza legítima de los pueblos y el último punto de reunión de los patriotas...»; por esta razón, por la calidad de los diputados que concurrieron, se llamó Congreso Admirable.

Simón Bolívar Simón Bolívar

De 67 diputados electos asistieron 48 o por lo menos éste fue el número de los que firmaron la Constitución aprobada por el cuerpo. En mensaje al Congreso, del mismo 20 de enero, Bolívar renunció a la presidencia de Colombia. El Congreso le pidió aplazar su decisión hasta que fuera promulgada la nueva Constitución, hecho que ocurrió el 29 de abril de 1830. Paralelamente a las reuniones se desarrolla el proceso de desmembración de Colombia. Bolívar pide al Congreso poderes ilimitados para, en busca de la solución de la crisis, entrevistarse con José Antonio Páez en Mérida; el organismo no los da porque, asienta, no está ello dentro de la misión para la que fue convocado. Nombra una comisión integrada por Sucre, el obispo Esteves y el licenciado Francisco Aranda, para que se entreviste con otra enviada por Venezuela a fin de tratar el problema de la separación o mantenimiento de la integración. Las reuniones fueron en la Villa del Rosario de Cúcuta. La comisión presentó el deseo del Congreso de mantener la integración y elaborar la nueva Constitución que establecería como régimen el republicano, con gobierno alternativo y estructura centralista. La Constitución fue promulgada el 29 de abril. El 4 de mayo nombra presidente de la República a Joaquín Mosquera y vicepresidente al general Domingo Caicedo. Clausuró sus sesiones el 11 de mayo.

En su mensaje el Libertador expresó: “Colombianos. Hoy he dejado de mandaros. Veinte años ha que os he servido en calidad de soldado y magistrado. En este largo período hemos reconquistado la patria, liberado tres repúblicas, conjurado muchas guerras civiles, y cuatro veces he devuelto al pueblo su omnipotencia, reuniendo espontáneamente cuatro Congresos Constituyentes. A vuestras virtudes, valor y prestigio se deben estos servicios; a mí la gloria de haberos dirigido”. Bolívar renun­ció a la presidencia y se retiró de la capital para morir en Santa Marta el 17 de diciembre de 1830.

Muerte de Bolívar  Ilustración sobre la muerte de Simón Bolívar

Rafael Urdaneta se proclamó dic­tador, desconociendo el gobierno nombrado por el Congreso y motivando con ello que los generales José Hilario López y José Ma­ría Obando emprendieran acciones milita­res desde el sur.

El caos político fue propicio para que Ve­nezuela y Ecuador proclamaran su separa­ción de Colombia. Un
 Congreso Constituyente se llevo a cabo en Valencia, capital provisional de Venezuela, el 6 de mayo de 1830; fue convocado por el General José Antonio Páez con la finalidad legitimar la separación de Venezuela de la Gran Colombia. La municipalidad de Quito solicitó el 12 de mayo de 1830 la convocato­ria de una asamblea para que resolviese la suerte del país; ésta fue aprobada por el general Juan José Flórez y así se llegó a su separación de Colombia. La suerte estaba echada, y Colombia, reducida a su actual territorio, comenzó una nueva etapa.

Referencia:
Nuestra Historia. (2012). Casa Editorial El Tiempo.