Las ideas de la economía socialista
En la medida que el capitalismo fue creciendo, se desarrolló una propuesta económica que se le oponía: el socialismo. Muchas de sus propuestas se habían desarrollado en la antigüedad, heredadas algunas del cristianismo primitivo.
El socialismo utópico
Las ideas de la economía socialista, que se desarrollaron entre los siglos XVI y XIX, reciben el nombre de utópicas porque sus pensadores tendían a considerar los problemas sociales y la difícil condición del pueblo como resultado de las deficiencias de las sociedades imperfectas. Pensaban que el individuo era bueno por naturaleza, pero los efectos dañinos de su contacto con la sociedad daban como resultado su degradación. Para abolir la codicia, la explotación, el crimen y otros aspectos indeseables, los utópicos pensaron en reformar la sociedad, modificando las instituciones políticas y económicas. Entre los pensadores más sobresalientes en esta línea de pensamiento económico encontramos:
William Godwin (1756-1836). Explicó sus ideas en el libro Justicia Política. Fue un firme partidario de la teoría del medio ambiente, según la cual el hombre no es por naturaleza ni bueno ni malo, y que su carácter se forma totalmente con su medio ambiente. Al ver las condiciones sociales existentes, llegó a la conclusión de que las instituciones legales y políticas sólo servían para salvaguardar los intereses de los ricos, a expensas de los pobres, que constituían el grueso de la población. Opinaba que la propiedad pertenecía a quienes más la necesitaban, por lo que desarrolló la teoría de distribución equitativa de la propiedad.
Robert Owen
La economía marxista
Un gran cambio en las ideas económicas tuvo lugar con Karl Marx (1818-1883) quien, a diferencia de los socialistas utópicos, creó el socialismo científico, basado en una sólida reflexión económica. Su interés por estudiar la estructura económica se debió a la necesidad de explicar las características de las diferentes formas del Estado y de las instituciones jurídicas. Su análisis lo llevó a cabo desde la economía política, lo que le permitió llegar a la conclusión que las raíces de las diferencias se encontraban en lo que llamó la suma total de las condiciones materiales de vida social. De esta conclusión derivaron los dos aspectos que constituyen la base de su análisis económico: la interpretación económica de la historia y la teoría de la lucha de clases.
Karl Marx
Para Marx, el motor de la historia es la economía. El principio que permite su desarrollo son las relaciones sociales y su constante lucha por el control de los medios de producción: Divide la sociedad en clases sociales de acuerdo con la división del trabajo, donde la masa obrera o proletariado es el grupo social que pone en marcha la economía y genera riqueza en beneficio de la clase capitalista, pero sin recibir el valor real de su trabajo, es decir, la plusvalía.
Según Marx, es por medio de la lucha de clases que el capitalismo se auto-destruirá, dando paso al socialismo, donde el Estado detenta el control de los medios de producción y desaparece la propiedad privada, antes de alcanzar la última etapa, el comunismo, donde el Estado desaparece para dar paso a la dictadura del proletariado.
En la sociedad moderna según Marx, se han simplificado las clases y por ende polarizado, dando lugar al advenimiento de dos clases: la burguesía y el proletariado.
Marx considera al capitalismo como una parte de la historia de la humanidad, cuya desaparición conduciría a la última etapa que es la sociedad comunista, donde desaparece la propiedad privada, la familia y el Estado. Esta condición, más que ninguna otra cosa, es el rasgo más importante del análisis económico marxista. Marx procuró constantemente relacionar los conceptos económicos elementales, tales como los del valor, trabajo, dinero, etc., con las condiciones de la producción capitalista.